El pasado jueves 14 de noviembre, en uno de los días más fríos que se han vivido en Barcelona en las últimas semanas, Godspeed You! Black Emperor hacían parada en la sala Apolo ciudad condal. Su último disco, Luciferian Towers, supone en su trayectoria un disco de transición, con revoluciones más bajas y que no acaba de dejar la huella que se espera de las experiencias sonaras a las que nos tiene acostumbrados una banda de esta magnitud. Y el concierto fue exactamente en esta línea.
Con una formación de dos baterías, tres guitarras, dos bajos y un violín, la banda comenzó con “Hope Drone”, un tema no publicado por la banda canadiense que, como su propio nombre indica, nos sumerge en drone tras drone hasta alcanzar un estado de cuasirelajación. Después de esta introducción, algo larga siguió “Bosses Hang”, acompañándose de unos visuales en los que se leía la palabra HOPE (un clásico en los conciertos de la banda) y se avistan cintas en loop con edificios en ruinas.
“Glacier”, la siguiente canción, recuerda tanto a la monumental “Storm” que, sin dejar de ser un tema muy bueno, deja un gusto a deja vú demasiado grande. Le sigue “Anthem for No State” con su inicio melódico y su crescendo que, al igual que todo el concierto, por mucho que esperes no acaba de explotar en ningún momento. Para acabar llega la gloriosa “BBF3”, de su primer y único EP, Slow Riot for New Zero Kanada. Y ahora sí. Es en este tema cuando por fin despega el concierto y, lamentablemente también es el último ante de unos cinco minutos de drones, ya sin la banda en escena, que acaban con todo.
Se debe destacar la capacidad que tuvieron las imágenes y las voces grabadas para transmitir la postura política de la banda, con sus duras críticas al sistema. Después de más de hora y media de música puramente instrumental, es esto con lo que realmente se queda uno del concierto. Su intención quedada clara, pero se pierde en su ejecución.
Texto: Álvaro Rebollar
