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jueves, marzo 28, 2024

Spheniscidae como en casa

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Concerts al pis es una iniciativa abierta con la ilusión de llevar la música al salón de tu casa. Los conciertos están a disposición del que se quiera apuntar (con reserva), son 5€ que se destinan íntegros al los músicos, y te permite disfrutar de grupos valencianos en directo, en un ambiente íntimo y acogedor (como en casa, vamos) donde no sólo puedes interactuar con los artistas sino con el resto de completos desconocidos con la misma pasión por la música que tú.

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El pasado 31 de Octubre abrieron la veda de su segunda temporada con los valencianos Spheniscidae, unos viejos conocidos de este medio, y que dicen hacer «atmósferas en castellano«. Recuerdan fuertemente al Vivalaguerra de Standstill y a Havalina (sobre todo en su último trabajo). Crean ambientes melancólicos con sus distorsiones y la voz de Íñigo hace que se te encoja algo en el pecho. Con dos largos: «La historia inempezable«, 2012 y «Nuevo Espacio«, 2015; son un grupo más que consolidado en el panorama musical valenciano. Recién trasladados a la capital, siguen fieles a su público local con conciertos como el del pasado 9 de Octubre en el ciclo Atomic Weekend y vuelven este 27 de Noviembre al Deluxe Pop Club a hacer ruido junto con Igloo.

 

Cuando llegué a la localización (avisada por mail un día antes para conservar la privacidad de los anfitriones) estaba Alex (guitarra solista y voces), cerveza en mano, recibiendo a la gente. En el salón, bastante amplio, ya estaba todo preparado: cámaras para grabar, fotógrafo, cojines en el suelo y balcón abierto con zona de fumadores habilitada (cómo echamos de menos darle al humo en las salas, eh, viciosos?). Todo muy cómodo, vamos. Íñigo (guitarra y voz) y Javier (bajo) llegaron poco rato más tarde y se quedaron charlando con la gente que íbamos llegando y ayudando a los anfitriones a repartir refrigerios entre el público. Una vez acomodados los 23 asistentes (unas 30 si contamos organización, músicos, etc.), Spheniscidae se sentaron y empezaron presentándose a aquellos que no los conociesen. Aprovechando el ambiente familiar y con el objetivo de amenizar la velada, el trío escribió los nombres de las canciones que iban a tocar y las colocaron en una taza «de esas del cola-cao» con la finalidad de que los asistentes hiciesen de «mano inocente» y conformasen el set list de forma aleatoria.

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El primer turno le tocó a una servidora, que de forma muy acertada (si me lo permitís) saqué «Preguntas frecuentes«, uno de los singles de su último LP Nuevo Espacio. Tímidamente la taza fue rodando y siguieron (enlazadas) «Acantilado«, tema del primer LP La historia inempezable, y «Nuestra Lucha«, canción que habla de un «día de los muertos», muy acertada para la tarde de Halloween en la que nos encontrábamos. Sonó «Navidad» (también del primer disco, ya con 3 años de antigüedad) una de mis favoritas personalmente, porque ¿quién no ha tenido alguna que otra Navidad de mierda lanzándose cuchillos de una parte a la otra de la mesa?. A continuación «Te llevo«, otro de los hits del último álbum de la banda valenciana. Por cuestiones de afinación y comodidad, alguno de los papelitos contenían 2 canciones enlazadas, en esta ocasión «Remedio» y «Nuevo Espacio«, tema que le da nombre al disco y que habla de acabar la carrera y salir de tu zona de confort, de las dudas sobre el futuro (y más en los tiempos aciagos que corren) y conocer lugares y lugareños completamente nuevos. El formato concierto/tertulia se hace ameno, la gente tenía la oportunidad de hacer preguntas o disfrutar de anécdotas sobre las canciones y, de alguna forma, ser partícipes del proceso creativo.

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Continuamos sacando papelitos y le toca el turno a «Anem a cremar la fusta«, tema que cierra Nuevo Espacio. La banda, que viene de tocar en grupos como GeografíesMare, no es extraña a cantar en valenciano, como ellos bien dijeron: «Al final som de Gandía, de la Safor, uns xavals de poble». Lo que más me sorprendió del show fue la cantidad de temas nuevos e inéditos que se marcaron. Tocaron «Medias tintas» y «Por lo que tienes ¡Bicho!» enlazadas, seguida de «Un comienzo impronunciable» que habla de viajar. Comenta Íñigo que ellos buscan cualquier excusa para marchar carretera, tanto que al final pasa factura, como ese mismo día que el pobre Javier se había mareado durante el viaje y venía con migraña, pero a pesar de todo su bajo sonó tan bien como nos tiene habituados. La gente, más cómoda y relajada, empieza a bromear, a darle feedback a los músicos, después de un par de canciones nuevas más alguien saca «Los más felices«, «¡ya era hora de alguna más animada después de tanto bajón!», dice Íñigo. Entre el público alguien comenta que si no tocan «Mi Casa» su novia lo deja, así que seguimos sacando papelitos, a ver si está por algún lado, al fin y al cabo nadie quiere tener la mala prensa de ser motivo de ruptura. No sale «Mi Casa» pero si «La apuesta«, que como su propio nombre indica va de lanzarse sin red, hacerle un «all in» a la vida (si es que estos chicos son muy literales). Como última canción tocan otra de las nuevas, «Flamenco«, que me dejó flipando flamenquitas negras del whatsapp. Alex se bajó de la silla y se sentó en el suelo para poder alcanzar la pedalera más fácilmente, la canción empieza con un rasgueo flamenco y el guitarra aprovecha su postura para jugar con los pedales entre acordes, generando ambientes y sonidos mucho más progresivos. Flipante. Pese a que no quedaban ya más papelitos el grupo decidió ceder a la demanda de «Mi Casa«, otro de los hits del último disco (che, es que son todo hits) donde en un guiño a Standstill (a todos nos está afectando mucho su reciente ruptura, sniff) Íñigo les roba la frase «y ahora qué, que de qué, pues nada» (El por qué de hablar solo, Vivalaguerra).

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Se acaba el concierto (dos horas ish) y la gente se queda a socializar con los músicos, descubrir curiosidades y seguir pasándolo bien entre piti y cervezas. En definitiva, toda una experiencia completa. Gracias a Spheniscidae también por molar tanto y apuntarse a un bombardeo, hay que «ser valent» para tocar tan cerca de tanta gente y con tanto silencio. Gracias a Concerts al pis por este tipo de iniciativas que humanizan al artista y promueven la cultura en ambientes familiares, y no sólo en grandes salas.

Seguid atentos a su página porque dentro de nada avisan del siguiente concierto, y reserva pronto ¡que vuelan!.

 

Fotos: cedidas por Concerts al pis

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Gema Clara
Gema Clara
Portavoz de ABACU, madre de dos gatos y feminista. El género musical 'en femenino' no existe.
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