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viernes, abril 26, 2024

Ángel Stanich, días épicos

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Con motivo de la fiesta del WegowDay actuaron en la sala Moon : Marta Andrés, Tulsa Y Ángel Stanich.

La vallisoletana, Marta Andrés, acompañada de su banda, fue la encargada de abrir la noche, presentando su álbum “Salvaje”, High Fidelity, 2018

La increíble voz de Miren Iza ,Tulsa, te cautiva al instante, es lo que me ocurrió a mi al escucharla por primera vez y ha vuelto a conseguirlo en la colaboración en el último álbum de León Benavente. Así que no es de extrañar que volviera a hacerlo el pasado viernes en el concierto en la sala Moon.

Como ella decía, es difícil hacer un concierto acústico en una sala,  en horario nocturno y que el público consiga «meterse» en él, pero quizás el susto del reventón de rueda de camino a valencia les dio un plus de energía e hizo que se entregarán a tope para conseguir conquistar al público, que acabó rendido a sus pies.

Cuando Miren cuenta con la banda al completo está rodeada  por cinco músicos más, pero para este formato, vino escudada por el polifacético y multiinstrumentista Charlie Bautista, un auténtico músico: teclados, guitarra y coros en el escenario y productor bajo de el. Increíble todo lo que le sacó a su Fender Jaguar.

Verles actuar fue un regalo para los sentidos.

Con el Twin Peaks Theme de Angelo Badalamenti, aparecieron en el escenario los muchachos de la Ángel Stanich Band. Es el último concierto de la gira y en sus rostros se percibe esa mezcla de cansancio acompañada de la adrenalina del último disparo.

“Un día épico” fue la encargada de abrir la sesión, y desde el primer momento el público se entregó a la causa.

Stanich ha conseguido crear ese personaje hermético, introvertido,  que sobre el escenario se muestra cercano y salvaje. Esa voz tan característica que yo creo es una mezcla de su timbre original más el moldeado ocasionado por el influjo de sus artistas predilectos y el modulado-forzado ex profeso para el personaje.

Tiene un buen puñado de canciones. Estructuras sonoras apoyadas en el R’N’R más de base, me atrevería a decir, con sabor a western. Todo esto apuntalado por una batería que sustenta ese ritmo y que remarca los espacios donde respiran las cuerdas. Un bajo que lleva a todos de la mano y ese toque psicodélico guiado por los dactilares de Jave. Y aunque todos ellos suenan muy bien en el disco, son atronadores en vivo y junto con la puesta en escena de Stanich, crean una combinación explosiva que convierte en himnos todos los temas que tocan; “Salvad a las ballenas”, “Señor Tosco”, “Escupe Fuego”

Como suele ser habitual en él, hizo una versión de un tema sorpresa, en este caso fue “América” de Nino Bravo, que parecía estar sonando desde un Cadillac por una carretera de California.

Cuando Stanich advirtió del final del concierto  faltaban dos himnos por sonar; “Mátame Camión” y “Metralleta Joe”, así que quise celebrarlo cerveza en mano y salí de las primeras filas hacía la barra de la entrada lo que me permitió comprobar el grado de satisfacción en el rostro de la gente. Un concierto como este te hace segregar adrenalina a “grifo abierto” y la dosis aumenta a medida que te aproximas al escenario, alcanzado sus máximos niveles justo a un palmo del micrófono. El santanderino terminó bañado en su sudor.

Podría contar muchas cosas más, como por ejemplo que a Jave le petó su teclado pero por suerte para él  antes de que nadie lo advirtiera, ya estaba Charlie Bautista abriendo la funda del suyo para prestarselo (como dije antes un auténtico profesional). O que en la última canción, que fue “Mátame Camión”, Ángel bajó a la pista para dejarse llevar en volandas por el público cual Jesús Levitante.

Pero creedme cuando os digo que por mucha pasión que yo le ponga a contar lo ocurrido no es comparable a vivir esa experiencia en directo. Sin duda alguna la música en directo tiene algo especial que ninguna otra cosa te puede hacer sentir.

Bien sabe Ángel Estanislao Sánchez Durán los días épicos que habrá vivido en esta gira.

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Javier Chico
Javier Chicohttp://vierchi.com
Solo cuando duermo no estoy escuchando música. Insomne. Disfrutón. Trabajo con la madera. Tengo en mi cabeza un montón de palabras y las voy esparciendo por aquí. Intento contar lo que veo en los conciertos. Emotion developer.
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