Foto: Mariano Regidor
Cuando Mike me escribió para escribir este artículo, me recordó mucho a algo que me han preguntado repetidas veces ¿A ti que música te gusta?
Es difícil, muy difícil decirlo. Supongo que para muchos que trabajan en la música o escriben sobre ella.
Creo que antes de ir mas profundamente, me voy a quedar en la superficie. En general, he tenido grandes cambios y muchísimas influencias musicales de todo tipo.
Para empezar, en las comidas familiares siempre me comentan que una pequeña niña morena se encabronó con tener una hermanita y dado que mi padre era un gran aficionado a la música, la mejor manera que encontró para convencer a mis padres fue saltar por el salón como una loca para rallarle el vinilo que en ese momento estuviera escuchando. Tengo dudas de si fue uno de los Stones pero lo mas evidente por esa época entre las muchísimas cosas que escuchaba mi padre era The Wall de Pink Floyd. Ese disco me impresionaba mucho y me acuerdo de muchas cosas bajo esas canciones.
Durante toda mi infancia en el salón siempre sonaba música, música bastante difícil de digerir entiendo, por un bebé como yo. Además de ponerme mi abuela casettes de Torrebruno , o cuentacuentos para dormir, mi salón era una gramola de diferentes matices: Desde los Doors, Los Beatles, Bob Marley, Pink Floyd, flamenco, música brasileña, blues, el señor Jimmy … española poquita, quizá Celtas Cortos, Miguel Ríos… Ah claro, y Sabina (que le dió muy fuerte y acabé aborreciendo).
Pero quizá el comienzo de la siguiente etapa empiece para mí con Blur. El primer cd que fue de mi propiedad fue The Great Escape, no era la primera vez que les escuchaba claro, pero me dió muy fuerte. También yo era pequeña (12 años) y por entonces eramos más inocentes y nos impactaba todo un poco más. Creo recordar que la primera vez que vi este videoclip me quede clavada en el sofá. De ahí quizá vino mi interés por libros como Un mundo feliz o 1984. Vale que para muchos tenga mas relación con La naranja mecánica, pero yo siempre he sido muy sensible a la violencia y para mí resultaba bastante desagradable ver ese tipo de películas. Quizá esa rebelión que tenemos todos en la pubertad contra la sociedad para mí se desarrolló desde una visión mas curiosa de esa dominación y la influencia de fuerzas mas grandes sobre nosotros. Ojo, yo también fui una hortera y llevé pintas como todo el mundo, pero nunca me sentí parte integrante de un estilo definido y aunque todo me sorprendía o despertaba mi curiosidad no me adherí nunca del todo a una tribu urbana.
Otro disco que quizá abrió otra época fue The Miseducation of Lauryn Hill. Ya conocía a Lauryn Hill de su etapa con con los Fugees, pero este disco ha sido uno de mis discos de cabecera desde el momento que lo escuché. Nunca me canso de él y puede que sea una parte representativa de una etapa donde empecé a interesarme más por la música negra, por las grandes divas y poco a poco con el rap con el que anduve bastante pesada una época. Conocí a bailarines de break, fui a festivales, me sabía de memoria algunas de las canciones de Violadores del verso. Las pintas las podréis imaginar…
Y ahí empezó una etapa mas oscura, empecé a relacionarme más con rockeros, metaleros y al poco con amantes del post-rock. Me empezó a llamar la atención gente más tímida, más lectora, más encerrada en sí misma o puede simplemente que me sorprendía que pasaban de todo el mundo. Y otra vez, sonidos totalmente nuevos como The Mars Volta.
Me dejo muchas canciones importantes en la recámara y seguramente muchas canciones que marquen más etapas. Canciones que son bandera desde pequeña como Insurrección de El último de la fila, un verano en el que sobreviví a una avalancha en un camping donde en el coche sonaba mucho Bob Marley y muchas bizarradas de la pubertad que prefiero mantener en secreto.
Pero para terminar, seleccionaré algo que sea mas significativo en mi época viajera (que todavía continúa). He vivido en varias ciudades y países. Y es en mi viaje a Italia en el que más me marcó una canción que encajaba perfectamente con el momento que estaba viviendo. Estuve días antes de partir en un concierto de los inumerables gratuitos en fiestas populares que hicieron ese verano ( en unas fiestas de Fuenlabrada XD) en ese momento me enganché a ese disco de Vetusta Morla y a esa canción.
Vetusta me gustó mucho en esa etapa pero se quedó allí. En general las demás canciones siguen volviendo a mi playlist continuamente y ahora que estoy en Londres me ha dado mucho por escuchar cosas muy diversas para ir aprendiendo sobre la evolución musical de la Isla. Muchas mañanas para ir a trabajar me pongo Alt-J mientras camino por el canal de Camden, el tono ascendente de sus canciones y el ritmillo tan característico me plantean una nueva etapa.
Irene Bermejo, directora de la agencia de management Retrovisor y actualmente colabora también en Rock sin subtítulos, que desarrolla eventos de bandas españolas por toda Europa.
