Los afortunados que pudimos estar presente el viernes pasado (12 de febrero) en la sala Wah Wah sabemos que no fue un concierto más. Mucha gente llevaba (dentro de la cual me incluyo, obviamente) un año esperando al toledano y a su banda y la espera no fue en vano. Sala llena, público entregado y un remolino de rock y soul apabullante para enmarcar una grandísima noche.
Fotos por Dupláa Fotografía.