El grupo compuesto por David T. Ginzo (voz y guitarra), Oscar García Hinde (teclados y coros), Juan Diego Gosálvez (batería y coros) y Fernando Monedero (FX y sonido directo) llegaba a Valencia para presentar su EP «Mountains moving» (El Rayo Verde, 2014) pero esta vez en formato reducido.
Más de 25 personas se acercaron a la sala Deluxe para ver a David y Juan Diego defenderse en acústico. Quién diría, después de escuchar sus dos discos anteriores, que detrás de esa electrónica habría madera, metal y sutileza. Porque si bien no fue un acústico «al uso» (cambiaron parches por un drumpad) en esencia si que lo fue pudiendo asomar el Tuya más hogareño, pudiendo imaginarse a este grupo de amigos ensayando en la habitación de una casa.
Tengo que admitir que cometí el error de escuchar «Mountains moving» después de volver del concierto, envuelto en ese torbellino de sensaciones que le queda a todo amante de la música después de cada show. Lo escuché sabiendo que no sería objetivo ya que lo que Tuya acababa de hacer en directo había sido maravilloso. Y si ahora cambio de orden los hechos sin ceñirme a una cronología firme es culpa de todo lo anterior.
«Mountains moving» se grabó en una cabaña en las montañas de Asturias en 2013 y es ahí justamente a donde nos transportaron durante la casi hora y media que duró el concierto. Sonaron canciones de su primer disco «Own» (Subterfuge, 2011) y de «Waterspot» (Subterfuge, 2012) y hasta se animaron con un cover de «Valladolid» de la banda Monserrat. Y entre tema y tema hicieron reír a los asistentes. Porque Juan Diego, a pesar de su pinta seria, fue el alma de una fiesta que ellos mismos crearon y dominaron hasta el final. Y el mérito es más lo segundo que lo primero, porque supieron evitar que el humor rompiera esa atmósfera de cercanía. O, corrigiéndome, supieron transformar los chascarrillos en forma de cabaña y el concierto del sábado 21 de febrero en un ensayo entre amigos del cual todos los asistentes fuimos testigos de lujo.
