Como ver nevar en valencia, lo de anoche en la Moon fue algo extraordinario. Los chicos de Tardor subieron al escenario para presentar su último trabajo, «El Mal Pas», y su público los recibió como merecían. Anoche vivimos en primera persona una fiesta, una fiesta de amigos que llenaba el ambiente de ilusión, alegría y risas. Anoche muchas personas nos descubrimos y nos abrazamos como si lleváramos toda la vida esperando cruzarnos. Porque Tardor anoche lo llenó todo de buen rollo y felicidad.
Arrancaron algo nerviosos pero pletóricos de energía con «Vull ser com tu» y, a partir de ahí, nos regalaron el espectáculo que con tanto mimo habían preparado. Salpicando la sala con un mucho de «El mal Pas» pero también con un poco de «Una ciutat invisible» y «Patraix». Álex, emocionado, agradecía una y otra vez a todos lo que allí estaban, a los de siempre, a los que llegaron con Patraix y a los muchos que se sumaron anoche. Porque anoche en la Moon hubo muchas primeras veces y Alex, Cesc, Yeray, Tono y David no decepcionaron a nadie. La sala se llenó de guitarras, bajos, teclados, baterías y, en medio de ese maravilloso show, dos momentos mágicos, uno de ellos de la mano de Eneas y Javier Cambra, que inundaron el ambiente de ese sonido mágico, tan Clarence Clemons, que invitaba a cerrar los ojos un segundo, y simplemente disfrutar. Y el otro, el que protagonizó Álex al piano, bajo la única luz que se arrojaba sobre el escenario, cuando comenzó a tocar las primeras notas de «M», consiguiendo que todas las barreras mentales que los humanos nos autoimponemos se fueran cayendo nota tras nota. Y algunos de nosotros nos dejamos llevar por esa magia especial que inundó todo el ambiente. Justo entonces, feliz y despreocupada, rodeé la cintura de Noelia, hasta entonces una completa desconocida, para compartir, sentir y disfrutar cada una de las notas que Tardor nos regaló desde ese escenario. Porque anoche Tardor nos contagió su pasión, sus ganas. Ayer nos regalaron su grito de libertad y nos demostraron lo revolucionario y placentero que puede llegar a ser el ser fiel a uno mismo.
Qué maravilla haber podido vivir un momento así, por raro, por expecional y único, pero sobre todo por verdadero.
Trini Calás
