El sábado arrancó la última jornada del Santander Music con el cielo nublado pero sin ninguna gota de agua (por el momento). Con un poco de retraso, a las 14:00 h, empezó la Vermú Session en el escenario Capitán Demo con un grupo de chicas llamadas MELENAS, un grupo de pop primitivo que promete, recordándonos a las Charades o a las mismísimas La Luz. Les siguió con los platos PAULA QUINTANA DJ. A las 16.30 h fue el turno del zaragozano BIGOTT en el escenario Yzaguirre, con un ambientazo y la Calle Sol abarrotada. El sol no se asomó, y fue de agradecer. Todo se torció justo en el instante en el que empezaron los conciertos de este último día en el recinto del Santander Music.
Pues bien, justo a las 21:00 h, el momento en el que arrancaba esta última jornada con la malagueña ANNI B. SWEET empezó a llover. Si bien se trataba de agua fina, es verdad que daba para ponerse el chubasquero y rezar para que parase, pero no lo hizo. Con un poco de retraso y mal rollo empezó el concierto con la banda al completo. No tardó la gente en olvidarse de la lluvia y disfrutar del sonidazo de la banda. Destacando las canciones de su último disco «Chasing Illusions» (2015), con las increíbles «Beginer», la propia «Chasing Illusions», o la formidable «Never». También sonó, como no, la contundente «Ridiculous Game 2060» para el goce de sus fans. Un concierto muy sólido, y de los que ya da paso a otras horas no tan tempranas, si se trata de la banda al completo.
Con los cuerpos de los menos previsores empapados y una gama de colores formados por los chubasqueros, empezaron los granadinos LORI MEYERS. Lo esperado era que la banda se diera un concierto épico en bailes y desmadres para contra-restar la lluvia, pero nada de eso. Un concierto serio, maduro, y sin poder disimular la influencia de los grupos de referencia de los años 70. Destacar el espectáculo visual con el que comenzaron, con la banda escondida detrás de una pantalla de luces gigante mientra tocaban «En la Espiral«.
Sonaron «Siempre brilla el Sol«, la preciosa «El tiempo pasará«, «Luciérnagas y Mariposas» o «Alta Fidelidad«. Hubo tiempo para la fiesta con «Emborracharse», «Mi realidad» o «Zona de Confort», pero con máxima seriedad, sin tirar la casa por la ventana. Confirmaron sus ganas de reivindicar lo que más les gusta o echaban en falta rescatando «Ham’a’cucko» a dos voces, a un nivel difícil de mejorar. 
Continuaron la húmeda y fría velada BELAKO, repitiendo en el festival. Dejaron atrás su paso más electrónico y descargaron toda su artillería, un sonido garage-punk en el que los asistentes de primeras filas hicieron saltar el fango del suelo, haciendo más difícil la labor de hacer fotos más o menos decentes desde la zona específica para hacerlo, con cuidado de no acabar en el suelo lleno de fango. Pero nada, nada como los guitarrazos y la esgarrada voz de Cris Lizagarra en los agudos cayó más fuerte sobre todo el recinto del festival.
Cambiando totalmente de estilo hizo presencia en el escenario LA CASA AZUL ya sin lluvia, con Guille Milkyway y sus gafa-cascos, haciéndose valer con su pop ligero y electrónico y sus temas tan flowerpowers. Sus seguidores se dejaron las gargantas en la ‘pista de baile’ con «Super Guay«, «Revolución Sexual«, «Todas tus Amigas«, «Podría ser Peor» y un arsenal de canciones de baile fácil y ritmo repetitivo.
Para finalizar el festival, nada mejor que ELYELLA DJ. El gran colofón por todo lo alto con confeti incluido, sabiendo leer entre líneas la música que se necesitaba a altas horas y tras tres días intensos de música, inmejorable ambiente, calor, frío… y agua.
Texto: Rafa Calatayud
