El pasado 29 de Junio Marco Pompero presentó en Valencia su último y más preciado trabajo, L’Art Ès Sexual.
La crónica del bolo la dejé prácticamente terminada en el taxi de vuelta a casa. La he recuperado, le he cambiado los tiempos verbales y queda tal que así.
Unos días antes del concierto, andando por la calle vi en el suelo un llavero. Era una nota musical dentro de un corazón. No soy de agacharme ni a por monedas de céntimo, a pesar de que pueda significar que recoger dinero del suelo traiga más dinero, pero me llamó la atención. Y claro, cuando el puto destino te prepara historias (musicales) tan maravillosas como las que estoy viviendo, no podía “desperdiciar la ocasión en ver qué tal besaba” (Sabina dixit). Era un presagio que anunciaba el bolazo de Marco Pompero.
Si no me falla la memoria, en lo que llevamos de año he asistido (sin contar festivales) a unos 20 conciertos y he tenido que ir a un café a escuchar a 4 “cuerdístas” para poder vibrar y llorar de alegría con un espectáculo tan intenso.
(Téngase en cuenta que vi a Vetusta Morla recientemente).
Tuve la suerte de asistir a la prueba de sonido y pude comprobar como engrasan la maquinaria los folkies de Alcoi. Después pudimos compartir mesa y mantel y charlar de un montón de cosas, claro, siempre en clave de Sol.
Fue un honor y un placer poder asistir a un recital como este.
En cada concierto miro y escucho, y trato de encontrar la fórmula magistral, adivinar cuáles son los ingredientes necesarios para que una banda con sus canciones te atraviese el esternón y te deje”frito”, pero llego tarde. Marco se adelantó. Él ya la tiene controlada y la maneja a su antojo.
Modus operandi: se calienta el ambiente con finos detalles, subes al escenario a músicos increíbles; Andreu Vidal, Raúl Calatayud, Jordi Sanz y el propio Marco Pompero, (dicho sea de paso, tan solo el 50% de la banda). Tocan los instrumentos que alucinas, cantan que te dejan muerto, y crean una atmósfera en la que podrías estar viviendo por los siglos de los siglos, amén.
A golpe de cuerdas fueron desgranando los temas del álbum L’Art Ès Sexual con la riqueza que generalmente aporta un directo.
El show quedó dividido en tres partes. Una primera en la que destriparon los temas más “calmados” del álbum, incluida Malditos, la libre adaptación del Bésame mucho.
En el bloque central se dedicaron a tocar temas más contundentes, como el título que abre el álbum A Alcoi, acompañado por el propio Josu Miró.
Y la parte final en la que echaron toda la carne en el asador para acabar con Roja, un tema que se da a la libre interpretación pero con un mensaje muy claro, como explicaba el propio Marco en la entrevista que publicamos recientemente con motivo de este álbum y de esta gira.
Los que estuvisteis allí lo sabéis, los que no, os lo perdisteis. Pero permaneced atentos, porque en septiembre habrá nuevas fechas para poder disfrutar del espectáculo, y espero que no tengáis que encontraros un llavero en el suelo para saber que se trata de una cita ineludible.
Salud y r’n’r.
