Siempre es grato volver al 16 Toneladas aunque he de reconocer que voy poco. Por cuestiones de distancias y de tiempo (juntas las dos variantes son un combo de mierda) es una sala que me queda a traspié. Pero esa noche era distinta.
Hacía tres años que no veía a Havalina porque hacía tres años que no venían a Valencia. Y el 16 de Octubre era el día clave. Todo organizado por la nueva promotora valenciana «El Klavo».
Abría Wave at the sun, grupo que no había visto nunca en directo pero si escuchado hablar de él. La banda formada por Pete Sala, Mario Frey, Sento Crespo y John D´Addario tuvo una noche complicada al toparse con un público bastante frío. No hubo feedback con los oyentes a pesar de los intentos de John de involucrarles en ese prometedor proyecto que es Wave at the sun. En resumen, la banda sonó compacta y bien pero se perdió en el ambiente (si es que hubo un «ambiente» en alguna parte de la noche).
Havalina tampoco se salvó del público, o de alguna parte de él. Prefiero empezar por lo malo y quitarme de encima el peso de un grupo de gilipollas (lo siento, no tienen otro nombre) que confunden un concierto con una verbena y un grupo serio como es Havalina con una orquesta en fiestas que sólo busca entretener a la gente. El hecho de beber alcohol no es excusa para comportarse como un idiota aunque algunos lo usen como tal.
Y del trío sólo puedo hablar maravillas: un concierto de más de hora y media en la que no faltaron temas (temazos) de sus anteriores LPs y del último «Islas de Cemento». Un concierto potente, enérgico, con un Manuel Cabezalí entregado a los ambientes áridos de sus guitarras y a la poesía que recitaba con voz íntima. Y un batería, Juan Diego Gosálvez , que supo suplir a la perfección a Javier Couceiro.
Sonaron, como dije antes, temas de «Imperfección» como «Incursiones» (¡10 minutos de temazo!) y «Sueños de esquimal»; temas de «Las hojas secas» como «Desierto» y «Mamut»; temas de «h» como «Norte», «Viaje al sol» y «La Antártida comienza aquí». De «Islas de Cemento» sorprendió «Ulmo», canción que cierra el disco, y la ausencia de «Olmo Centenario» (para mí el mejor tema del LP).
Recapitulando: una sala que suena bien (¡Gracias!), bastante público (aunque sobraban algunos), una banda que es de las mejores del país y un final de concierto tal que así: