25.4 C
Valencia
martes, abril 16, 2024

Tardor nos da su fórmula:  ser fiel a uno mismo

-

 

Hubo una tarde, una de esas que llegas agotado tras horas de trabajo, tras horas de atascos, estrés y nervios, una tarde en la que el cansancio va marcando el ritmo y sin embargo fue LA TARDE. Sí, la tarde que lo cambió todo, porque tuvimos una charla, una de esas que suman, una charla en la que preguntamos, escuchamos, reímos, descubrimos y aprendimos. Una charla con cinco soñadores que han recorrido un largo camino, que llegan hasta aquí con su verdad en un bolsillo, con un aprendizaje vital que han convertido en un trabajo brutal, cinco soñadores que nos contaron desde la más absoluta humildad que lo único que quieren es ser LIBRES. Libres para soñar como ellos quieran, para jugar con lo que ellos quieran y sobre todo para compartirlo con quienes ellos quieran. Y nosotros salimos de aquel estudio sabiendo que esos cinco llegarán donde ellos quieran, porque en un mundo artificial, donde todo se mide en euros, dólares o yens, cinco soñadores nos enseñaron lo que de verdad importa: ser fiel a uno mismo.

 

Nos sentamos en el Malamute, el estudio de Tono Hurtado, bajista del grupo y productor musical de la escena valenciana, un enamorado de la música que hace malabares para vivir de lo que le gusta. A su derecha Álex, un tipo cercano, risueño y sin duda la voz cantante de Tardor, ese niño que con siete años pidió a su padre un teclado y que ha acabado por formar un grupo con más de diez años de trayectoria, un grupo que como todo en la vida ha evolucionado hasta llegar a lo conocemos hoy con la incorporación de Yerai, el teclista pacífico, en “Patraix” ( Primavera 2017). Un grupo que empezó siendo un dúo de dos niños de diez años cantando la cucaracha con un teclado y la guitarra que un día perteneció a papá. Así empieza esta historia con un Álex y un Cesc descubriendo la música. Cesc, batería y manager del grupo, el que conoce mejor que ninguno la parte menos romántica de la música, la del business, el que pelea porque se trabaje de forma digna y, aun así, el que conserva intacta la emoción de hacer música. Y entre Cesc y Tono se sienta David, ese compañero de la facultad, ese que llegó de forma casual cuando Álex le enseñó a tocar la guitarra y que al final la vida convirtió en una pieza más de este grupo de soñadores. 

 

No vamos a transcribir una entrevista al uso, vamos a contaros, eso sí, de la mejor manera posible, todo lo que nos descubrieron sobre ellos, pero, sobre todo, lo que nos descubrieron sobre   EL MAL PAS. Si todavía no los conoces, siéntate en tu rincón favorito y léelos con calma porque de verdad que es una delicia coincidir con gente que se aprende así, de esa manera, sin estridencias y con mucha humildad. 

 

Y esto fue lo que pasó cuándo les preguntamos cómo nació EL MAL PAS. Álex, sin dejar de sonreír, nos contó tranquilo, cómo le alegra que quien lo escucha lo reconozca como un disco sin una referencia contemporánea clara, como un disco fresco, porque se ha parido desde la libertad. Para ellos, EL MAL PAS es un reflejo claro de la pérdida de prejuicios, porque venían de un año cargado de trabajo, con más de setenta directos, con un salto importante a nivel de producción y management. Con su anterior trabajo “Patraix” llegó un proyecto ambicioso, uno de esos que marcaba un punto en el mapa y que generaba en ellos, en los cinco soñadores, unas expectativas que, desde la inocencia del desconocimiento, fueron difíciles de alcanzar. De “Patraix” destacan el aprendizaje, el musical de la mano de Ricky Falkner y el vital de la mano del mercado y el show business. Y de la cara oscura de “Patraix” nace EL MAL PAS, como un grito de liberación, como una bandera que invita a vivir la música tal y como cada uno la entiende, tal y como cada uno la siente. 

El Mal Pas, como todos los trabajos de TARDOR, es un disco cantando integrantemente en Valenciano, por lo que les lanzamos esa pregunta que están hartos de contestar: «¿Cantar en valenciano, no delimita vuestras opciones?». Bromeamos entre todos sobre lo complicado que es moverse en un mercado como este, cantando en tu lengua materna si esta no es castellano, inglés o coreano, porque al PSY no le fue nada mal con su Gangnam Style, como bien apuntó David entre risas. Pero ellos no pueden renunciar a escribir en la misma lengua en la que viven, sienten y aman. Cómo podría si no Álex escribir la declaración de amor definitiva, Reencarnació, si no fuera exactamente en la misma lengua en la que siente cuando piensa en su chica. Pero se abre un debate emocionante acerca de prejuicios y las barreras que nos autoimponemos, esa resistencia sistemática a la variedad cultural que vemos en la tele, en los políticos, en la prensa, en la que la diversidad acaba siendo titular. Le damos vueltas, especialmente Álex y Cesc, pero acaban admitiendo entre risas que no se imaginan componiendo de otro modo, que ellos viven, sufren, aman y cantan en valenciano. 

Al final esto también los hace libres y únicos. Son pocos los grupos de la escena valenciana que tengan su estilo y les abre la posibilidad de descubrir la música en su lengua a gente que está próxima a ese estilo. Ese estilo que ninguno de los cuatro acaba de definir, pero en el que se sienten terriblemente cómodos. 

Cesc continúa con el alegato porque entiende que en Valencia queda mucho por hacer, porque, en cierto modo, falta un circuito de salas, medios y público empujando fuerte por la escena de la música en valenciano o, al menos, la escena de músicos valencianos. Hay grupos, pero falta apoyo por parte de todos para crear una movida valenciana, para exportar a nuestros grupos a otros territorios sin complejos. Como ya hacen Madrid, Barna o Murcia. 

Si habéis escuchado EL MAL PAS, habréis disfrutado de muchas cosas que están completamente desterradas del indie actual y, claro, es inevitable que Álex no sonría mientras nos cuenta cómo surge la idea de hacer lo de siempre como nunca. El secreto, tener un fondo de armario musical como el de Álex, hijo de melómanos. En su subconsciente musical habitan de forma pacífica grandes de ayer como Bruce Springsteen, Dire Straits, Mark Knopfler, David Bowie…

En el MAL PAS encuentras coros de niños, saxos, trompetas, percusión irlandesa. Porque, como nos cuenta Álex, desde que tiene la semilla la empieza a pensar, a buscar opciones, a tirar de memoria musical, a buscar en cada rincón de su vida cotidiana aquello que vista esa letra, que complete «esa canción». Así llegó hasta el saxofonista, disfrutando de un BONICA FEST, y así nos cuenta Álex, entre risas, cómo descubrió a Javier Cambra en una de las actuaciones del mercado:  “había un trio, dos chicas y un chico, un chico con un saxo y una camiseta de Clarence Clemons, y supe que así era como tenía que vestir «Digne de recordar”

Y sin querer, de forma inevitable, la conversación nos lleva hasta el rincón de las referencias y las influencias. Y nos arrancamos preguntando por las fuentes de las que beben y lo que, a los que escuchamos nos evoca… y así, entre risas, salieron las canciones que nos recuerdan a canciones y arrancamos reconociendo en “Digne de recordar” la clara influencia de Springsteen. Para seguir, poco a poco (no desvelaremos las canciones para que podáis descubrirlas por vosotros mismos), intuyendo un algo de Queen, un poco de Love of Lesbian y un sorprendente mucho de Aute, como ya percibió la madre de Álex en un ensayo. Y él, ante semejante revelación, se muere de la risa porque, aunque evidente, esa influencia ha sido fruto de ese maravilloso subconsciente musical que lo habita. 

 

Si a esta altura de la lectura no te estás muriendo de ganas de ir el próximo viernes 21 a la Moon, en los siguientes párrafos te convencerán de forma irreversible. Y descubres que, en estos tiempos de velocidad de vértigo, de consumismo exacerbado, en estos tiempos en lo que todo se hace con prisa, con poco cariño, como de puntillas, hay esperanza porque un grupo de cinco soñadores nos han regalado un grito de libertad, nos han cantando once temas que nacen de la necesidad de ser sinceros, once temas hijos de un lema, ser fiel a uno mismo. Si, a pesar de eso, necesitas algo más para comprar esas entradas y disfrutar de ellos, esto es lo que nos proponen para esa noche mágica en la Moon: 

 

«Si miramos con perspectiva, hace cinco años tocábamos en salas pequeñas, con instrumentos peores que los que tenemos ahora, pero nuestro nivel de autoexigencia era el mismo que nos imponemos hoy en día, en eso llegamos intactos porque no sabemos hacer esto de otro modo que no sea con pasión, dando el 100% de lo que somos». 

Pero además, llegamos a una sala con un aforo diferente y con un show que será único porque difícilmente se repetirá el poder actuar en un lugar así, donde el sonido y las luces pueden brillar con personalidad propia y donde hemos preparado un concierto en el que 18 canciones estarán unidas en un bucle, sin apenas descanso, con Eneas y Javier en los vientos y con un cariño que nos ha llevado a preparar el show con un ensayo general incluido, para que el 21 de febrero las almas que nos arropen en la Moon disfruten como lo hacemos nosotros de TARDOR. 

«Llegamos on fire, no hemos dejado de tocar y venga quien venga lo vamos a dar todo», Tono Dixit. 

 

Nosotros lo tenemos claro, si en medio de un campo abandonado crece una amapola, no podemos evitar fijar nuestra mirada ahí, por diferente, por osada, por bella. 

 

Si queréis, nos veremos en la Sala Moon y disfrutamos juntos de algo diferente. 

 

Trini Calás y Javier Chico





- Advertisment -spot_img
Trini Calas
Trini Calas
Si volviera a nacer sería un bebé. Amante de la música, los libros, la cerveza y los amigos. Poco más que añadir, afortunadamente mi biografía sigue en construcción...
- Advertisement -spot_imgspot_img
- Advertisement -spot_imgspot_img