Hacía tiempo que Rubick no tocaban en directo, de ahí el lema que usaron en la promo del concierto, Es momento de despertar y una sala como La 3 era un escenario perfecto.
Los encargados de abrir la noche fueron los también valencianos The Ionics, un grupo del que me habían hablado un poco y que realmente, después de ver su directo, considero que fueron una elección perfecta. Sobre el escenario reconocí enseguida a Chus, guitarrista de Pretty Becky que está sustituyendo a un chico que está de Erasmus, algo que cada vez es más común (Pretty Becky y Joe Alvinn lo han sufrido). El grupo combinó temas propios con algunas versiones como Undercover of darkness de The Strokes, Death de White Lies o Hate say I told you so de The Hives, tema con el que cerraron el concierto. Realmente tienen un futuro prometedor estos chavales y los seguiremos muy de cerca. Pudimos grabarles un par de temas como este The Dance of the cockroach que aquí os dejo.
A eso de las once de la noche aparecían sobre el escenario Rubick, los principales protagonistas de la noche con una gran ovación y es que la sala estaba practicamente llena. Hace unos días os traíamos nuestra crónica de ese primer largo de la banda, Go Dark While, disco que Rubick, tal y como nos contaron en la entrevista tienen previsto mover por el país y es que la calidad del lp es indiscutible y Valencia el mejor sitio donde empezar a moverlo. Pero volvamos al concierto. Arrancó con Black Oceans, tema elegido para poner la banda sonora a la promo del concierto. Durante la entrevista nos hablaron bastante del segundo tema de la noche, uno de sus temas nuevos, Love, una canción realmente completa y que puede convertirse sin dificultad en el tema emblema del grupo. No nos mentían cuando nos decían que estaban realmente contentos con él.
Sonaron otros temas nuevos durante la actuación como Demons o el ya estrenado en Wah Wah Why you care, uno de mis favoritos y un tema que, junto con Love y Be my light supone un ligero cambio en el estilo del grupo que progresivamente parece estar pasando del rock británico al rock puro y duro, eso si, sin dejar sus raices de lado y es que es algo realmente importante.
Yo tuve que situarme en un extremo del escenario ya que quería hacer unos videos que completaran esta crónica y desde allí pude observar una vez más, lo que mueven estos chicos. Justo a mi derecha un grupo de chicas de veintipocos cantando todas las canciones (salvo las nuevas claro), saltando, bailando… en definitiva dotando de aún más energía si cabe a la banda desde abajo y realmente se notó como se contagiaban en temas como Frozen.
Se fueron sucediendo los temas como Go dark while, Steven, She’s got the show, Sleeping in the sky hasta que llegaba el final del concierto con ese tándem Bandits-Bastards, dos canciones idóneas para tocarse una detrás de otra cerrando un concierto. solo puedo cerrar esta crónica agradeciendo a Jose, David, Ander, Adrián, Richi y David por otra gran noche de rock and roll.
El 25 de noviembre tendremos la suerte de poder verlos en uno de sus conciertos en Madrid en la sala Lolita’s Lounge así que en cuatro semanas tendréis otra crónica de Rubick en La Gramola de Keith!!
