El Ebrovisión, uno de los festivales más añejos del territorio nacional, celebrado en Miranda de Ebro daba el pistoletazo de salida con las actuaciones de Shinova, Rural Zombies, Tachenko y Perro en la Fábrica de Tornillos. Dieciséis ediciones son las que avalan este evento que, alejado de los macrofestivales que inundan el actual panorama español se caracteriza por reunir bandas emergentes y de otras más consolidadas, todo ello bañado por un espectacular ambiente entre los asistentes.
Nuestro paso por la Fábrica de Tornillos empezó con el directo de Rural Zombies, una banda de Zestoa, que con un solo disco a sus espaldas, ya están dando mucho que hablar. ‘BAT’ (Warner, 2015), grabado, mezclado y producido por Eñaut Gaztañaga (Grises) nos puede dar una pista de por que derroteros van sus sonidos. En el escenario de Miranda de Ebro derrocharon un amplia gama de ritmos bailables, marcados de frenéticos sintetizadores. Dieron repaso a su LP, pero se atrevieron con una canción en euskera y con una versión de La Roux. Una vez finalizado su concierto, viendo la cara de satisfacción de los asistentes y entre trago y trago de cerveza nos dispusimos a intercambiar opiniones. Algo estarán haciendo bien este quinteto guipuzcoano cuando todos destacan que tienen lo mejor de varios grupos, la voz recordaba a Belako, los sintes a Grises y que por momentos recordaba a la última etapa de Foals, cosa que asentíamos con satisfacción después de verlos en directo por primera vez, ya que llevábamos tiempo detrás de ellos.
Después de unos primerizos llegaron Tachenko, unos que ya tienen unos cuantos discos a sus espaldas con más de diez años de carrera. Presentaban ‘El comportamiento privado’ (Limbo Starr, 2015) pero hubo hueco a repasar el extenso setlist que les han mantenido en lo alto, con positivas canciones melódicas. Fueron los primeros en dedicarles parte de su actuación a los compañeros de Supersubmarina, cosa que se repetiría durante todo el festival. Una actuación impecable que terminó con un Sergio Vinadé soltando su guitarra, agarrando fuertemente el micro para danzar de manera incesante por todo el escenario.