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viernes, abril 26, 2024

«Antes que un ser social, soy un ser musical» – Entrevista a Ángel Andebers

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Hay personas que merecen ser conocidas por su encantadora esencia, personas a las que la gran mayoría de la población quiere, como lo está siendo la actriz Ana Milán estos últimos días. Bien, una de esas personas también es Ángel Rubio, artísticamente conocido como Ángel Andebers. No lo digo yo, lo dicen sus actos, y su corta e intensa trayectoria en la vida hasta conseguir ser lo que siempre soñó: un músico y cantante que interpreta sus letras dejando volar libremente a los pájaros de su cabeza

A veces nos hace falta un punto de inflexión para no caer de completo al vacío. Y ese es Ángel Andebers. El propio salvador de su vida, aún estando cruzando una de sus mayores crisis existenciales, por eso os hablo de él y os traigo su figura – así como su nuevo single – en pleno caos mundial. Pasen, lean, escuchen y disfruten, merecerá la pena. 

Defínete con una palabra.

Oniria.

¿Por qué esa palabra?

Esa palabra no existe como tal, pero nos la regaló hace unos años Love of Lesbian en una de sus mejores canciones y me sentí muy identificado con el término, a pesar de no aparecer en la RAE. La canción narra el encuentro entre dos seres o conceptos como son Oniria e Insomnia, a simple vista antagónicos, y me veo muy reflejado en esa búsqueda constante de tu complemento perfecto. Desde pequeño he buscado a esa Insomnia u Oniria con la que me complemente y me ha llegado a dar ansiedad el hecho de no encontrar ese “reencuentro inesperado en noche azul” que cita Santi Balmes.

¿Concuerda esa definición con tu personalidad musical/artística?

Sí, soy una persona bastante soñadora e inquieta, y en lo onírico se ven reflejadas ambas cualidades. De hecho, Santi Balmes es un claro referente y una persona a la que admirar por su facilidad y calidad poética.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, ¿de dónde sale Ángel Andebers?

Ángel Andebers nace de la transcripción literal de “and the birds” (y los pájaros en inglés). Surge de la frase de “tienes muchos pájaros en la cabeza”, la cual he escuchado de manera despectiva en infinidad de ocasiones desde que soy pequeño. Mi primer single “El mal querer” surge por esta frase, y quise utilizar el “insulto” y apropiarme de él para que no me pueda doler, tal y como hacen muchos gays con el concepto maricón. Al final, autorepresentarte con el insulto hace que pierda el sentido peyorativo de la palabra.

¿Has sentido en algún momento pánico por abrirte de esta manera más íntima al mundo en forma de canción?

Sí y no. Realmente me abro mucho más al explicar las canciones o al hablar de otras cosas en las entrevistas. Mi persona es bastante transparente y directa y de hecho en mi Instagram hablo sin tapujos de cualquier cosa y me da bastante igual. No hay mucho personaje en mi persona. Digo lo que pienso y como lo pienso. El pánico puede aparecer en determinados momentos de vulnerabilidad. Sin embargo, yo dejo claras mis posturas en muchos temas que me pueden traer muchos haters, como ya me ha sucedido tras unas declaraciones políticas que hice en la revista Shangay. Pero cualquier tipo de exposición puede traerte “problemitas” y no por eso nos vamos a encerrar en un eterno confinamiento para que nada nos pueda afectar.

¿Qué mantienes de ese Ángel Rubio “periodista melómano con complejo de artista” en Andebers?

Todo. Creo que periodista nunca dejaré de ser. En todas las entrevistas termino citando a decenas de grupos que me gustan, apoyando a otros y soltando algún que otro comentario crítico con bandas que no me interesan.

¿Qué busca Ángel Andebers en un futuro?

Intentar hacer algo digno en la música y vivir de ello, pero eso sería lo más onírico. Pero siendo realistas, encontrar la felicidad y estabilidad emocional y laboral. Ahora mismo estoy en un momento de mi vida que mientras no me toquen el coño y no empeore nada, todo está bien.

Tu primer single “El mal querer” es un tema bastante ochentero. ¿El resto de tu EP seguirá esta línea?

Justo estoy trabajando en más temas y no sé qué onda van a tomar. El primer single es muy ochentero y es justo lo que buscaba. Pero en el resto que estoy experimentando son temas que van desde Sen Senra a Nacho Vegas o a un bolero alternativo que estoy encaprichado y me encantaría hacer. La verdad no me gustaría hacer un EP con un estilo único, prefiero escuchar trabajos con diversidad de estilos. No quiero hacer un Izal, que se mantienen siempre igual, quiero hacer un Dover o un Mucho y experimentar trabajo tras trabajo.

Sabemos que a todos “El mal querer” nos traslada directamente a Rosalía y seguro que no es la primera vez que te lo han dicho, pero ¿te ha perjudicado?

Sí, de hecho es lo más recurrente en las entrevistas y conversaciones. Sinceramente no pienso en si me ha perjudicado o no, solo sé que era el título que más me gustaba para el single porque era el resumen y la definición más perfecta de la letra. Es un single que habla de las formas cuestionables de querer que tenemos la sociedad, donde identificamos el grado de amor de una persona dependiendo de si va al funeral o no de un familiar cuando muere. El querer se representa día a día, apoyando a las personas en momentos de debilidad, teniendo empatía y no creando más traumas y debilidades psicológicas de los que podamos acarrear cada persona.

¿Qué acogida esperabas para tu single? ¿Se ha cumplido?

No esperaba ninguna acogida en específico, solo quería mostrar esta canción que creo que tiene un mensaje interesante y ya. Si un par de personas se han cuestionado su forma de querer y han reflexionado sobre el tema, con eso me doy por contento. Si me hubieras preguntado que qué acogida quería, te hubiera dicho que una mucho mayor, con miles de reproducciones y mayor apoyo de amigos de la escena musical. He echado en falta algunos apoyos, pero todo está bien. Solo pienso en seguir escribiendo canciones y en mejorar mi capacidad vocal.

¿Qué es el éxito para ti?

Acostarme todas las noches con la conciencia tranquila de que he actuado ese día en consonancia de lo que yo considero que es ético y de ser buena persona. Si esto lo acompañas de una estabilidad económica que me permita viajar una vez al año e ir al supermercado sin la necesidad de comparar precios, con eso me doy por satisfecho.

¿Y por qué la música como profesión? Tanto a nivel artístico como periodístico.

Porque antes que un ser social, soy un ser musical. En mi casa nunca hubo una pasión por la música, sin embargo yo con cuatro años ya me volvía loco con la música. Mis cartas a los reyes magos estaban repletas de discos. Con lo que más disfrutaba de pequeño eran de las verbenas de los pueblos. Gracias a mi evolución personal, hoy en día disfruto con otro tipo de música, pero mi pasión, mis ganas de bailar y de musicalizarlo todo siguen intactas.

El hecho de publicar tu primera canción en medio de una pandemia mundial, ¿ha sido casualidad o destino?

Desgraciadamente casualidad y destino. Yo empecé a trabajar esta canción en agosto, pero en octubre mi primer productor dejó la canción a medias y tuve que comenzar de nuevo. Conocí a Fer Viram y Gonzo Vallecillo, mis acompañantes en esta aventura, y nos pusimos a trabajar en una versión nueva. Ellos están en otros proyectos musicales como Crymes, y fue un proceso de creación y finalización lento. Me habría encantado lanzar la canción en enero, pero se tuvo que retrasar bastante, pero por fin está.

Tienes a toda tu familia en España, pero tú llevas viviendo cerca de dos años en México. ¿Crees que se está viviendo de la misma forma esta crisis sanitaria en ambos países?

No, en México está de una forma muchísimo más relajada. Ojalá que no lleguemos a la situación de España, porque México no está preparada para soportar una crisis social y económica tan bestia.

¿Y a nivel cultural? Puesto que la cultura en España está ocasionando en los últimos días un gran debate, ¿cómo lo ves tú desde dentro del mismo escenario señalado?

Igual, los eventos ya llevan semanas cancelados. A la música y a todas las actividades culturales y artísticas le han dado al pause y no se sabe cuando se van a reprogramar.

¿Crees que es un buen momento para exprimir cualidades artísticas?

Creo que es un buen momento para tomarnos las cosas de manera relajada y reflexionar todxs. Esta reflexión le llevará a mucha gente a exprimir cualidades artísticas y a otra mucha a tirarse al sofá y ver la vida pasar. Ambas son igual de respetables, no podemos autoagobiarnos obligándonos a ser creativos y productivos. Esta cuarentena intenté obligarme a crear y no me ha salido casi nada. Aunque el otro día, tras escuchar a Billy Manhattan, un joven artista mexicano, me inspiró un montón y creé una de las mejores letras que creo que he hecho hasta ahora. Las cualidades artísticas hay que exprimirlas cuando tengamos cosas para exprimir. Si una naranja en un momento no tiene zumo, por más que se le exprima no se sacará nada. La cabeza creativa del ser humano debe ser algo parecido a una naranja, a veces tienen más zumo y otras apenas tienen.

¿Qué consejo le darías a toda esa gente que está en su casa y no se atreve a publicar alguna canción suya, aunque sea en Instagram?

Que se atrevan y lo hagan. A mí me interesa mucho más ver un vídeo de una persona cantando una canción que ha creado en cinco minutos que un cutre selfie sin camiseta o un plato de comida. Todos son respetables, pero a mí me aportan e interesan más cualquier creación que haga una persona, ya me parezca luego mejor o peor canción.

Hablando de Instagram, ¿hasta qué punto benefician y perjudican las redes sociales en una carrera profesional y/o artística? Hoy en día está muy presente la ley de “si no estás en ellas, no existes”.

Más bien si eres un artista emergente y no estás en redes sociales, no existes. ¿Por qué? Porque por desgracia es la única manera que tenemos la gente que estamos iniciando proyectos en darlos a conocer, ya sea Youtube, Instagram o Spotify. Lady Gaga, The Cure o Raphael no necesitan redes sociales, porque ellos ya tienen medios y trayectoria suficientes para promocionarse. Sin embargo, un pequeño artista cuyo principal medio para acercarse a sus seguidores son las redes, si se las quitas desgraciadamente no va a hacer nada.

Ahora que ya has podido encauzarte en una carrera musical, ¿cambiarías algo de tu pasado para llegar a ella de manera más rápida?

Totalmente sí: habría ignorado hacer la carrera de periodismo. Me hubiera centrado en aprender a tocar la guitarra y hubiera invertido el dinero de estudiar cuatro años en Madrid en aprender a cantar bien. Hoy me veo con 27 años que voy a cumplir pronto y siento que he perdido media vida buscando mi espacio, cuando sabía desde pequeño que no estaba en ninguna carrera académica y que lo que quería era la música sí o también.

Por último, ¿qué crees que debe cambiar en el panorama musical para que todo funcionase mejor?

No sé, no soy Aramis Fuster, ni Esperanza Gracia que adivinan el futuro, ni ningún facha de VOX que sabe cómo actuar incluso cuando ni los especialistas saben. Lo único que creo es que las grandes bandas deberían apoyar a las pequeñas con el simple hecho de una mención en entrevistas, como hizo Amaia con Lalaloveyou, o una publicación en redes sociales para mostrar nuevos proyectos. La industria musical está muy contaminada por puros intereses, en el que parece que solo mostramos proyectos de otras personas si con eso sacamos un beneficio. El networking ha llegado a la música y es el peor virus que ha sufrido la industria en mucho tiempo.

Ángel Andebers - El mal querer
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África Piqueras
África Piqueras
Periodista titulada, a veces pienso que por vocación. Melómana de profesión y redactora por amor.
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