Seguimos con esta serie de posts especiales dedicados a Iván Ferreiro que estará el viernes, como ya os contamos hace unos días, en la sala Noise de Valencia con motivo de la celebración del XV aniversario de Efe Eme.
Ayer comenzábamos con sus inicios en Los Piratas y despedíamos ese primer post con la publicación de Poligamia en 1995. Dos años después publicaban Manual para los fieles, un disco en el que se apreciaba un significativo cambio en el sonido con la inclusión de bases electrónicas y de instrumentos como la zanfona, algo más propio del folk (aunque aquí en Valencia podemos encontrar a una banda de rock progresivo que también usa zanfona como es La Muñeca de Sal) que del rock al que nos tenían acostumbrados Los Piratas. En este disco se contó con la colaboración de gente como Antón Reixa (Os Resentidos) que sería presidente de SGAE en 2012, Miqui Puig (Los Sencillos) o Soledad Giménez y como curiosidad destacar que uno de los temas incluidos en este disco formaría parte de la Banda Sonora Oficial de la película Batman y Robin, concretamente este Mi matadero clandestino.
En 1998, Warner editaba Fin (de la primera parte), un recopilatorio de temas de sus tres discos anteriores con dos temas nuevos y un año después se reeditaba el disco con un tema más, una versión del My Way de Paul Anka (si, aunque la versión de Sinatra es más popular, la original es de Anka) que tuvo mucho éxito gracias a la campaña de la compañía telefónica Airtel.
En 2001 vería la luz Ultrasónica, disco en la linea de Manual para los fieles, con bases electrónicas. Tras un tira y afloja con Warner debido a que la discográfica lo veía demasiado comercial, fue publicado y sería disco de oro vendiendo más de 50.000 copias. El éxito había llegado y la banda que había nacido en el terreno más independiente se convertía en mainstream gracias a canciones como Años 80.
En 2003 llegaría el último disco de Los Piratas, Relax, quizá el disco más oscuro y experimental de la banda en el que las guitarras tendrían menos presencia siendo aún más protagonista la electrónica. Tuvo una acogida fría por parte de los fans del grupo y en octubre de ese mismo año darían un concierto muy especial en La Riviera que se recogería en un disco llamado Fin de la segunda parte y en el que intervendrían amigos como Enrique Bunbury, Amaral o El Drogas.
Ese no sería sin embargo el último concierto del grupo ya que dos meses después se darían en la sala Galileo Galilei de Madrid y en febrero de 2004 anunciarían su disolución.
