«Con pulcritud y elegancia.»
Con esta esencia salía al escenario de La Riviera, Paco Román, alma mater de Neuman, la formación que tanto éxito está cosechando en nuestro país.
Bajo el escenario de La Riviera me sorprendía encontrar un público de diferentes edades en el que predominaba la madurez, en consonancia con el sonido que ofrece la banda. Pero antes esperábamos la actuación de White Bats, una banda madrileña que hizo mas corta la espera y nos deleitó con una actuación en la que pudimos ver algo distinto a lo que nos aguardaba 40 minutos después. El cuarteto desplegó su trabajo en el que las influencias post punk y shoegaze de grupos como Editors y The Horrors inundaban La Riviera con fuerza y desenfado. No suelo ver a bandas que hagan gala de estas referencias en España, y menos que tengan la oportunidad de subir a escenarios como este, teniendo la oportunidad de hacer algo grande. Así bien pude disfrutar con la profunda voz de Jaime Barcaiztegui y contundencia de su propuesta antes de que Neuman ocupara el alto.
Subterfuge unió así a dos bandas de su compañía ofreciendo dos apuestas completamente distintas pero que convergen en un mismo punto: la calidad. A pesar de que no se le notaba cómodo sobre el escenario, pues las conversaciones por gestos del frontman de White Bats con el técnico de sonido eran una constante, supieron sacar adelante la actuación y sacarle provecho a su sonido en una sala en la que no es fácil sonar bien. Una sorpresa mas que satisfactoria que hacía mas interesante si cabe la noche.
Y se hacía el silencio en la sala mientras White Bats recogía su backline para dejar vía libre a Neuman. Durante el descanso sonaba «Heroes» de Bowie, y algo me hacía pensar que era una premonición, un buen augurio con el que por azar o no, me hizo pensar por un instante que Neuman me haría sentir tan especial como los protagonistas de este himno.
Lo que no es cuestión de azar es que Neuman se encontrase la noche del sábado sobre el escenario de La Riviera, pues su empeño es lo que le trajo a ocupar un lugar como ese. De esta forma, pude ver que su agradecimiento se transfería y se hacía palplable en el repertorio que ofreció y en las sorpresas que nos daría a lo largo de su actuación. Durante mas de una hora y media hubo tiempo para todo. «Baby I’m In Arms» era el primer tema que Paco que dejaba para el público, interpretándolo él solo sobre el escenario. Una Luz muy tenue hacía mas íntimo, si cabe, el inicio con el que ya recibía la buena acogida del público la noche del sábado.
Ken Stringfellow (Guitarrista de R.E.M. y The Posies) era presentado en el segundo tema. Una gozada para aquellos fans de R.E.M y los amantes de la música en general, pues no todos los días se puede ver una colaboración de un artista español con un músico de esta trayectoria. A partir de ahí, el músico americano que grabó junto a Paco Román el EP de «Bye Fear/Hi Love», aparecería varias veces el escenario. Juntos pudieron sacar un empaque con el que la pausa en el ritmo de Neuman era compensada con la contundencia. Salvo en ciertos momentos en los que el sonido era mas liviano, como con en «Tell You», primer tema que fue cantado a coro por el público de La Riviera. Con las sensaciones a flor de piel, el escenario se convertía en una especie de santuario lleno de glorias cuando subía Paco Loco (Australian Blonde y productor).
Esta reunión espontánea se convertía por unos instantes en una velada para felicitar al bajista de la banda, David Manzullo, que cumplía años y soplando la tarta con el público cantándole el cumpleaños feliz. Un momento emotivo que precedía a la soledad de Paco Román de nuevo al micro y la guitarra acústica en «I Have The Will». Un título anunciado por Paco diciendo a modo de broma que «los niños que hacen los coros me han dejado tirados». Pero el público no lo hizo y acompañaron durante todo el tema. Momento especial donde los haya.
El concierto no podía terminar de bajón y remontaron imponiendo mas fuerza a partir de este momento. Neuman se habían dejado lo mejor para para el final: «IF», «Turn It», «Oh No», «Ella» y «Battle Starship» como final épico que culmina una actuación sobresaliente. Así los «lo lo lo» cantados por el público con el punteo de «Turn It» contrastaban con las emociones y melancolía predominante en la forma de hacer la música de Neuman.
Texto y Fotos: Pablo Quejigo.
