Un año más me siento frente al ordenador con la difícil misión de haceros llegar mis sensaciones tras el FIB y, lejos de mucho de lo que he leído a través de las redes sociales que hablan muy negativamente de la edición de este año, yo no traigo más que buenas palabras sobretodo acerca de varias de las bandas a las que no había tenido el gusto de ver en directo y que me han impresionado muy gratamente. Pero antes creo que sería apropiado hablar de todo aquello que rodeó a esta última edición en los días previos y es que la incertidumbre sobre si se iba o no a celebrar la decimonovena edición del festival nos mantuvo a muchos preocupados hasta última hora. Y todo esto sumado a un cartel que, debido a la subida del IVA había tenido que sufrir ciertos e inevitables recortes aunque a pesar de ello la presencia de bandas como Arctic Monkeys, Miles Kane, The Killers, Queens of the Stone Age o Beady Eye bien valían la entrada que, además tenía considerables descuentos para estudiantes residentes en la comunidad valenciana. A pesar de esto la mayoría del público llegó un año más desde Reino Unido, algo normal mirando el cartel y las buenas comunicaciones a través de vuelos y trenes con la localidad castellonense.
Vayamos al meollo. Arrancabamos nuestra segunda aventura fiber consecutiva el jueves en el escenario FIB Club donde nos esperaban los Temples, una banda británica a la que teníamos ganas de ver que tal defendían en directo ese rock clásico con tintes psicodélicos que ya llevábamos unas cuantas semanas escuchando desde aquel especial que dedicamos al festival en la radio. Temas como Shelter Song o Prisms no faltaron en un concierto al que no pudimos asistir en su totalidad por tema de horario y es que teníamos una cita en el escenario Maravillas con los también británicos La Roux que dieron un conciertazo en el que además de temas de su primer trabajo también nos regalaron a los asistentes varios de los temas que irán incluidos en su segundo disco que verá pronto la luz. Quizá el horario no fue el más idóneo ya que al género de rock electrónico le pega más la noche y no un concierto a plena luz del día. Elly Jackson se comió el escenario Maravillas y esperemos que para una segunda visita al FIB le den un horario más nocturno.
Tras visitar el Escenario Pringles FIB Club y el Maravillas nos tocaba pasarnos por el Trident Senses donde nos esperaban las descargas guitarreras de And so I watch you from afar, banda irlandesas que no eran nuevos en el FIB y que dieron un repaso a su último trabajo hasta la fecha, el más que notable All Hail Bright Futures, disco que supieron defender a la perfección. Una lástima que tuvieran que compartir más de medio concierto con Beach House que en el escenario Maravillas demostraron porque eran uno de los cabezas de cartel y es que la banda de Victoria Legrand y Alex Scally ofrecieron un concierto bastante correcto, con gran presencia en el repertorio de temas de su último (y grandísimo) disco, Bloom, y dejaron claro que, pese a ser solo dos, llenaban sobradamente el escenario Maravillas. Y en ese escenario nos quedamos, sacrificando a Rudimentals en el Trident Senses para descansar y reponer fuerzas de cara al último concierto que veríamos en esta primera jornada, el de Queens of The Stone Age. Pese a no ser precisamente fan de la banda de Josh Homme, he de admitir que dieron un muy buen concierto con un gran arranque con Feel good in the summer aunque por los comentarios que hemos ido recibiendo estos días por el FIB pocos lo situarían entre los cinco mejores de esta decimonovena edición.
La segunda jornada la recibíamos bien temprano, a las 19h en el escenario Maravillas para dar fe de como se desenvolvían una de las bandas que pronto veremos en Valencia, Attic Lights ya que estarán el 7 de septiembre en Loco Club (y allí estaremos nosotros también). Mi nota sería de notable y es que fueron una de las bandas que mejor impresión me dieron quizá por ese sonido a rock de los 70 con mucho protagonismo de las guitarras y su desparpajo sobre un escenario que en ningún momento se les quedó grande. Una de las sorpresas del festival y a los que tengo ganas de ver qué tal se les da una sala tan exigente como Loco Club.
Tras un breve y merecido descanso decidí no abandonar el escenario Maravillas ya que el siguiente en subirse iba a ser Hanni El Khatib, otro de los artistas a los que había dscubierto gracias al programa especial de radio y con el que sinceramente aluciné. Espectacular concierto el que dio el californiano. Una demostración de rock clásico al más puro estilo Jack White con unas dentelladas guitarreras casi hipnóticas que no me dejaban abandonar mi posición ni quitar mis ojos de aquella guitarra con la palabra «TEX» escrita sobre ella. Canciones como Family o Loved one suenan desde hace semanas continuamente en mi iPod y tras lo del pasado viernes creo que lo seguirán haciendo muchas más.
Volvíamos al escenario FIB Club para ver a la primera banda nacional (nos habría gustado ver a Toundra y Pleasant Dreams el jueves pero llegamos tarde), Guadalupe Plata, banda de la que tenía las mejores referencias de manos de grandes entendidos en esto como por ejemplo Quique Medina (Redacción Atómica) y ciertamente disfruté de los de Úbeda a los que no me volveré a perder cuando pasen por aquí sin ninguna duda. Y de allí al escenario prácticamente enfrente, el Trident Senses donde nos esperaban los Hola a Todo el Mundo, banda a la que si había tenido la oportunidad de ver tanto en sala como en escenario festivales pero todavía no después de publicar ese maravilloso Ultraviolet Catastrophe. Como siempre enormes los madrileños que se han convertido con el tiempo en todo un referente dentro del indie nacional a base de constancia y de talento, mucho talento.
Y con los HATEM cogíamos fuerza para lo que nos quedaba de noche, un triplete británico de ensueño que arrancaban los Beady Eye a los que, pese a dar un directo realmente bueno, la larga sombra de Oasis va a perseguir siempre y es que las canciones más coreadas fueron Rock and Roll Star y Morning Glory. En mi opinión y gracias al precedente de la pasada edición en la que estuvo Noel Gallagher, el hermano mayor le sigue llevando ventaja al pequeño aunque cierto es que Beady Eye tiene grandes temas como Roller o Bring the light que también corearon los asistentes frente a la siempre chulesca y casi amenazante mirada de un Liam Gallagher que volvía a Benicasim con ganas de seguir con esa reputación de gran líder o frontman que siempre le ha precedido sobre un escenario.
El segundo de este triplete británico nos esperaba en el Trident Senses: Johnny Marr. El ex-Smiths dio uno de los mejores conciertos del festival con grandes dosis de rock del clásico, sin tapujos, poniendolo todo sobre la mesa. He de confesar que no soy muy de los Smiths y que poco había oído del primer y hasta el momento único disco en solitario de Marr pero su directo me cautivó, me sucedió algo similar a lo de Hanni El Khatib, conciertos de los que no esperas demasiado y que al final a la hora de hacer balance sitúas arriba del todo. Sencillamente brutal.
Y de ahí a cerrar nuestra segunda jornada con una de mis bandas favoritas, Primal Scream, banda escocesa que ya ha pasado varias veces por el FIB y que tuve la suerte de ver por primera vez hace unos 10 años también en tierras valencianas, concretamente en Benidorm cuando telonearon a los Rolling Stones. Mucho había pasado desde entonces y sobretodo varios grandes discos y claro, la situación era muy distinta. No es lo mismo telonear a los Stones a las nueve o diez de la noche, prácticamente de día y con un sonido limitado a tocar ante un publico entregadísimo a la 1 de la mañana. Un gran concierto con un gran Bobby Gillespie al que se le notaba como disfrutaba y saboreaba cada minuto. Quizá se apresuraron tocando Movin’ on up realmente pronto (la segunda del concierto) aunque es una sensación más personal por el cariño que le tengo a esa canción. Gran final para una gran segunda jornada.
El sábado tocaba volver a pegarnos un «madrugón» para ver a Smile, banda a la que habíamos visto en un par de ocasiones el pasado año (en el Q Festival y en el Arenal Sound) y siempre es un placer verlos en acción y, pese a que el horario no era el más idóneo (18:50h) los de Getxo consiguieron convocar varios cientos de espectadores frente al escenario Maravillas con un corto pero intenso concierto.
De ahí pusimos rumbo al Trident Senses para disfrutar de Soledad Vélez, a la que siempre es un placer disfrutar en directo y cuya participación en esta nueva edición del FIB no hace más que confirmar que esta chilena afincada en Valencia está creciendo y su último disco, Wild Fishing, ha supuesto un gran salto en su carrera llevandola a tocar fuera de España (Chile, México, Inglaterra…) y a pasar por festivales como el Deleste o el FIB. Tras un inicio en el que éramos pocos los que estábamos frente al escenario, cuando la chilena se despedía con Spectrum ya éramos varios cientos de personas los que disfrutamos de un muy buen directo en el que no faltaron habituales de los conciertos de Soledad como Black light in the forest, Secret Sisters o Don’t worry babe.
Volvíamos al Maravillas para ver a Courteeners, banda británica de la que habíamos oído poco pero nos había gustado bastante eso que habíamos oído y la gran afluencia de gente que había era buen presagio. Los de Manchester ofrecieron un buen concierto aunque me gustaron mucho más los China Rats, cuyo concierto en el Trident Senses coincidió en parte con el de Courteeners. La diferencia de estilos entre ambos es evidente ya que los China Rats son más cercanos al punk y quizá esa actitud desvergonzada acompañada de aquellos guitarrazos fue lo que desequilibró mi «balanza interior» pero me parecieron una de las propuestas más interesantes dentro de este grupo de bandas jóvenes británicas que cada año llegan al FIB.
Y de nuevo al Maravillas para disfrutar de Miles Kane que regresaba tras un gran concierto el año pasado y que en esta nueva edición le daban un mejor horario para su lucimiento y vaya si lo aprovechó. Kane dio uno de los mejores conciertos de todo el festival cumpliendo las expectativas combinando los temas de Colour of the trap como Kingcrawler, Rearrange, Inhaler o Come Closer, tema con el que cerró su actuación, con varias de las que irán incluidas en su segundo disco como Give up o Taking Over, nuevo single y tema con el que abrió el concierto. Este alumno aventajado de Paul Weller volvió a demostrar que es uno de los principales valores en alza de la música británica. Ojalá repita una vez más en 2014.
Tras la actuación de Kane nos dirigimos al Trident Senses de nuevo para ver a The Coronas from Ireland, que pese a coincidir en parte del horario con Kane, contaban con varios cientos de seguidores con banderas irlandesas frente al escenario coreando sus canciones al más puro estilo hooligan y aunque estuve poco rato ya que nos esperaba Bigott en el FIB Club me parecieron una propuesta interesante a los que seguir la pista. Y como decía, en el FIB Club comenzaba a eso de las 22:45h el concierto de Bigott, otro valor seguro y es que el aragonés volvió a meterse a los cientos de personas que se dejaron caer por allí en el bolsillo. Tuve la suerte de verle por primera vez en directo en la pasada edición del Low Cost y disfruté como un enano y el pasado sábado volví a disfrutar aunque tuve que irme a mitad de concierto ya que unos tales Arctic Monkeys nos esperaban en el escenario Maravillas.
Era la cuarta vez que los de Sheffield pisaban el FIB y junto a The Killers eran la principal propuesta de esta decimonovena edición del FIB y no defraudaron. De nuevo dieron un conciertazo y es que a lo largo de estas cuatro veces que han pasado por diferentes ediciones del festival, la banda de Alex Turner ha evolucionado hasta alcanzar la presente madurez que les ha dado trabajos como Humbug o Suck it and see (y dentro de poco llegará su nuevo disco). 21 temazos se marcaron los británicos comenzando por Do I Wanna Know? y dejando por el camino grandes inetrpetaciones de temas como Brianstorm, Teddy Picker, Brick by Brick, Pretty Visitors, I bet you look good on the dancefloor, Fluorescent Adolescent, R U mine?… para acabar cerrando con 505 para la que contaron con la ayuda (estaba cantado que aparecería en algún momento del concierto) de Miles Kane. Está claro que si para la vigésima edición del festival quieren algo especial deberían volver a contar con ellos así que crucemos dedos.
Y si habíamos dicho que en la jornada del viernes había habido un triplete británico brutal con Beady Eye, Johnny Marr y Primal Scream, el formado por Miles Kane, Arctic Monkeys y Kaiser Chiefs no se quedaba corto y es que Ricky Wilson y los suyos volvían a España (el año pasado pasaron por el Arenal Sound) y esto siempre es una gran noticia y si encima les das un publico ya calentito tras los conciertos de Kane y de Turner y cía, la noche promete y mucho y así fue. Igual que aquella noche de hace casi un año cuando a base de hits, la banda de Leeds conquistó Burriana, el sábado conquistaron Benicasim con un gran concierto y con un Wilson muy en forma en todos los sentidos.
La última y siempre mal recibida (porque significa que se acaba) jornada del festival yo la esperaba con muchas ganas ya que tenía muchísimas ganas de ver en directo a dos jóvenes bandas británicas aunque tuve la mala suerte de que se solaparon en la mayor parte del concierto. Hablo de Splashh y Palma Violets. Los Splashh me los recomendó hace unos meses mi amigo Fede y desde la primera oída me encantaron y tenía esa duda de si en directo me darían la misma sensación y no, me gustaron incluso más. Me parecieron una de las mejores bandas de todo el festival y el simple hecho de congregar a muchos cientos de personas frente al tercer escenario, a las 19:45h, ya era una señal de que lo estaban haciendo bien y me fastidió bastante el no poder quedarme a todo el concierto pero no podía dejar escapar la oportunidad de disfrutar de la que, según NME fue la mejor nueva banda de Reino Unido en 2012, los Palma Violets que dieron otro conciertazo y de los que además del grato recuerdo de ese concierto me llevo un autógrafo y la posibilidad de compartir unos minutos con ellos en la zona VIP. Unos cracks.
Después de este combo británico nos pasamos por el escenario Jack Daniels para ver a Ratolines, banda valenciana a la que ya vimos en la primera edición del CRIV (Ciclo de conciertos de rock instrumental organizado por Vinilo Valencia) y que, acompañados de unas proyecciones y casi a oscuras estaban deleitando a todo el que se acercaba por esa carpa con algunos de los temas incluidos en sus dos volúmenes de «Espectro Mágico«, el segundo de ellos recién publicado.
Volvíamos al Maravillas para ver en directo a otro joven inglés que está dando mucho que hablar dada su precocidad y su buen hacer en el escenario, Jake Bugg, el que muchos consideran un digno sucesor de Dylan aunque del otro lado del charco y la verdad es que es pronto para juzgar y más para comparar pero el chico tiene condiciones. Ver a miles de personas coreando canciones como Lightning Bolt o Trouble Town el pasado domingo da que pensar y es que este chaval solo tiene 19 años y lo más importante, no se lo tiene creído. Horas antes lo podíamos ver jugando al ping pong contra gente de producción del festival, paseando por la zona VIP tranquilamente… para después dar un enorme concierto.
Dado que la caída de Azaelia Banks supuso cambios en el Trident Senses, nos quedamos en el Maravillas para ver a otra de esas bandas a las que teníamos muchas ganas, los Black Rebel Motorcycle Club que estuvieron espectaculares en su regreso a Benicasim con un cierre brutal con una de mis canciones favoritas no solo de ellos sino de los últimos veinte años como es Spread your love desatando la locura de un público muy receptivo, muchos de ellos esperando que llegara el turno de The Killers pero ¿a quién le amarga un dulce?.
Con el retraso del Trident Senses tuvimos la oportunidad de pasarnos a curiosear por el concierto de Alunageorge, una propuesta interesante aunque no me acabó de encandilar, quizá porque ese estilo de música no va demasiado conmigo y es que yo si no hay una batería… Y regresamos al Maravillas para despedir la noche, la jornada y el festival con unos Killers sensacionales a los que solo puedo poner un par de peros, el primero el hecho de que no dejasen acceder a fotógrafos al foso (jamás entenderé estas cosas en festivales) y el segundo esa versión de Shadowplay de Joy Division. En cuanto al resto hay que valorar los esfuerzos de Brandon Flowers por hablar en castellano y la espectacularidad de los juegos de luces y artificios que acompañan el show. Tenía la espinita de no haberlos visto aún en directo y fue un placer sacarmela despidiendo este FIB número 19. ¡¡Nos vemos en el 20!!
Fotos: Ana Ferrer
