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sábado, abril 27, 2024

¡¡¡Ya llegó la crónica del Viña Rock 2016!!!

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La Raíz llenó hasta la rampa del espacio principal de conciertos
La lluvia respetó la última jornada del festival

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MIERCOLES – JUEVES

Todo empezó una soleada tarde de Abril. Bueno, más bien noche, ya que gracias a nuestras habilidades de conducción nos tocó ir hasta Xàtiva para coger la carretera camino Villarrobledo.
Bueno, que el Viña Rock empezaba fuerte.
Era miércoles por la noche, a oscuras montamos el campamento y dedicamos un rato a explorar aquel lugar. Mucha gente ya acampada (una gran cantidad de autobuses habían llegado a lo largo del día) y eso que el día de llegada más popular es la jornada del jueves. Sin olvidar que la zona oficial quedaba bastante lejos, carretera abajo.
Debido a las diversas peripecias que nos tocó vivir, no pudimos llegar a los conciertos programados para la Fiesta de Bienvenida, donde podríamos destacar (por comentarios de diversos asistentes) que el concierto que mejor lució fue el de El Niño de la Hipoteca.
Esa noche ya se percibía ese sentimiento de euforia pre-festival que a todo el mundo contagia. Iban a ser tres días muy movidos.

El jueves amaneció con un tiempo bastante estable, pese a alguna gota que cayó durante la noche creo recordar. En el sol te quemabas, pero a la mínima brisa te helabas. Lo de siempre, vamos.
Así pues, después de comer algo para coger fuerzas, nos dirigimos al recinto para dar el pistoletazo de salida a esta edición de uno de los mayores festivales del panorama nacional.

Gritando en Silencio fue el primer grupo que fui a disfrutar. La banda de rock sevillana era uno de los nombres del cartel que más ganas tenía de ver. Y la primera en la frente: la única saturación que sufrí en los controles de entrada al recinto fue con ellos. Tras media hora de cola con el sol abrasador en la nuca, conseguí llegar al escenario Giró.
El sol daba fuerte, pero el público no decepcionó. Y ellos mucho menos. Solo hizo falta escuchar el grito conjunto de «¡¡¡Rock’n’Roll!!!» al inicio de «Rock ‘n’ roll de Barrabás«, tema con el que cerraron su actuación.
Justo después, en el escenario Control, era el turno de Fuckop Family. La banda que destaca por ser una de las pioneras en el raggametal demostraron mucha actitud sobre el escenario, una «Exotic combination» que propició mucho pogo en el público asistente. Sonaron otros temas también como «La cultura del odio» y temas nuevos como «Nacido para posturear«.

Non Servium
Non Servium

Tras la pausa de avituallamiento, asistimos a la actuación de Barón Rojo. Y sinceramente, pese a un setlist de grandes temas, donde destacaríamos, entre otros, «Hijos de caín«, no encontramos nada acertado el sonido. Además, hay que saber cuando llega tu hora, y creemos que perfectamente podrían acabar dejando su trayectoria en lo más alto.
El sol empezaba a caer, las temperaturas bajaban, pero era el turno de Vadebo en el escenario The Cavern. Los de la terreta, actuaron dentro de la gira de presentación de su último trabajo, «Actitud», que salió este mismo mes de Abril. Ritmo frenético, desde un principio donde sonó «Violència» entre sus primeros temas, pasando por «Bailan» donde subió a colaborar Charly Efe, hasta cerrar con el tema que da nombre al grupo, «Va de bo!» y su single «Se’ns fa de dia«. El público valenciano tuvo una gran presencia y seguro que salieron encantados del que ha sido el primer Viña Rock de la banda. ¡Y esperemos que no el último!
Muchas horas llevábamos allí dentro, tocaba salir a mal-cenar y recargar fuerzas para una noche que prometía.
A Non Servium llegamos justo al final. Corrimos por la cuesta del Viña al intuir que tocarían uno de sus grandes temas, y así fue. Nada más nos infiltramos entre la muchedumbre, las primeras notas de «A.C.A.B» sonaron, uno de sus temas más conocidos. Bien sabido es que el grupo de Oi! de Móstoles tiene un directo muy potente, y más cerrando con canciones, algunos casi himnos, como «Punks & Skins» y desatando la locura donde sus punteos de guitarra míticos, de algunas canciones, advierten que se avecinan pogos y mucho contacto, como en su tema «Torpedo«.

Berri Txarrak
Berri Txarrak

Mientras desalojamos el escenario Control, empezaron su directo, el más largo de la jornada con hora y media, el trío vasco Berri Txarrak. Personalmente no les había visto aún en directo, y tampoco les he seguido mucho, pero me despertaron el gusanillo de la curiosidad y han pasado a formar parte de mi lista de «Grupos pendientes por escuchar«.
Pese al total desconocimiento del euskera, con la consiguiente incapacidad de cantar ningún tema mínimamente, destacaría de este grupo su gran parte instrumental. Suenan muy bien. Mucho. Guitarra, bajo y batería, ¿para qué más?
La noche avanzaba, y a eso de la una y media, mientras empezaba Trashtucada de los que hablaré ahora, me pasé a ver el ambiente de The Cavern mientras actuaba Konsumo Respeto. Tan solo con la vitalidad del gaitero sobre el escenario pasabas un buen rato. Dame punk rock celta y dime tonto.
Volvía hacia Trashtucada y fue de esos momentos donde realmente eres consciente de la cantidad de gente que acude al festival. Las vistas desde la bajada de la rampa a ambos escenarios son una de las imágenes que más me han impactado últimamente. El hecho de que las masificaciones de gente, vistas desde fuera, parezcan un fluido, me maravilla (que se note mi vena friki-ingenieril). Volviendo a lo mío, entrar en Trashtucada fue un poco odisea, hay que saber serpentear entre borrachos, bailongos y saltadores, añadiendo el extra de no tirar ni un mini, ni que te lo tiren encima. Bueno, a lo que iba, los andaluces, una fiesta. Y ya. Me los he perdido cuatro veces, no iba a haber una quinta. Destilan buenrollismo. A un concierto suyo sabes que vas a acabar riendo, saltando y bailando. Y es así. El momento cumbre es cuando tocan EL HIMNO del Viña Rock por antonomasia, «De festi? Vale«. Ahí la locura y la alegría más pura colapsa el recinto de conciertos haciendo de esos tres minutos, un momento digno de recordar.

Angelus Apatrida
Angelus Apatrida

Al mismo tiempo, Angelus Apatrida con su thrash metal hicieron temblar Villarobledo. Los asistentes confirman alrededor de 1000 pogos y circle pits. Casi nah. El ambiente fue una gozada y ellos estuvieron super agadecidos con el público que no paró quieto ni un segundo. Además, el hecho de cerrar con «Domination» de Pantera le pone el broche de oro a una gran participación en el festival.
Y así, cuando ya pesaban los pies, quedaba el plato fuerte del día, Boikot. Qué decir de ellos que no sepáis ya… Tocaron un setlist de sobra conocido, sin variaciones respecto a los últimos conciertos, uno donde no falta ni «Inés», ni el «Bella Ciao«, ni mucho menos el cierre con su versión del clásico de Piperrak, «Kualkier día«. Sin duda, fue el concierto con mayor asistencia de público de la jornada.
Y el Viña tiene la magia de ser capaz de mantener a la gente activa durante horas y horas. Bueno, realmente el festival pone la música, de la «magia» ya se encarga cada asistente, pero eran las cuatro de la mañana y la gente seguía bailando, esta vez gracias a Vendetta. La banda de ska vino de Pamplona a deleitarnos con los mejores ritmos a esas horas de la noche. Aunque solo nos quedamos las primeras canciones, destacamos que tocaron una cover que está incluida en su primer disco, «Egunero» que gustó mucho al público allí presente. Así mismo, cerraron con la intro de su primer trabajo y con una versión mítica de El Padrino en versión ska, al estilo de la Tokio Ska Paradise Orchestra, que escuchamos ya metidos en el saco, con los ojos cerrados, pero los oídos bien abiertos.

VIERNES

Día nuevo, la vida al 75%, y lo que nos venía encima, nunca mejor dicho. Se mascaba la tragedia, se veía en el cielo, se notaba en la piel… llovía. Empezó ya a eso de media tarde y no aflojó hasta allá a las cuatro o cinco de la mañana. Cuando os cuente lo que me pasó…
Pero a ver, centrémonos, la representación valenciana seguía, ahora con un «mini» concierto de Funkiwi’s , y no por los litros de cerveza y calimotxo, sino por la escasa media hora (25 min) que tenían para demostrar lo que valen. A día de hoy, sigo sin entender el porqué de esta triquiñuela en el horario, y más siendo un grupo con un potencial brutal, que no defraudaría. Pero bueno, dentro de su tiempo lo hicieron genial, sus temas tienen fuerza y hacen saltar al público, que con «Funkiwi’s in da house» demostraron todo lo que son capaces de hacer. Esperemos verles el año que viene por estas tierras.
Ahora si, el concierto que personalmente más ganas tenía de ver. Desakato. Malditos, qué directo se marcaron. Con un setlist esplendido, formado por canciones tanto de su último trabajo (que os presentamos aquí) como de discos anteriores, un setlist de esos que son dignos en colgarte de la pared de la habitación. La lluvia nos acariciaba el cuerpo, pero lejos de amedrentarnos, entrábamos con más fuerza en las diferentes formaciones que nacían en el público: desde los pogos habituales, pasando por circle pits hasta algun que otro wall of death. La manga corta se agradeció. Musicalmente fue un gran concierto, todo estaba en su sitio, se escuchaba cada nota y permitía disfrutar de un directo muy potente. Solo hace falta decir que Jesucristo (algunos escépticos dicen que era un borracho con una túnica…) bajó al mundo terrenal y a petición del screamer, sobrevoló nuestras cabezas en el pogo que cerraba el directo mientras sonaba «Pánico en Frankfurt«. Quizá esa sea la única pega que encontré, cerrar con ese tema extrañó (que no disgustó, ni mucho menos) a gran parte de los asistentes que esperábamos con todas nuestras fuerzas cantar al viento «Cada vez» y su sobrecogedora intro.
Fue también lástima que coincidiera con Crisix, quienes se marcaron una actuación súper activa sobre el escenario donde sonaron temas clave de la banda como «Ultrathrash» o «Bring ‘em to the pit«. Sumadle también escenografía. Una camisa de fuerza en concreto. Pues eso, imaginaos.

Talco
Talco

Pese a una pequeña secesión en el grupo, llegamos a la actuación de Boni. Barricada seguirá viva siempre que lo haga Boni. Pese a tocar en The Cavern, acudió menos público del merecido. Como no, sonaron temas de la banda, como «Callejón sin salida«.
A los Reincidentes los escuchamos de lejos, mientras cenábamos algo para no desfallecer en lo que quedaba de noche, y diremos que su setlist llena de clásicos se agradeció.
Los siguientes a los que asistimos fueron a Talco. La banda ska italiana reunió a un gran número de asistentes. Empezando el concierto con la intro de su último disco publicado, también dieron un repaso a sus canciones insignia, como «Sankt Pauli» (canción que me hizo especial ilusión escuchar ya que este año fui al barrio y al estadio en Hamburgo) y su versión del «Bella Ciao» en italiano (a diferencia de Boikot que es en castellano).
Ahora sufrimos muchos el mayor dilema del festival: La Pulquería o Skindred. Skindred o La Pulquería.
La Pulquería ganó esta batalla, ya que a Skindred les disfruté hará ya casi dos años, en la última edición del Aupa Lumbreiras #NeverForget. El hecho de llevar escayola hasta mas arriba del codo no parece importarle a Huracán, ya que mantiene el ritmo frenético sobre las tablas del escenario de Villarrobledo.

La Pulquería
La Pulquería

Bueno, solo le hizo falta para una cosa, para ser capaz de beber tekila. No salía. Ni él mismo se lo creía, aunque al final la bebida espirituosa corrió por la boca de todos los miembros del grupo y del público, sin antes sonar un bochornoso abucheo que el mismo frontman pidió al público. «En 14 años de actuaciones nunca me había fallado el tekila» declaró. Así pues, dieron un concierto que gustó mucho al público asistente, donde destacaré la última incorporación, un joven trompetista a quien le espera un gran futuro en la música. Gran Adolfo!
Mientras, Skindred y su ragga punk metal enloquecían al público. Solo con decir que entraron con Thunderstruck + La Marcha Imperial de Star Wars… Además el frontman es un espectáculo, da muchísimo juego a la actuación ya que es un constante speaker con el público y que busca la respuesta de éste. No entendemos por qué este grupo de talla internacional ocupó un escenario que no era de los principales, al igual que tampoco ese cambio de horario (tras su confirmación contaba con dos horas de actuación) recortado a 55 minutos. Faltó pulir detalles como este.

Skindred
Skindred

Finalmente Def con Dos cerró la jornada. Con esos dos frontman sus actuaciones se convierten en verdaderos directos dignos de ver alguna vez en directo. ¡Qué fuerza! Además, el señor Strawberry y su voz inigualable marcan la diferencia.

Volviendo a la lluvia, que intermitentemente nos fue visitando, eran las 4 de la mañana, y me encuentro con la tienda inundada. Menos mal que mi colchón era una colchoneta de playa y floté. Pero lo mejor fue abrir la tienda y encontrar a dos queridos desconocidos durmiendo dentro. Eso si pasa, solo pasa en el Viña. Fue el summum de una noche llena de grandes experiencias (desastrosas). Y ya que estoy, aprovecho:
Raul y Laura, si me leéis, ya que dormisteis en mi tienda (espero que solo hicierais eso…) podríais al menos haberme invitado a una cerveza el día siguiente, digo yo.
Pero bueno, ya sin okupas y después de achicar agua con la toalla, conseguí dormirme con miedo a morir por hipotermia.

Def con Dos
Def con Dos

SÁBADO

Vida al 40% y disminuyendo. Total, ¿que más podía pasar?
Este último round lo empezamos prontito, a las 16:30 en el escenario Giró de la mano de los valencianos Zoo. Que raro se me hace verles antes de las cuatro…de la madrugada. El sol lucía, eso si, y como un valiente. Las nucas de miles de personas os lo pueden asegurar. La cosa es que da igual haya sol o sombra, Zoo mueve a la gente, y la gente se mueve con Zoo. La cerveza (con 2×1 de litros antes de las 18) entraba que daba gusto, y más si la música acompaña. Confirmamos que el 50% del público asistente al Viña Rock es catalán/valenciano.
Coincidieron el rap con grandes bases de Zoo con el rock-folk de Saurom. Los andaluces dieron un verdadero espectáculo tanto musical como escénicamente, ya que los músicos se rodearon de gente disfrazada de campesinos, malabaristas… Aquí también encontramos error de horarios, pero aún así, brillaron con temas como «La batalla con los cueros de vino«, «Dracum nocte» con su guiño a Montblanc por la leyenda de Sant Jordi y cerrando con tan popular «La taberna«.
Los bilbaínos de El Reno Renardo, con su heavy metal y sus grandes letras aterrizaron en el escenario Control en el concierto pre-hora de cenar. Yo siempre lo he dicho: el Reno debería tocar dos veces: la primera para fijarte en cada detalle de sus cómicas letras, y la segunda para darlo todo cantándolas. Se marcaron un popurrí condensando como siete o ocho de sus temas conocidos, ya que los 55 minutos se les quedan cortos, tocaron también fragmentos de «Mongomix» ya que esos 10 minutos de canción (por desgracia) no caben y uno de sus temas insignia «Crecí en los 80«.

La Raíz
La Raíz

Hora de cenaJAJAJA Era la hora del regreso. Del tan gran y esperado regreso de los Lendakaris Muertos y su punk radikal vasco a los escenarios del Viña Rock. Pocos escenarios más grandes que éstos he visto, pero a Aitor Ibarretxe se le queda pequeño todo. Se tiró más tiempo abajo, entre el público, pasando el micro para que cantara la gente que encima del escenario. Eso es actitud, joder. Eso es punk. Que si subía haciendo volteretas, que si en «Besos gaztetxeros» hico un beso-a-tres con dos chicos del público que cantaron con él todo el tema… Mil cosas. Espectáculo puro y duro. Abrieron con el primer tema de su último disco, «Cicatriz en la Matrix«, tocaron varios temas donde destacaré «Húngara Chúngara» ya que lo encuentro sublime, sin dejarse clásicos como «Gora España«, «Drogopropulsado«, «Veteranos de la kale borroka«, «Eta, deja alguna discoteca» y cerrando con su breve pero intenso «Oso panda«. Cinco minutos después, Hora Zulú llenaba el escenario Control con un gran setlist. Nadie olvidará ese gran concierto al igual que el cantante no olvidará el monitor. Ay el monitor. Le odiaba creo yo. Pero bueno, su rock, rap, numetal con toques flamencos (no se bién como definirlo) inundó el recinto, donde sonaron temas de la talla de «Mis barraqueras«, «Que baje un rayo y me parta«… Sonaron temazos desde la apetura con «Camarada» hasta la clausura con «A ver si me entiendes«.

La Gossa Sorda
La Gossa Sorda

Y llegó el gran momento. El concierto que más gente reunió del mundo mundial, o del Viña Rock en su defecto. La Raíz llegaba desde Gandía para deleitar a todos sus asistentes. Tocaron el 90% del nuevo disco «Entre poetas y presos«. Normal, partiendo que lo acaban de presentar, pero considerándome bastante fan del grupo, me fallaron en el hecho de que teniendo unos grandes primer y segundo disco, no se les brinde ni una pizca de atención. No tocaron «Noches en Babylon«. Quién lo hubiera dicho hace un par de meses siquiera… La cosa es que el disco nuevo parece gustar al nuevo público, que los está llevado a lo más alto de allá donde van, colgando sold-out en repetidas ocasiones en los conciertos de presentación.
Acabaron, y la masa de gente saliendo o recolocándose para ver a La Gossa Sorda o yendo hacia el escenario Cabo de Plata para ver a Los Chikos del Maíz era infranqueable. Entre éstos dos, me decidí por La Gossa: último concierto en el Viña, y además estaba el gran Seguí, que las últimas ocasiones que les vi no estaba por diversas circunstancias. Así pues, el directo me gustó, fue lo que me esperaba. Sonaron canciones del último disco que son ya bien conocidas, como «Aire» o «Esbarzers» sin quitar espacio a sus clásicos: «Respira», «Senyor pirotècnic«, «Falsos i absurds» que acabaron con Pablo Sánchez (cantante de La Raíz) tocando «Raíces«, «Quina calitxa«, «Camals mullats», «Entre canuts» y «Farem saó«. Varios apuntes: me sorprendió que tocaran algunas de éstas, pero fue grata sorpresa. Eso si, sigue faltando «Batiste ceba«. Y creo, mejor dicho, debo remarcar el hecho de la belleza que pude observar cuando gente de todo en territorio nacional coreó el «T’estime, t’estimo, t’estim» en valenciano-catalán-balear. La música une culturas, y eso es precioso.

Narco
Narco

Compartiendo horario encontramos a Warcry, banda que mediante su página de Facebook pidió a los fans a elegir el setlist para el festival y así de bién les salió. Temazos por doquier. Cabe destacar el homenaje al heavy metal, la gran «Hoy gano yo» que tanto gusta y tanto representa.
Y ya cuando uno no podía más… Narco. Estos tíos son algo sobrenatural. Hacen bailar a los muertos (y a mi entre ellos). Saltar vas a acabar saltando. Ese rapcore, harcore, thrash metal junto a esas bases electrónicas hacen explotar los lugares allá donde van.

Y así acabamos una gran noche de última jornada, acurrucados en nuestro saco pasando mucho frío.
Fechorías mil y una, pero al fin y al cabo, lo importante es el camino (siempre que no sea al hospital, que sino Pepa se queda sin amigos) y estos tres días vividos desde muy adentro.
Personalmente, es el macro festival más grande al que he asistido, ya sea tanto de aforo como de espacio de conciertos. Y repetiremos. Vamos que si repetiremos. Es un placer encontra a tanta gente unida por un mismo estilo de vida al fin y al cabo.

¡Nos vemos el año que viene por el Viña Rock 2017!

Brutales fotos de la crónica por parte de Garay Green

PD: Siento ponerme serio, pero creo que es necesario.
Quiero hacer un llamamiento especial a toda esa gente que le ha dado por abrir pogos en canciones al azar. De verdad, a nadie como a mi le gustan estas cosas, pero es molesto e incomodas a la gente que te rodea. Quiero dejar claras unas consignas:
NO todas las canciones dan para pogo
NO plaques como un quarterback a la gente en tu intento de abrir un pogo
NO abras un pogo si no conoces la canción que va a sonar
NO entres a los pogos con bebidas o cigarros encendidos
NO LANCES TUS BEBIDAS AL AIRE NUNCA

Es civismo, no ensuciéis conciertos con vuestras ansias de protagonismo.
Consumid pogos con moderación, que acabáis destrozando conciertos.
Gracias 🙂
Fdo: Guillermo Rebollar

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Primero de todo quiero saludar a mi madre. Beer to believe. En ocasiones meo en huertos. Ingeniero industrial un tanto perdío' en la vida.
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