Uncle Son no necesitaba presentación el pasado viernes 20 de enero. Era la segunda vez que el grupo pisaba el imponente escenario de la sala Black Note y lo hacía como se lo merecen; con una sala llena para recibir a este grupo que fichó el pasado 2011 por la discográfica independiente valenciana Malatesta Records.
Han crecido mucho desde la primera vez que tocaron en Black Note. Si desde un principio ya nos encontramos con cuatro grandes músicos veteranos de la escena valenciana (Emma Get Wild, Lülla, Néstor Mir Grup, Trinidad), el viernes nos encontramos quizás con la evolución del directo y del grupo. Sonaron muchas de las canciones que llevan rodando en su repertorio desde el año pasado, temas como “See You Tonite” o “Listen” que también habíamos podido escuchar en algunas de las grabaciones, pero también sonaron temas nuevos, ampliación de su repertorio que, siguiendo la línea característica que ya se ha marcado este grupo, no dejaban de sorprender y de gustar a un público que aplaudía euforicamente tras cada canción.
Pasadas las once de la noche, salía al escenario, presidido por la gran voz femenina de Rebeca, el grupo al completo. Se hacían sonar los primeros acordes y transcurría la más de una hora de concierto. Divertidos y explosivos, interpretaban uno a uno los temas dejándonos escuchar verdaderas joyas como “State You’re In” con la que comenzaron el concierto, o “Electrified”. Lineas de bajo que junto a las baterías de Santi Serrano encauzaban las canciones que se decoraban con los arreglos de la única guitarra sobre escenario, la de Juanjo Frontera y que culminaban con la intensa voz de Rebeca Ibáñez. Un público entregado facilitaba la progresión del concierto que sin darnos cuenta, llegaba a su fín con la canción “Dirty Mind”. Pero como cuando una noche te encuentras con un concierto así, debía continuar, el grupo lo sabía y por ello tocaron dos temas más; “Going Loose” y la canción con la que nos acostumbra a cerrar el concierto Uncle Son; Out of Time. Pandereta, baile, y final apoteósico de una noche que acababa con muy buenas impresiones.
Texto, fotos y video: Nere Serrano
