En los conciertos de Live The Roof Valencia de este año pudimos comprobar un pequeño (gran) cambio: ya no se realizan en la terraza del Hotel Barceló sino en El Corte Inglés de la avenida Francia. Una modificación de la localización que influye en lo más mínimo a la esencia de estas sesiones tan características.
En este caso nos centramos en el concierto de Christina Rosenvinge que traía camuflada en su acústica y en compañía de Emilio Saiz a la eléctrica y múltiples efectos un popurrí de canciones de su carrera en solitario. Una velada marcada por el calor y por el saber estar de Christina, la cual supo hipnotizar al público con su voz enigmática y canciones como «La Tejedora», «Alguien tendrá la culpa» (en la que pidió la colaboración de la gente presente) y «Jorge y yo» (dedicada a su hermano).
Un concierto, a mi parecer, muy ameno y sincero en el que pudimos ver a una Christina muy cercana al público. Tan cercana que, al acabar, volvió a aparecer para tocar algunos bises que la gente pudo elegir.
Una maravilla, oye. Muchos aplausos.
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Todas las fotos son de Dupláa Fotografía.