El sábado 3 de Octubre Amatria volvía a Valencia a dar el primer concierto de presentación de su nuevo disco homónimo, y para acompañarle estaban los Johnny B.Zero. Se juntaron en la Wah-Wah dos grandes talentos pero completamente dispares en estilo.
Los primeros en tocar fueron Johnny B.Zero, que ofrecieron una orgía de rock guarro y sudoroso para un público completamente entregado, y es que sorprendió ver a ese público amátrido (de alguna forma más distintos al público que nos tiene acostumbrados la banda valenciana) dislocarse el cuello moviendo la cabeza y aplaudiendo fervientemente al final de cada canción (que, como bien sabe cualquier seguidor fiel a la banda, suele ser cuando a Juanma le da la gana).
Salieron a tumbar la sala con su sonido compacto y bien rodado, se notaba la experiencia y el elevado nivel de los músicos (musicazos). Hicieron repaso de su disco Mayday incluyendo alguna sorpresa, como «Walking the fields» tema que se incluirá en su nuevo proyecto (actualmente en proceso de gestación) y el cover «I follow rivers» de Likke Li, maravilla electrónica donde las haya, en la que Julio Fuertes se lució con sus sintetizadores en una versión más que johnnybicerizada (si, eso es una palabra, no la busquen). La disposición de la batería de Luis (abajo, junto con Juanma y Nando) hacía que Johnny B.Zero sonase atronador y el hecho de que tanto Julio (sintetizador), Pope (guitarra acústica) y Nando (bajo) acompañen a la voz a Juanma hicieron que la experiencia fuese mucho más impresionante.
Como ellos mismos dicen «get out of their way» porque estos chavales (y digo chavales porque estarán para siempre conservados en el formol que es el rock) A-RRA-SAN.
A continuación saltaron al escenario Amatria, grupo formado por Marcos Carnero (guitarra y bajo), Pau Paredes (batería) y la cabeza visible Joni Antequera (voz, guitarra y electrónica). Joni es un culipardo (no es que le haya visto las nalgas, es que así se les llama coloquialmente a los naturales de Ciudad Real) que hace más de diez años vino a Valencia a estudiar y una cosa llevó a la otra, mezcló una guitarra con bases electrónicas y la lió parda.
Presentaba su ultimísimo disco Amatria de ritmos mucho más bailables que sus dos anteriores LP (Hoy van a salirte las alas y Salir ileso) pero con ese rollo que siempre será Joni, y fue precisamente ese elctro pop limpio y bailable el que sacó a relucir, una vez más, todos los fallos de sonido que llevan tiempo ya acompañando a la Wah-Wah.
El concierto tenía su morbo, el hijo adoptivo de la ciudad marítima regresaba a sus escenarios después de triunfar en tierras madrileñas, y se percibía cierto cariño en el repertorio. La fiesta abrió con «Me falta algo» y si, algo le faltó, que le subiesen la voz, en «Vale lo que vale» el leitmotiv fueron los acoples y a la altura de «Cara de monstruito» ya se fueron notando los nervios provocados por tanto fallo técnico. Pese a todo Joni intentaba darlo todo y el público (mucho, la sala estaba llena) se lo agradeció animando con fuerza y coreando «Vamos Marcos arregla el bajo…» cuando en un cambio de instrumento este decidió dejar de funcionar durante 10 minutos.
Parece que los ánimos al final pagaron ya que Amatria cerró con su mega-hit «Chinches» donde el público se entregó al bailoteo máximo, seguido de «11 baños 20 euros» y «Comevegetal» en el que hay que destacar que siendo un tema del primer LP hizo la mejor versión que yo le haya escuchado en directo. Fin de fiesta BRUTAL.
Chicos, fue una lástima que la sala no estuviese a vuestra altura en un concierto que no os representó lo que a vuestros fans nos hubiese gustado, pero disteis el 100% y lo sacasteis adelante, así que BRAVO. Esperemos que podáis volver pronto a esta ciudad que tanto os quiere y deis el concierto que os merecéis.
Firmado Gema Clara, co-propietaria de Cerati Café y fan fatal por excelencia.
