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sábado, abril 27, 2024

Imprescindibles Gramoleros – Let it bleed (The Rolling Stones)

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Desde hacía tiempo teníamos pensado recuperar esas miradas hacia atrás que hacíamos en La Gramola de Keith en sus inicios, recomendar discos o artistas clásicos y esta temporada nace Imprescindibles Gramoleros, sección en la cual miembros de la redacción y algún que otro «artista invitado» os recomendaremos un disco o un artista en un extenso post.

No se me ocurre mejor primera entrega para esta sección que uno de mis discos de cabecera, de los pocos que aún escucho de principio a fin siempre, el Let it bleed de The Rolling Stones.

El disco se editó el 5 de diciembre de 1969 y fue el primero en el que Mick Taylor participaba como guitarrista oficial de los Stones tras el despido y posterior defunción de Brian Jones que llegó a grabar en un par de temas del disco, You got the silver y Midnight Rambler.

La curiosa portada del disco es obra de Robert Brownjohn inspirada por un título provisional de la obra, Automatic Changer .

En labores de producción se contó con Jimmy Miller en la que sería su segunda colaboración con la banda británica tras hacer lo propio en Beggars Banquet.

El disco empieza de una manera inmejorable con Gimme Shelter, canción que daría titulo además al rockumental que recogía todo lo que ocurrió en aquella noche trágica de Altamont, cuando falleció un miembro del público del concierto gratuito que los Stones ofrecían para agradecer a los fans americanos el cariño que les daban.

La voz femenina es la de Merry Clayton, solista y corista que colaboró con muchísimas bandas en esa época. Aprovecho para recomendaros el documental 20 feet from stardom que aquí se tradujo como A 20 pasos de la fama en el que aparecen otra habitual de los Stones como es Lisa Fischer.

Esta canción ha sido utilizada en varias ocasiones en bandas sonoras de películas. Curiosamente aparece en tres películas de Martin Scorsese: Uno de los nuestros, Casino e Infiltrados. Cuando se presentó el rockumental Shine a Light dirigido por Scorsese y protagonizado por los Stones, Mick Jagger dijo en la rueda de prensa «creo que es la primera película de Scorsese en la que no suena Gimme Shelter«.

El disco continúa con una versión del clásico de Robert Johnson, Love in vain, tema que más tarde versionearía otro grande del rock y el blues como Eric Clapton. Keith Richards admitió que era un tema que le encantaba desde que la escuchó por primera vez y que no quería simplemente copiar la canción sino darle un toque más country así que tras ensayarla un par de veces con su amigo Gram Parsons, se la presentó a Jagger y a este le gustó la idea de darle un giro.

Y seguimos con el country y con las versiones y es que si alguien es capaz de rizar el rizo y de versionarse a sí mismos esos son los Stones. Unos meses antes de editar este Let it bleed, la banda británica sacaba en formato single un tema llamado Honky Tonk Women que incluía como cara B una canción que si iría incluida en su nuevo disco. Ante la gran acogida que tuvo la canción y estando Jagger y Richards, aunque más este último, coqueteando con el country, decidieron hacer una versión country del tema al que titularon Country Honk. En mi opinión una auténtica genialidad.

Byron Berline, que era muy amigo de Parsons, de hecho un par de años más tarde formaría parte de su banda, The Flying Burritos, grabó el violín en la canción y la actriz y cantante Nanette Workman se encargó de los coros.

El disco sigue con la hilarante Live with me, una de las canciones más bizarras en cuanto a letra que hicieron los Stones pero que les ha dado mucho juego en directo. Es la primera canción en la que participó uno de los miembros no oficiales de la banda, entiendase por esto músicos que llevan acompañándoles décadas, como es el saxofonista Bobby Keys. También participaron en el tema los teclistas Leon Russell y Nicky Hopkins que también participaría en más discos de la banda y que lo había hecho con anterioridad con The Beatles y Led Zeppelin.

Let it bleed es el tema que da título al disco y la que cerraba la cara A del mismo. Nunca ha sido un tema habitual en los repertorios de la banda en directo. La recuperaron con motivo del lanzamiento del Stripped, una especie de respuesta a estos Umplugged de la MTV que estaban tan de moda entre principios y mediados de los 90. Es curioso como mucha gente opina que entre Beatles y Stones había una rivalidad y yo he llegado a leer que el título de este disco era como una respuesta gamberra al Let it Be de The Beatles, ya que la canción de unos habla de drogas y sexo y la de los de Liverpool es casi una canción religiosa con incluso mención a la virgen María, pero el Let it Bleed salió a finales de 1969 y el Let it Be vio la luz casi un año después. Entre ambas bandas había mucha complicidad y buen rollo e incluso se avisaban de cuando una banda iba a sacar disco/single para no coincidir y no ser rivales en ventas.

La cara B del disco arranca con Midnight Rambler, canción inspirada en el extrangulador de Boston, Albert DeSalvo. Es unos de los temas más largos de todos cuantos han publicado los Stones con 6 minutos 54 segundos y en directo es fácil que se alargue hasta los 10 minutos ya que los parones que tiene la canción y los solos de armónica de Jagger son propicios para ello. En casi todos los discos de la década de los 60 de la banda británica había un hueco para el blues y en este disco ese hueco lo ocupa este tema que sigue siendo un habitual en sus directos.

Y si en todos los discos había un hueco para el blues, también lo habría a partir de este disco para que Richards cogiese el micro y cantase uno de los temas (sin Jagger claro y es que ya habían compartido micro en algún tema como Something happened to me yesterday). You got the silver es un tema 100% Keith Richards y es que salvo un par de excepciones como Happy (Exile on Main Street) o Before they make me run (Some Girls), Richards suele cantar temas lentos como este que parece inspirado en su novia de entonces, Anita Pallenberg, chica que cuenta la leyenda que le quitó a su compañero Brian Jones en un viaje en coche por España y más concretamente en Valencia.

El disco se va acercando al final con Monkey Man, un tributo al artista italiano Mario Schifano. Es de las pocas canciones de la banda en la que han utilizado un xilófono. Es otro de los temas utilizados por Scorsese en alguna de sus películas. A mi personalmente me es imposible escuchar esta canción y no pensar en Ray Liotta en Uno de los Nuestros (Goodfellas) totalmente pálido y huyendo de un helicóptero que le va persiguiendo por toda la ciudad. Como muchos de los temas del disco se podría definir su estructura como anárquica y como en el caso de Midnight Rambler, en directo también puede extenderse tanto como a Jagger le dé la gana.

Y hablando de canciones que se extienden, el disco se cierra con posiblemente la canción más larga de la discografía de los Stones y también uno de sus grandes éxitos, You can’t always get what you want, tema que arranca con el coro Bach de Londres (aunque en algunos recopilatorios posteriores esta parte está suprimida). Se podría definir este tema como una gran superproducción ya que además de guitarras, bajo y batería hay piano, órgano, corneta, congas y maracas. A Charlie Watts le costaba seguir el ritmo de la canción con lo que las baterías las grabó Jimmy Miller. Volviendo a Stones vs Beatles, Jagger reconoció que quizá sin Hey Jude no existiría este tema. La letra que mezcla drogas, política y amor se consideró en la época como una despedida a una década revolucionaria como fue la de los 60.

Y esto es todo amigos. Pronto habrá más entregas de los Imprescindibles Gramoleros. Si se os ocurre discos que os gustaría que estuvieran en la sección sería genial que nos lo hicieseis llegar a través de comentarios o en nuestras redes sociales.

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Mike
Mike
Director y fundador de La Gramola de Keith. Apasionado de la música y camarógrafo y editor de video a tiempo parcial en Nanuk Audiovisual Studio.
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