“Con la música me pasa que la escucho, la reproduzco la interpreto y la escribo y la canto por impulso y de vez en cuando me encuentro una canción”.
El próximo viernes día 31 de de Julio, Carmela en Drama actuará en la sala El Volander. Charlamos con ella acerca de su obra, su puesta en escena y su modo de entender la música.
Puertas 21.30
Concierto 22.00
entradas: aquí
Mamen es un océano de talento y valentía, esta hecha de música, se le nota en cada gesto que es el lenguaje de su alma. Carmela en Drama tiene un sello indiscutible, intimista, sensible, lleno de talento, algo diferente en el panorama musical actual.
Ella es una mujer que ama la música sin condiciones y apenas nos sentamos a hablar confiesa que le hace falta componer porque ese es su modo de expresarse, de exorcizar los demonios y de darle forma a lo que siente, a los miedos, las alegrías, los sueños conseguidos y los que acabaron tirados en alguna cuneta.
Y así, frente a una mujer con alma de cantautora y espíritu rockandrolera arranco esta entrevista en la que desgranamos su EP publicado en septiembre del 2018 “Serendipia”
Mamen Escriche: ME
Javier Chico: JC
JC: Empezaremos por la definición del titulo del trabajo.
Serendipia:
1. nombre femenino Circunstancia de encontrar por casualidad algo que no se buscaba.
JC: ¿Cuál ha sido la Serendipia de tu vida hasta el momento?
ME: Pues yo no buscaba compartir con nadie más que conmigo misma y con quien me generaba esas emociones y esas sensaciones mi música. Yo estudié en su día música y lo adquirí como lenguaje, pero durante un tiempo no lo utilicé para comunicarme y de hecho cuando estudié piano lo que hacía era interpretar música de otros. Pero, en un momento de la vida relacionado con eso de empezar a vivir, a elegir tus propios caminos, a darte tus primeros golpes y a empezar a sentirlo todo a flor de piel, es ahí cuando mi mente encontró ese lenguaje para comunicar cosas; mi catarsis. Descubrí que mi manera de canalizar o de vehiculizar las emociones era hacer canciones. Yo jamás había cantado y nunca había construido una canción y la verdad es que cuando encuentro una canción es como una serendipia.
JC: ¿A qué edad compusiste tu primera canción y cuál fue?
ME: Fue con 22 años, en plena adolescencia, porque yo la pasé ahí…(risas) con ese enamorarse casi por primera vez y encontrarme conmigo misma con mi forma de sentir, mi sexualidad, mi yo más auténtico. Fue entonces cuando empezó a surgir la necesidad de transmitir esas emociones pues me daba un poco menos de vergüenza contarlo con una canción que decirlo ahí directamente. De hecho, la primera canción que escribí me daba tanta vergüenza decir que la había escrito yo, que decía…”te voy a tocar la última canción de Jorge Drexler” jajajajajaja…y luego ya desvelaba que era mía (risas) pero me servía de tanteo….
Con el tiempo empecé a ser más objetiva conmigo misma porque suelo ser bastante autoexigente o no terminar de creerme lo que hago, me cuesta creer que provoque algo muy guay, puesto que lo hago por necesidad, sin embargo, a veces es verdad que me pasa eso de encontrarme con una canción y saber que es una canción que va a quedarse en la gente, que va a gustar porque me gusta a mí, pero no lo siento como creadora si no como descubridora, porque me lo tomo como el que se encuentra algo, no?, como que de repente pegas cuatro brochazos en el lienzo y dices, ostras esto no lo voy a tocar que esto me está diciendo cosas. Pues me pasa eso. Pero, al principio me costaba un poco escribir canciones y tenía tres o cuatro personas de seguridad a las que le decía, ¿esto te dice algo? ¿Te emociona?
JC: ¿Cuál fue tu formación musical?
ME: Teníamos un teclado en casa y yo empecé a tocarlo porque me generaba curiosidad. En mi casa se escuchaba mucha música y mis padres se defienden con la guitarra y en las reuniones familiares siempre acaba alguien con una guitarra en la mano cantando canciones populares, jotas en el caso de mi padre… (risas)
Entonces me apuntaron a una academia de música y allí empecé a curiosear y cuando vieron que tenía interés me llevaron a un profesor y de ahí a la academia y de ahí al conservatorio y desde los 7 añitos ahí estoy, dándole a la tecla y formándome. Lo que más me estimuló fue que empecé ya pudiendo tocar sin leer la partitura, no fue una formación al uso, era como que tenía que aprender recursos para sacarle más partido a esto que ya me gusta hacer, que es tocar el piano, y lo disfrute mucho. Es verdad que sacrifique mi infancia y mi adolescencia porque no había otra actividad que no fuera hacer piano. Hice durante un tiempo algo de deporte, que también aporta mucho, pero la mayoría de mi tiempo estaba dedicado a la música, empalmaba el colegio con el conservatorio y llegaba a las a diez a casa. Para mi vivir así con la vida “petada”, es mi modo de vida y soy feliz así, no me importa no dejar huecos en medio y no me importa llevar como una doble vida, para mí siempre ha sido como estimulante el cambiarme de ropa en “la cabina” … (risas)
JC: Bueno, quizá ahora te esté llegando la recompensa de aquel esfuerzo.
ME: Claro, de hecho, cuando abandoné temporalmente la música, que fue cuando empecé la carrera de medicina, fue cuando estaba en superior de piano y tenía que elegir. Me decanté por la medicina porque también me apasionaba y me generaba mucha curiosidad, pero siempre lo eché de menos y sabía que iba a volver. Y volví con un instrumento que no era el mío, la guitarra. Y lo agradezco mucho, porque volvió a mí de una manera que es con la que más me identificaba. Cuando era pequeña interpretaba a otros, pero me daba cuenta que no ejecutaba mejor que otros, y al volver a la música, volví como lenguaje para poder crear yo y eso me fascina.
JC: ¿Cómo compones? ¿cómo te llegan las canciones?
ME: Normalmente las canciones surgen de sentimientos, sentimientos que destacan respecto a otros sentimientos que tengo a lo largo del día, que son muchísimos… (jaja) vivo todo muy intensamente y de repente hay una emoción que gana a las demás y esa emoción genera un verso en mi cabeza y el verso tiene como su propia música, su propio compás, su propia melodía intrínseca y a partir de ahí empiezo a armonizar y empiezo a buscarle la vuelta y me entran ganas de llegar a casa, olvido el plan que tenía que hacer, busco un instrumento, y empiezo a explorar esa sensación. Hay veces que las canciones salen del tirón y otras se quedan en trocitos y al tiempo si recupero esa emoción pues las termino.
JC: ¿Cómo te sientes mostrando así tu alma y tu visión del amor?
ME: Lo digo mucho en los conciertos. Para mi hacer un bolo en formato acústico es desnudarme completamente y contaros en un momento todo lo que me pasa.
Realmente es que no me cuesta hablar de sentimientos, creo que hablar de ello, más que hacerte vulnerable lo que hace es que te conecta con otra persona.
El hecho de atreverme a contar mis movidas, mis sentimientos, mi forma de querer, mi sexualidad, mi intensidad, en lugar de provocarme vergüenza, me ayuda a conectar con una emoción que alguien ha sentido como yo. Cuando estoy contando una historia de amor, obviamente es con una mujer, o una circunstancia concreta que ha sucedido y alguien encuentra una similitud con algo que ha vivido, entonces estamos desnudándonos los dos, en el fondo la gente que se emociona escuchándome es porque ha sentido lo mismo, entonces pierdo la vergüenza.
JC: ¿Tus conciertos son siempre en acústico?
ME: Hasta hace poquito si, estaba yo sola ante el peligro, pero como soy una tía con mucha suerte, que es algo que digo siempre (risas) he encontrado a unos músicos maravillosos con los que estoy encontrando la manera de contar las mismas cosas, pero con una banda muy especial y estamos empezando a hacer bolos. Y lo dejo ahí para quien venga a escucharnos sea libre de contar qué es lo que se siente, porque es algo distinto a lo que se siente al escucharme en acústico, soy la misma pero probablemente en banda puedo transmitir otra energía que también forma parte de mí. Me dicen mucho que transmito serenidad, que a pesar de estar hablando de un sentimiento muy intenso, provoco mucha serenidad y creo que con la banda también puedo transmitir otra serie de emociones, porque soy una persona muy viva muy activa muy desenfrenada y tengo otros temas que igual en acústico no los puedo mostrar porque se quedan un poco pobres armónicamente interpretados solo con guitarra o solo con teclado y al interpretarlos con la banda adquieren otro rango y transmiten otras emociones.
JC: Háblanos de los integrantes de la banda.
ME: En la percusión tenemos a Alicia Navarro que es una mujer maravillosa, es técnico de sonido y percusionista. A la guitarra tengo a Manu Vicente que es un genio y creo que no es consciente de que lo es y por eso es aún más genio y que hace crecer las canciones, solo suma. Es muy fácil que la gente tenga ideas, pero el gusto es algo que se tiene o no se tiene y Manu tiene mucho gusto. Y lo hace todo con cariño y con gusto y me da la seguridad de que hagamos lo que hagamos el resultado va a ser placentero. Al bajo tengo a Carlos Mar que es un tío genial, acaba de terminar la carrera de bajo, es súper versátil, es muy creativo, siempre está dispuesto a todo. Esperemos que los tres sigan aquí en el barco por muchos años y que construyamos muchos temas que compartir con todos.
JC: ¿Qué ingredientes debe tener a tu juicio la canción perfecta?
ME: Uf….. Ojalá tuviera la fórmula porque me pasaría la vida cocinándolas. Yo creo que el arte en general debe ser algo que provoque un vuelco. Hay canciones que te lo provocan por la armonía, por el ritmo, por lo que transmiten… La comunión perfecta sería una canción en la que la armonía transmita exactamente lo que está diciendo en ese momento la letra. De hecho, cuando compongo mis canciones pongo especial interés en que el contenido de mis letras sea congruente con el ritmo que está llevando. Me llaman mucho la atención los y las compositoras que cuidan mucho esas letras incluso sin ser frases muy rebuscadas. Un Sabina que juega con un lenguaje cotidiano, lo pone del revés y solo por un adjetivo que ha utilizado te ha creado ahí claramente la imagen o la sensación que te quiere transmitir, que a mí me fascina.
JC: Ahora que hablas de Sabina, te quería hacer referencia a él con tu canción “Género”, tu canción más sabinesca. Tiene un aire canalla, las rimas están muy acertadas y se nota que lo tienes muy oído.
ME: Es que lo he desayunado, comido y cenado mucho. Hace poco estuve en un bolo de Pancho Varona y hablaba de la obsesión de Sabina por encontrar la palabra exacta, como que no descansa hasta dar con lo que en su cabeza termina de engranar todo. Y a mí, me pasa mucho eso, sentir que los versos son piezas de puzzle y que es esa palabra la que quería.
JC: Y todas estas canciones, sin ánimo de ahondar en la llaga, imagino que muchas tendrán nombre propio ¿ no?
ME: Todas, absolutamente todas. Es una movida, me gustaría hacer una terapia de cantautores (risas). Hablaba hace poco con un amigo que me contaba que sus amigos identificaban cada canción con cada una de sus ex parejas. Así que, si, indudablemente tienen dueña, generalmente, casi todas ellas. Es una sensación que es inevitable y puede haberlas provocado de inicio una persona, pero luego ese sentimiento se ha repetido o se ha extendido.
JC: ¿Qué CD llevas en el coche?
ME: Pues no recuerdo, yo soy más de plataformas, que yo soy Millenial (risas) en concreto Spotify, la quemo. No sé qué era de mi vida antes de Spotify. Además, necesito música para todo, para cocinar, para ducharme….
JC: Pues ábrelo, a ver cuáles han sido tus últimas búsquedas…
ME: ¡A ver…Puede ser muy loco, eh! Veamos. Tengo una lista que se llama “Rimemba”, llevo un mes loca con el “Ride Like the Wind” de Chritopher Cross, con la de “Kiss from a Rose” de Seal y con “I’m Still Standing” de Elton John.
Muy fan de Michael Jackson, Antonio Flores, Coldplay, M83, The Weekends, y musicote, música electrónica. Y mucho indie; Ferreiro, Love of Lesbian…pop español…
JC: ¿Con quién te gustaría hacer una colaboración?
ME: Iván Ferreiro, lo tengo clarísimo. Podría hacer algo con El Kanka, con Xoel López, Rozalén, Santi Balmes, La Habitación Roja, con cualquiera de ellos me encantaría.
JC: Tienes una canción en valenciano, ¿cómo sale esto?
ME: Se trata de un encargo, del estudio Cap de Suro, que es un estudio que anteriormente estaba formado por Xavi Gurrea, y Ariadna González. Ya habíamos hecho alguna colaboración. Y en este caso para la falla municipal infantil del ayuntamiento hicimos este tema “Paradera de flors núm 14” y la grabamos en un estudio con la corte de honor y el día de la planta montaron un escenario debajo del balcón del ayuntamiento y tocamos esa y otros temas en directo y fue súper emotivo y muy bonito. Es mi única canción en valenciano pero me parece muy guay el utilizar nuestra lengua y el hecho de cuidar los elementos de la cultura, con lo cual, quizá explore un poco más el componer en valenciano.
JC: ¿Qué esperas de esta aventura, que esperas de Carmela en Drama?
ME: Cuando era pequeñita con 3 o 4 años simulaba que tocaba el piano y me ponía a cantar, entonces me siento muy yo arriba de un escenario y espero que Carmela en Drama me permita ser ese yo.
Te voy a dar una primicia, y es que la editorial “Olé libros” va a publicar en breve mi primer libro que se llama “Todas mis vidas” que es un libro de poemitas que incluye la mayoría de las letras de mis canciones y el libro hace referencia a cómo siento yo que vivo la vida, tengo como distintas facetas dentro de mi vida, ya no solo las que cronológicamente he ido viviendo, si no que si haces un corte transversal en mi vida, hoy soy muchas Mamenes, Carmelas, por eso mi nombre que es tan bonito y tan versátil pues tengo como distintos nombres para una misma yo pero el yo Carmela me hace sentirme muy identificada y espero que Carmela tenga cabida en un escenario donde el sonido de Carmela en Drama sea especial, que la gente lo identifique y sienta cosas y que les siga apeteciendo que les cuente que es lo que me pasa a través de mis canciones.
