La gira de El Otro Yo, bajo el nombre de Las Dos Caras De El Otro Yo, nos dejaba una fecha en Madrid y quisimos aprovechar la oportunidad de ver a la banda Argentina que cruza el charco para girar con su disco «Platón En La Quinta Dimensión». Esta gira les llevará por varios puntos de nuestra geografía intercalando fechas en Japón, Inglaterra y Francia.
El grupo que lideran los hermanos Cristian y María Fernanda Aldana, que nacía a finales de los 80, lleva mas de 15 años de trayectoria a sus espaldas con algún que otro cambio en su formación tras comenzar siendo un quinteto y la reciente incorporación de Joan Sprei, nuevo batería de la banda con el que llegaban a la capital para dejar una noche con carácter argentino. A este carácter también contribuyó el público, en su mayoría del país latinoamericano, que demuestra el tirón de esta banda al otro lado del charco con el que consiguieron atraer a un gran número de asistentes para caldear bien el ambiente de la sala teniendo en cuenta la lluvia que cayó en Madrid ese domingo.
Para comenzar la noche contaban con otro trío que lleva la personalidad por bandera, Gatomidi. Son muchas las noticias que nos llegan de la banda, que continua con la presentación de «The Flowers Cavern Part One», un EP con el que la se consagran como una de las formaciones del momento y en el que se aprecia una constante evolución en el sonido que mostraban con Enclosed Spaces, su primer álbum. Este viento de cambio les ha llevado de dejar su tesitura noise en un segundo plano en el que ahora mandan las melodías y timbres pegadizos, como en Love Is Overrated, y un tono épico en The Fortunate Ones, single de este nuevo proyecto y que funciona como un cañón: directo, compacto y contundente en vivo.
Con el público ya en calor, subía El Otro Yo ataviados con «mamelucos», como ellos llaman a los monos de trabajo, de un naranja butano tan llamativo como su música. Con una sonrisa de oreja a oreja, el trío argentino subía al escenario de Tabóo para comenzar una actuación cargada de sus grandes éxitos, originalidad y la adrenalina juvenil que transmiten sus temas a pesar de que ya tengan cierta edad. Pero como dicen, el ser joven es una procesión que se lleva por dentro, pero la sacaron a pasear con temas como Ella se fue, No Me Importa Morir y Moquiento, durante el primer tramo del concierto, el que dejaban ver su lado mas punk.
Estas sensaciones cambiarían, y haciendo honor al nombre de esta gira, Las Dos caras De El Otro Yo, quedaba por ver el otro perfil de los argentinos: la alternativa; en la que influencias como Pixies, Nirvana o Sonic Youth se dejan entrever en la Les Paul y el bajo SG de estos dos hermanos que no paran ni un momento quietos sobre las tablas de Tabóo mientras el público se lo está pasando en grande y se respira cierta transpiración en el ambiente con Delirio Universal.
Y es que en el universo de El Otro Yo hay cabida para todo, y mucho mas: el compromiso social y político, las letras acidas y directas y, también, cierto toque de humor. Y es que su lado punk volvía a mostrarse en el tramo final del concierto con La Tetona y Compañeros de Ruta, con el que se despedían haciéndose una foto con el público desde el escenario que quedaría para el recuerdo de esta fantástica gira de la banda argentina.
Tras el concierto y a partir de ahora, «la música de El Otro Yo, yo si la escucho» y si no los conoces en profundidad, deberías hacerlo también. Una banda que llega desde el otro lado del charco, que batalla de forma independiente porque se conozca su música en todo el mundo. Muy grandes, El Otro Yo.
Texto y fotos: Pablo Quejigo
