Que vale, que sí, que no puedo hacer una crónica imparcial de un concierto de Badlands por que son colegas, y todo lo que queráis.
Yo he venido aquí a hablar de mi libro. Y del concierto que abría la noche de viernes en la presentación del primer EP de Badlands.
«¿Cómo tocan primeros si se supone que son los «famosos» de la noche?», preguntaba mi padre extrañado la misma mañana del viernes. La realidad es que daba igual si tocaban antes o después, llevaba 3 semanas con el «MAYDAY!» de Johnny B. Zero en la cabeza, y sabía que el concierto iba a ser extasiante.
Ya con Luis Cirulli en la batería, Raúl Narbón «Pope» a la acústica, y el siempre inquieto Nando Vidagany al bajo, empezó la masacre. Los coros a capella de «Planted Like a Tree» servían como preludio a una serie de guitarrazos y ritmos agresivos.
Y entonces llegó la preciosa «Gold», donde el público que sabía el tema coreó la totalidad del estribillo. Johnny y los suyos se habían ganado el cariño y el respeto del público. Si alguien no los conocía, seguro que dijo aquello de «Caballeros… antes tenían mi curiosidad. Ahora tienen mi atención» que DiCaprio exclamaba en Django Unchained.
Un concierto de 11 para una noche que, pese a los problemas que también sufrieron Johnny B. Zero, fue una noche de 12. Dos de los mejores grupos que ha parido nuestra ciudad, juntos, revueltos y viviendo el rock and roll.
Porque «el rock and roll no está muerto… TÚ ERES EL QUE ESTÁ MUERTO»