La música siempre ha tenido en sus letras reductos de realismo pesimista. Esto lo transmitió a la perfección el grunge, a grandes rasgos el nu metal y a mediados de los años 2000 estas emociones crearon tendencia incluso en la moda. El emo es un género de música rock caracterizado por un énfasis en la expresión emocional, a veces a través de letras confesionales. Pero no siempre ha sido el rock quien ha abarcado ese pesimismo. Con tan solo 17 años Billie Eilish ya es un icono Pop de la generación Z gracias a una estética oscura, melancólica y frágil.
Cuando tenía 14 años, lanzó el sencillo ‘Ocean Eyes’ a través de SoundCloud, que fue publicado en 2016 y se convirtió en un fenómeno viral. Su primer álbum de estudio ‘When We All Fall Asleep, Where Do We Go?’ ha sido producido por su hermano Finneas O’Connell y publicado el pasado 29 de marzo rompiendo varios records y estando cerca de ser el álbum más vendido del año.
La principal intención a la hora de elaborar el disco, es que no sonaran todas las canciones igual, y que todos esos sonidos que fuesen diferentes tuviesen coherencia entre ellos. Melodías soñadoras sobre bases oníricas que mezclan electrónica con instrumentación clásica. Por eso este álbum es un gran acierto en cuanto a remodelar y reinterpretar el pop contemporáneo.
Pero son sus letras llenas de angustia lo que más resuena en sus fans. Ella ha comentado que escuchar a otra persona cantar sobre lo deprimida que está reconforta cuando uno se siente igual, hace que no te sientas solo.
Su estética colorida la contrasta con sus tétricos videoclips. En ‘When the party’s over’ logra llorar angustiosamente lágrimas negras, y en ‘You should see me in a crown’ se convierte en anime gracias a Takashi Murakami. No sabemos si estos videos son frutos de la parálisis del sueño e insomnio que padece, pero son una autentica genialidad.
Un gran disco que gracias a su homogeneidad hará las delicias de los más puristas y de las nuevas generaciones. Hace algo que últimamente poca gente logra hacer, sorprender. Y eso es un gran valor que solo se tiene con un gran talento.
