La mítica banda uruguaya El Cuarteto de Nos, con más de 30 años como formación a sus espaldas, aterrizaba el pasado jueves 7 en la sala Peter Rock de Valencia. 10 años pasaron desde su última visita a la ciudad del Turia y creednos, se hizo eterna la espera.
Pero la noche no iba a ser tan idílica como esperábamos. A la hora de apertura (21hs) se le sumó una hora más de espera en la calle, aunque la gente de la cola supo paliarla cantando los hits más reconocidos de la banda. Tuvimos que esperar hasta, casi, las 23hs para ver a los 5 integrantes de El Cuarteto de Nos encima del escenario.
Empezar un concierto con el trio «El hijo de Hernández», «Ya no sé que hacer conmigo» y «Lo malo de ser bueno» es la mejor forma de decirte que vas a disfrutar como un niño. Una banda que siguen estando en su mejor forma a pesar, y esto ya a título más personal, de que sus dos últimos discos no sean muy de mi agrado. Con un Roberto Musso ejerciendo de frontman enérgico y, muchas veces, protagonista de una obra de teatro, el grupo fue repasando algunos de sus grandes éxitos como «Nada es gratis en la vida», «Buen día, Benito» (con pasamontañas incluido) y «Breve descripción de mi persona». Es en esta última en la Roberto se sienta ante una mesa con una máquina de escribir y nos convence que «no hay 3 minutos ni hay cien palabras que me puedan definir».
En tres ocasiones Santiago Tavella (bajo y uno de los miembros más veteranos de la banda) toma el relevo que le da su frontman para tomar el control del espectáculo y cantar «Enamorado tuyo», «Whisky en Uruguay» (o en Valencia, según cantó en directo) y «Pobre Papá», aportando la nota de humor más infantil al show. Inolvidables sus bailes y gestos ¡Todo un personaje!
Pero todo esto era un preludio para un final totalmente explosivo: «Mírenme» rapeado a dúo con Santiago Marrero (multi-instrumentista), el single «Gaucho power» de su último disco «Apocalipsis Zombie» (Columbia, 2017), el maravilloso «Me amo», la rabiosa «Miguel Gritar» y, por último, el tema que me hizo enamorar de los charrúas «Invierno del 92» (poder gritar ese «otro ecologista cheto» es impagable).
Y así, tras el típico paripé de despedirse, bajar del escenario y volver a los 5 minutos, sonaron los bises «Apocalipsis Zombie» y la que es, sin duda, su canción más conocida y premiada «Yendo a la casa de Damián». La afonía a esta altura del show ya era más que evidente en mí.
El concierto del Cuarteto de Nos en la Peter Rock se convirtió en una espinita más que poder quitarme. Un sueño cumplido que nos demostraba la grandeza de una banda que ha logrado mantenerse con increíble dignidad durante más de 30 años.
¡Larga vida al Cuarteto de Nos!
Hemos de agradecer esta crónica particularmente a Adrian García (RockRunner) y al equipo Peter Rock, gracias a todos por la facilidad y amabilidad.
