La noche madrileña volvía a caldearse. Y no es porque subieran las temperaturas, sino porque por tercera vez este año la banda de rock del momento Wolf Alice volvía a pisar la capital.
Hagamos recuento. La primera parada de este año fue apenas iniciado 2018, en la sala La Rivera, donde demostraron que son uno de los grupos de rock actuales con mas energía sobre el escenario. La segunda fue a primera hora de la tercera jornada del festival Mad Cool. Y para esta tercera ocasión, han pasado por el teatro Barceló de Madrid, pero esta vez con un Mercury Prize bajo el brazo.
Ellie, Joff, Theo y Joel subieron al escenario a las 21:20 arrancando con la estimulante ‘Your Loves Whore’ coreada por un público entusiasta. Con ‘Yuk Foo’ y ‘You’re a Germ’ llegó la locura. Wolf Alice es un grupo que sabe muy bien moverse entre canciones intensas y delicadas. Por eso, canciones como ‘St. Purple & Green’ o ‘Don’t Delete the Kisses’ encajan perfectamente dentro de su línea.
Un pequeño y curioso incidente ocurrió mientras Ellie cantaba ‘Planet Hunter’. Durante la estrofa el micro cayó al suelo pero no pararon de tocar ya que fue el público quien continuó la canción. Durante todo el show, mantuvieron una relación cálida con todos los que se acercaron esa noche a verles. Entre ‘Muchas gracias’ y ‘Hola Madrid’ andaba su castellano, pero no pararon de dirigirse al público (En una ocasión, Joff llegó a meterse entre la gente mientras seguía tocando). Para ‘Space and Time’ Ellie subió al escenario a una niña que tenía una guitarra de juguete y una camiseta de la banda, y le animó a que tocara su guitarra para les acompañase en el estribillo final. Algo que la pequeña recordará para siempre. También quisieron dedicar una de las canciones a la banda madrileña Hinds, amigas del grupo que estaban presentes entre el publico.
Después de tocar ‘Fluffy’, volvieron para terminar el show con ‘Blush’ y, como ya es tradición, con ‘Giant Peach’. Un auténtico himno que cantaron los asistentes de principio a fin y que terminó con Ellie lanzándose al público, fusionándose entre ovaciones y entusiasmo de un concierto sobresaliente.
Un galardón de esa magnitud ha provocado que la banda siga creyendo en su proyecto, y cuando están sobre el escenario se nota. Tras este espectáculo podemos decir que los británicos se sienten cómodos en nuestro país, y eso se nota. Por nuestra parte podríamos decir que esta banda podría venir treinta veces al año y no nos cansaríamos nunca de ellos.
Para ver más fotos, pincha aquí.
