Y es que a eso me refería antes cuando decía que no puede fallar. Coge a un artista capaz de mezclar todos los géneros musicales que se te vengan a la cabeza y salir triunfal de esa batalla. Un cantautor que lleva más de 15 años tocando y que nació en Alaska pero vive en Argentina y parece un tipo de pocas pero sensatas palabras. Súmale una banda maravillosa en la que destaca un batería con muchos años a su espalda pero más espíritu joven que varios de los que estábamos escuchándole (y me incluyo). Y la guinda del pastel sería Liniers dibujando en directo. ¡Qué maravilla!
No soy el típico redactor que cuenta las canciones que se tocaron y lo siento por esto. No me suele interesar ya que no soy fan de los singles y de los super éxitos de cada artista. Puedo decirte que sonaron las clásicas («Mc Guevaras o che Donalds», «My name is peligro», etc). Lo importante es el momento, lo que nos dijeron anoche. Y fue una maravilla escuchar la voz gravísima de Kevin y su cercanía con el público. Fue una maravilla ver a Liniers manchándose las manos, cantando, desfilando. Fue una maravilla ver al público entregadísimo y bastante respetuoso con los momentos más íntimos (¡Milagro!). Todos bailaban, todos sonreían.