La N Flotante, que hace un par de años decidió poner punto final a ocho años de actividad… volvieron este pasado viernes, ¡ y vaya si lo hicieron!
Dejando a un lado el aspecto “medio de comunicación”, se transforman en La Asociación Cultural N Flotante, con el mismo espíritu de la revista pero aportando nuevas ideas en esta nueva aventura, y para celebrar la vuelta a los ruedos de esta bellísima y neonata asociación, se preparó un guateque de alta tensión, el pasado viernes 25 de septiembre en la sala 16 Toneladas.
Los primeros invitados de la noche eran unos debutantes (como banda, o superbanda), pero que tienen el culo quemado de hacer conciertos. Ellos eran Gran Quivira, el nuevo proyecto de Monty Peiró (The Sheenas, Sweet Little Sisters…), Mike Fernández (Red Buffalo, Badlands…), Pedro Sala (Red Buffalo, Wave at the Sun), Joan Fagoaga (Foursome Artifacts, Karaoke Rock Band…) y Charlie Rodríguez (El Regreso).
Comenzaron el concierto con fuerza, una fuerza que se mantuvo durante todo el concierto, comenzando con el tema que dará nombre a su primer EP: «Las Dos Caras», seguida de «Equilibrio» (también tema propio, pero que no estará en el EP).
Sin casi enterarnos, del shock, llegó la primera versión de la noche: «Make It Wit Chu», de los omnipotentes Queens of the Stone Age, a la que siguió otro tema del EP, «Donde No Duelas», que Monty no dudó en dedicar a Francisco Hickowski, trompeta de los Go Freaks, que también grabó con los Quiviras.
La fuerza de la banda seguía con la versión del tema Jamesbondiano «You Know My Name», de Chris Cornell.
Desatada estaba Olaya Alcázar, que le hacía la cobertura y los coros a Monty, junto a Merche Cardoso, y que hicieron gala de sus voces en «Guardar las Formas».
Gran Quivira puso el broche de oro a su concierto con el primer single (desde hace tiempo rodando por YouTube y Bandcamp) del EP, «Nadie de Verdad», para dejar claro que son una de las mejores apuestas de rock de la Comunitat para esta temporada.
A Gran Quivira le siguió el segundo invitado de excepción de la noche: el castellonense Junior Mackenzie, que trajo bajo el brazo su árido rock (aunque esta vez sin banda) semi-acústico, el cual (o eso pareció) no supo apreciar una buena parte del público, que no dejó de hablar en casi todo el concierto.
Flanqueado por Andrés Mauricio Beyoda al contrabajo y Marta Domingo al violín y coros, el castellonense empezó con sus temas «Jester With No Jokes», «Concrete Feet», o «Haze» (tema que estará en el nuevo disco de Junior Mackenzie), y el público que atendía al concierto empezó a calentarse. La gente que hablaba, únicamente aplaudía al final de las canciones.
Para darle una vuelta de tuerca, invitó a una fija en los conciertos de Junior Mackenzie cuando pasa por Valencia y cercanías: Raquel Adalid, más conocida como Chlöe’s Clue. Juntos cantaron «Colors of the Sky» y «So Young», esta última perteneciente al LP homónimo de Junior Mackenzie, en el cual el tema lo cantaba a dúo con Maika Makovski.
Tras este medley con la joven valenciana, siguió adelante, y al acabar «Street Light» y ver que la gente seguía hablando sin cesar, decidió armarse únicamente con una armónica y una acústica, para bajarse a tocar entre el público, sin micros, crudo, auténtico. Y ahí, sólo ahí, la gente calló y disfrutó (y dejó disfrutar) de la música del de Benicàssim.
Para finalizar el concierto, tiró mano de «Devil’s Song» y «Long Way to Walk», incluidos en su último trabajo «Mr. Good Horse», y de un remix-homenaje a The Doors, en el que también bajó a cantar junto al público (esta vez con micro).
Pese a todo, nos quedamos con un sabor agridulce, debido al dudoso respeto del público, que parecía ignorar por completo a las personas que estaban en el escenario. La eterna lucha artista-público, en la que no siempre gana el músico.
Y para acabar, el plato más pesado de la noche, el rock psicodélico y progresivo de Erich Zann, un grupo con un estilo muy personal que disco a disco ha mantenido una evolución coherente estimulada por sus influencias e inquietudes.
“Dawn of Ages” es su último trabajo, una ópera rock que narra una historia atemporal ambientada en la ciudad de Estambul, del cual pudimos disfrutar de temas como «Revolution», «Caravan» o «The Mice Hole».
La banda valenciana, que más bien parecian unos Pink Floyd más duros, finiquitaron el concierto (y la fiesta) con «Nights of Delightful Distorsion», incluida en su disco de 2012, del mismo nombre, y pusieron la puntilla con la brutal «700 Witches», también en ese disco, y en ese último «Dawn of Ages».
En definitiva: una noche potente de la mano de estos tres artistazos valencianos, y de la Asociación N Flotante, a la cual deseamos larga vida y prosperidad, y ¡que la fuerza os acompañe!
