Muchas han sido las comparaciones con el grupo de la movida ‘Los Nikkis’. También han sido tildados de madrileños pijos sin apartamento en la playa de Gandía. Pero lo único que sabemos es que sin haber sacado su primer largo se han convertido en todo un fenómeno en el panorama estatal. Este grupo es Carolina Durante, cuatro amigos que (como ellos mismos dirían) lo están petando.
Se viene entrevista para GRAMOLA.
Tenéis la oportunidad de fliparos y hacer épico el cómo se creó Carolina Durante.
Martín: No se me ocurre nada creíble.
Diego: Yo algo me puedo inventar. Carolina Durante antes se llamaba Matador y lo formaban ellos tres. Mario cantaba, pero decidió que se iba a lucir más con la guitarra. Yo era muy colega suyo y teníamos referencias similares, así que fui a un par de ensayos para tratar de cantar -ya que yo no sabía-, y a partir de ese momento dejaron de ser Matador, empezamos a componer en castellano y se cambió el nombre a Carolina Durante.
Mario: Y empezamos a tocar mal para compensar el nivel de Diego, por eso nunca acabamos fichando por un sello internacional (risas).
Allí donde lees, se os compara con los Nikis…
Mario: Siempre decimos que hay muchas cosas que nos acercan a los Nikis. Para nosotros son una influencia. La pachorra de las letras y la actitud… Pero hay muchas cosas que nos separan. Nosotros hacemos más ruido, tenemos otras influencias.
Diego: Somos más cursis también.
Martín: Hablamos de moñadas y ellos no.
Os meten dentro de una nueva ola en Madrid. ¿Pensáis eso, o pensáis más a nivel estatal, o directamente que es una mentira todo?
Martín: No no metemos en ninguna ola. En Madrid había una ola garagera con Nastys, Parrots y Hinds, y no creo que estemos en esa ola, ni creo que se esté generando una nueva que tenga que ver con nosotros.
Diego: La ola de Axolotes y Carolina Durante (risas). Yo, bandas jóvenes que conozca y que canten en español, creo que hay pocas, y para que haya una nueva ola tiene que haber muchos más grupos.
Martín: De nuestro palo estaban Claveles, y tiempo después no hay nada.
Hace poco hablamos con Mow y nos decía que en estos tiempos que corren no vale la pena sacar discos porque es mejor sacar singles o EP cada poco tiempo ¿Estáis en esa onda?
Martín: Estamos preparando el disco. Nos apetece hacer un largo, preparar el arte… pero somos muy fans de sacar singles y EP, porque el proceso es más rápido y te permite estar en movimiento.
Diego: Sacando singles tienes la opción de estar en la ola continuamente. En el trap o la música urbana es más fácil, ya que solo necesitas un ordenador y a ti mismo. Tener un disco no es necesario hoy en día.
Vosotros manejáis mucho la ironía en vuestras letras. ¿Qué opináis de los límites del humor?
Martín: Hay mucho ofendido. Cada vez hay más gente que tiene redes, que da su opinión y es más fácil ofender tras una pantalla y también ofenderse. Es un puto coñazo porque tienes que morderte la lengua todo el rato.
Diego: Y hay gente que busca llamar la atención. Puede que no piensen algo radical pero, para llamar la atención, hacen tweets radicales.
Y a la hora de componer, ¿vigiláis no ofender? Después del tema de los raperos…
Martín: Sí, cuando hacemos los temas, antes de entrar a grabar los repasamos por si podemos cambiar ciertas cosas que pueden ofender, pero manteniendo el mensaje, sin ir a provocar. Creo que cada uno es consciente de lo que dice y por qué lo dice. Hoy en día cuando dices algo sabes cuándo te van a dar palos en redes.
Diego: A mí el otro día me preguntaron por el trap como revolución cultural. Yo le dije: “Una revolución cultural dirigida por analfabetos”. Lo que pienso realmente es que el trap, por lo que veo a diario, como revolución cultural deja mucho que desear. A nivel global, lo que se ve del trap son las cabezas más subidas, pero por debajo ves lo que hay y… ¡uf!
Volviendo al disco. Siendo un grupo tan novel, ¿cómo entráis a grabar?
Martín: El primer EP fue un jaleo. Hubo que regrabar las voces…No teníamos ni puta idea, pero tras eso y varios singles, y con la ayuda de nuestro productor Bernardo Calvo, que nos ayuda muchísimo, el nuevo disco nos lo hemos tomado de otra manera. En el primer EP le dijimos a Bernardo: “Queremos que suene la guitarra a Jesus and Mary Chain”, y nos dijo: “De puta madre, pero ¿cómo hacemos esto para que sea pop?” (risas).
¿Cómo veis el panorama de festivales en España?
Mario: Divertido… El Mad Cool, una mierda (risas).
Diego: A mí los festivales me molan, pero hay pocos carteles que vea y me gusten. Del Mad Cool me flipó el cartel, pero la organización fue un puto desastre.
Mario: Hay demasiados festivales. Se ha roto la burbuja.
Martín: Es una ensalada. En los festivales siempre están Izal, La Casa Azul… Son todos la misma mierda. Solo te decides por un cabeza de cartel. Vas por algo muy específico. Al FIB por la playa, por ejemplo.
Diego: Hay muchos festivales pequeños que molan muchísimo.
Juan, he leído que produces. Cuando entras con la banda a grabar, ¿les diriges de alguna manera o te dejas llevar?
Juan: Me dejo llevar. Pinté alguna batería y poco más. Si me saliese la vena de productor estando con estos en el estudio, el disco sonaría mazo de japo.
Volviendo al tema de ofendidos, ¿podéis pasear tranquilamente por el barrio de Salamanca?
Martín: Yo creo que sí, aunque mirarían mal a Mario por sucio. Si vamos por Malasaña y nos conocen tres… (risas).
¿Josef Ajram o Cárdenas?
Juan: ¿Quién?
Martín: Ahí lo tienes (risas). Cárdenas nunca.
Diego: ¡Uf! Yo estoy estudiando en el INEF. Cárdenas.
Juan: ¿Cárdenas arrastrando a uno?
Todos: ¿Cómo?
Juan: Da igual (risas).
¿Qué titular pondrías a esta entrevista?
Diego: Matador.
