Después de acabar con las entradas en Zaragoza y en Barcelona, Xoel López tenía todas las papeletas para seguir con la racha y arrasar en Valencia. El pasado viernes 20, Xoel presentaba su gira Paramales en la Sala Jerusalem Pop&Rock de la mano de SON Estrella Galicia, y esta vez venía a Valencia con banda al completo y más luces que un árbol de Navidad.
Hace tres días del concierto de Xoel López y yo aún sigo masticándolo. Nunca había estado en el Jerusalem, y me sorprendió su distribución de forma circular, lo primero que pensé fue: aquí la electrónica se tiene que escuchar que flipas, pero ¿y Xoel?. Pronto se despejarían nuestras dudas, ya que estaba apuntísimo de empezar. La larga cola ya auguraba que la sala iba a estar llena, no se colgó el cartel del «sold out» pero cerca se estaría ya que había mucha gente con muchas ganas de ver a Xoel en Valencia, y con banda.
Muy poquito después de entrar todos los músicos suben al escenario y empiezan a sonar los primeros acordes de «Patagonia«. Xoel se ha traído a los habituales para armar jarana: Iván González «Chapo» al bajo (MClan, Deluxe), Miguel Rivera a la guitarra (Maga), el incansable Charlie Bautista (Russian Red, Mi Capitán, Egon Soda) esta vez a los teclados y Lola García Garrido (percusiones y coros).
Xoel López es como un niño en el escenario, moviéndose a cada rato, jugando con las canciones y con su voz (¡menudo juguete!), te transmite una energía y una potencia únicas. Empieza a sonar «Buenos Aires«, con mucho cariño, casi tanto como el que le tiene él a la patria argenta donde se pasó casi 5 años, el público lo sabe y le recompensa en aplausos. Alguien grita entre canciones «¡Miguel, eres lo puto mejor!«, qué razón tiene, y es que el guitarrista no falla ni una, dándolo todo con lo coros también. «Un año más» empieza a sonar con un tinte más siniestro que en el disco, el piano más misterioso y Xoel se marca un solo de aúpa. Después de tanta caña toca una más lenta, que confiesa que es una de sus favoritas de Paramales: «Caracoles«, en la que anecdóticamente podemos contar cómo se le desenchufó la guitarra y tuvo que subir el pipa a enchufársela al final, ya que Xoel no quería romper el ambiente ni dejar de cantar «su cabello cientos de caracoles en un día de feria«.
uno de los imprescindibles en los conciertos del gallego que disfruta reinventándose a sí mismo y a sus viejos proyectos con canciones como esta.
A continuación, empieza otra de las de Atlántico, el «Asaltante de Estaciones«, debo reconocer, que es una de las que menos me gustan de el disco, pero encima del escenario Xoel hace magia, la convierte en una canción de verbena de pueblo y el público no puede parar con los pies (como cuando vas por la calle y escuchas una batucada a lo lejos, se te van los pies sin querer).
La gente se vuelve loca, Xoel nos da las gracias y avisa que quedan dos canciones, obviamente queremos MÁS, «Ningún hombre, Ningún lugar» y «Yo solo quería que me llevaras a bailar» no son suficientes para aplacar nuestra sed de fiesta, de optimismo y buen rollo que transmite Xoel López. El público empieza a entonar el ritual para que los músicos salten de nuevo al escenario.
Sin duda, el concierto del pasado viernes entra en mi TOP 10 (junto con Foo Fighters en el Palacio de los Deportes en 2011, o el último concierto de Standstill en Madrid). Una de las peculiaridades de la sala, como hemos comentado al principio es su forma redonda, y se ve que la PA estaba solo en la parte central de la sala, con lo cual, si te salías de ese «círculo» la verdad es que mucho no oías, eso es lo único «malo» que tengo que puedo comentar de semejante exposición de talento que vivimos el viernes por la noche. A Xoel le queda de su gira lo que mejor se le da: el Norte, con conciertos en Bilbao (27 de Noviembre), A Coruña (4 de Diciembre), Pontevedra (11 de Diciembre) y Vigo (12 de Diciembre). Esperamos que allá donde pase se cubra tanto de glorias como se cubrió en Valencia.
Si queréis saber más del proyecto que es Paramales, qué mejor que leer una de sus entrevistas.
Fotos: Alain Dupláa