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jueves, marzo 28, 2024

La Pulquería y Rubick llenan la sala Noise en Valencia (6-3-15)

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Son las 20:30 y una Sala Noise vacía empieza a recibir los primeros asistentes al concierto que Rubick primero, y La Pulquería después, daban el pasado viernes: una noche de verdadero lujo con dos de los mejores grupos que ha dado Valencia.

Uno surgido hace cosa de 6 años, con dos discos y un EP a sus espaldas, y con más rock and roll de lo que mucha gente piensa. Rubick, presentaban oficialmente su recién horneado «Golpe de Efecto», disco de 11 temas, que tiene como particularidad el cambio de idioma de inglés a castellano, con el que la banda valenciana se mete de lleno en una nueva etapa, conscientes del riesgo que ello conlleva, pero con unas ganas y energía que desbordan.

El otro, unos viejos conocidos, los maestros del hard-mariachi: La Pulquería. Con uno de los directos más divertidos que he visto nunca, siempre con una sonrisa en la boca, son expertos en conseguir hacer que hasta la última persona de la sala acabe saltando y bailando alguna de sus canciones. Tras dos años y medio de inactividad, su retorno era de los más esperados en la música valenciana. Llegaban después de pasar por Madrid y Murcia (junto a Rubick, también) celebrando el décimo aniversario de su primer disco «Corridos de amor», y colgando el cartel de Sold Out en las 3 fechas.

_MG_3637-2Cuando se hicieron las 21:00 en la sala ya se podía oler el ambiente a concierto, con una media entrada, que vaticinaba el lleno de la sala que se produciría después.
Con ese ambiente saltaron al escenario los chicos de Rubick, comenzando el concierto con la contundencia que les caracteriza, y que caracteriza al primer track del nuevo álbum, con el que empezaron el concierto: sonaba «Vuela».
Le siguió el segundo tema del «Golpe de Efecto», segundo single que sacaron a la luz, «Torre de Babel», y la gente parecía empezar a darse cuenta en ese momento de que había una banda de rock encima del escenario, ¡como si no supieran a lo que venían!.

Después de la apertura llegó el primer flashback, con uno de los temas de su anterior EP (en inglés) «Be My Light», seguido de uno de los temas más tranquilos y a su vez más cantados, del nuevo disco, como fue «La Fe», en la que el teclista Adrián Álvarez y el cantante Joe Merello se quedaron solos en el escenario y ejecutaron a todos los presentes con esta balada rompecorazones.

_MG_4313-2En ese momento me doy cuenta de que algo no va bien, a la banda no se le ve cómoda, y la respuesta está en el público: ya hay más gente que al principio, pero no responden a las arengas del grupo para que se muevan o den algo más que lo que están dando. De hecho, mucho del público (que presumiblemente había ido sólamente a ver a La Pulquería y se había encontrado con otro concierto, como por sorpresa) estaba hablando entre ellos, o pasando de lo que acontecía en el escenario.

_MG_3905-2No obstante, Rubick siguió con su show, con más rabia y fuerza: resonaron los «Disparos Cruzados» y aullaron en «Lovo», y más gente se subió al barco saltando, cuando llegó el par de hits de su antiguo EP en inglés: «Love» y «Bandits» hicieron que más de uno/a se decidiera definitivamente a comprar su disco o apuntar bien grande su nombre en sus notas mentales.

Pero había gente que ya tenía ganas de probar el pulque, y siguieron hablando, e incluso algún vaso cayó al escenario. Algo vergonzoso, y que nada tiene que ver con la calidad de ninguna de las dos bandas que esa noche tocaban ahí, simplemente es que parece ser que la gente no valora la música por igual.

_MG_3847-2Finalizaron el concierto golpeando fuerte con el primer single del disco en castellano, y que da nombre al mismo, «Golpe de Efecto». Un cierre de 10 para una banda que bajó del escenario con una sensación agridulce después de 40 minutos de concierto, con más gente hablando que cantando.

_MG_4559-2Pasados unos 15 minutos, la gente ya se agolpaba cerca del escenario y empezaron a aparecer en las pantallas que había en el escenario una serie de imágenes que nos contaba cronológicamente la historia de La Pulquería: desde los inicios con Mafarka hasta los conciertos en México presentando el «Fast Cuisine». Cuando acaban las imágenes, suben al escenario los mismos que aparecían en las pantallas: La Pulquería estaba en la casa, y no podían empezar con otro tema para calentar el ambiente que preguntándonos «¿Dónde están?».

_MG_4699-2Le siguieron «Machetazos en el Corazón» y «Morirse de Pena», tras la cual el cantante Gerardo Sanz recordaba a todos los presentes que estaban allí conmemorando el décimo aniversario de su primer disco, y que estaban muy contentos de volver a la ciudad que les vio nacer.

Tras aquello empezó el desmadre: sonaron temas de su último disco, como «Por Fin», «Cabeza Hueka»«En Paz» (donde estuvieron acompañados por el batería de ese disco, Marc Guardiola) y clásicos como «Always» o «Mala Cara».
Ahí ya tenían al público a sus pies, y lo aprovecharon: apareció Gerardo, enfundado en una capa y con una corona en la cabeza, para tomar el papel de «El Gran Chingón». Apoteosis.

_MG_5343-1Los pogos se sucedían uno tras otro, y para tranquilizar los ánimos y los corazones, se marcaron una de las canciones que siempre emociona en los conciertos de La Pulquería. Emociona tanto que en el último concierto en Valencia de la banda antes del parón, hubo quien tuvo que abandonar el escenario, sobrepasado por los sentimientos que genera este tema. Era «Plata o Plomo», y todas y cada una de las gargantas que allí estábamos la cantamos al unísono.

_MG_4506-2Después de aquello la gente tenía sed de tequila, y lo pedían a gritos. Y sacaron la botella. Y la barca hinchable. Gerardo se subió a la barca e hizo que el público le diera una vuelta alrededor de la barra que está en el centro de la sala, y que lo devolvieran al escenario, mientras daba de beber a la gente en su camino. Mientras tanto sonaba «Tan Sierto Que Pasó».

_MG_6019-1Después de tocar y bailar «No Hay Amor» y «Cualquier Día» subió al escenario el primer batería de la banda, Andrés Conejero, batería de Mafarka y batería y compositor (junto a Miguel Ángel Escrivá, bajista desde la fundación y hasta ahora) de letra y música de casi la totalidad de las canciones de los dos primeros discos.
Toda una revelación, la energía que puso en «Pancho Tequila» y «En Cada Rincón» se contagió al público, que lejos de estar cansado bailaba, saltaba, cantaba y se golpeaba más que al principio.

_MG_5943-1Llegando casi a la recta final del concierto, faltaban los 4 imprescindibles temas pulqueros que todo fan debe conocer a la perfección, y no se hicieron esperar: primero arrasó «La Huesuda», y después nos deleitaron con «Gitano», con un público entregadísimo que no dejó de moverse un instante.
El concierto se acababa, y La Pulquería dejó el escenario, despidiéndose…

…para aparecer de nuevo, convertidos en el comité de bienvenida de «La Migra», todos sin camiseta y ataviados con máscaras de luchador mexicano, como en los viejos tiempos. Un espontáneo sube al escenario, se tambalea en el mismo, ebrio de «amor», hace que Gerardo caiga al público… pero eso no para ni la voz ni la música, y el público lo agradece con entusiasmo y un pogo masivo. La Pulquería había volado cabezas y el público quería más. Pero volvieron a irse…

_MG_6287-1…para volver y disparar el último cartucho. Ya había habido un intento a mitad de concierto, pero era como si la gente lo hubiera olvidado, así que decidieron volverla a tocar. Ese tema insignia, que marcó un antes y un después en la historia pulquera, no es otro que «El Día de los Muertos».
Un cierre de concierto por todo lo alto, que nos invita a tener esperanzas de que esta vuelta sea para quedarse, que no vuelvan a dejarnos 2 años largos sin su música y que no tengamos que volver a decirles que «tantas noches de invierno me has faltado, sin contar los dias largos de verano». Porque no queremos colgarnos de ese techo (de menos), queremos vivir esa «rara, brava, larga y corta vida loca», pero con vosotros, chingones.

Acaba el concierto con la versión folclórica de «El Día de los Muertos», que estrenaron hace cosa de un mes, y que nos sorprendió a todos, sonando por los altavoces de la sala, mientras se encendían las luces.
Miramos a nuestro alrededor. El paisaje, desolador: infinitos vasos de cerveza hacen de alfombra plástica, y rastros de sudor y alguna camiseta arrugada completan el panorama. Eso sólo significa que ha sido una noche fantástica.

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VikPamNox
VikPamNoxhttp://www.facebook.com/VikPamNox2
Fotógrafo, cronista y ser humano. Beer Brother a tiempo parcial y pastor a tiempo total de la Primera Iglesia Presleyteriana de L'Eliana. Comprador y coleccionista compulsivo de discos. Enfermedad pura. Rock 'n' Grohl.
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