La tarde del sábado 27 de febrero parecía el último día de la historia del planeta. Una tormenta perfecta con lluvia y viento se concentraron en Hospitalet de l’Infant, donde se hacía imposible llegar al Auditorio Infant Pere sin tiritar. Una vez dentro del Auditoria, otra historia. La calma, la calidez en el Auditorio y el buen ambiente en la Sala Bonet Castella hacía olvidar lo que a fuera acontecía.
Empezó puntual a las 18:30 h Adam Giles Levy, londinense que decidió dar un giro radical a su vida emigrando a Canadá guitarra en mano, donde conoció a quien es su productor Alex Gamble de Union Sound Company. Tras dos años llenos de conciertos y 2 Ep’s auto-editados vino a España, donde se afincó en la ciudad de Bilbao, residiendo en la actualidad en la ciudad de Barcelona. Nos presentó su último trabajo, el Ep en solitario, Unnravelled (Neighbours Cat Records). Se presentó en formato dúo acompañado por Galder Usted a la batería. Lástima de la lesión de Yurena Nuño, quién los acompaña en el cello, de la cual no pudimos disfrutar.
Las canciones de Adam caminan entre el folk, blues y rock, que junto a su voz cálida y redonda las hacen especiales. Un talento y versatilidad técnica innegable es lo que nos demostró en el escenario. Las canciones del disco van más allá del folk circular y repetitivo que heredamos de las décadas gloriosas del rock de autor. La sorpresa melódica y rítmica está presente en su último trabajo, sobretodo en vivo y en directo. Tuvimos la oportunidad de tomar una cerveza junto al británico y charlar sobre su trabajo y sobre la música en general. Un concierto apacible, sorprendente y con mucho talento.
A las 20:00 h. empezaron los reusenses Islandia Nunca Quema. Carles Ribas y los suyos desprenden calidez y serenidad. Su música cuadra perfectamente como sonido ambiental en una cervecería escocesa. Pop paisajista, con voz grave y retoques de guitarra sumamente cuidados. Mucho le deben a Jhonny Case, o por nombrar algo más actual, Edwyn Collins. Su último Lp Applause y sus dos últimos Eps editados en 7” con philateliarecords son sus valores más preciados. Se extrañaron del ambiente en el auditorio, con el público sentado en las butacas, en silencio y atentos a todo. Es tal y lo que su música reclama, serenidad, tranquilidad, y buen ambiente, aunque puede que faltaron los cuchicheos, las risas, cerveza… vamos, un pub escoces. Pero no, estamos en el TwinPalm, y el público miraba y escuchaba atentamente el concierto, como en pocos lugares sucede.
Maria Arnal y Marcel Bagés les siguieron a las 21:30 h. Fue el concierto más íntimo de esta edición. Una auténtica abducción gracias a la voz de Maria, a su interpretación en escena, a su pasión y entrega, y a los acompañamientos de guitarra tan extremadamente cuidados de Marcel. Sus canciones son recuerdos históricos de cantos populares de archivo. Cantos populares de otra época que nos remueven la consciencia sobre del mundo en el que vivimos. Un auténtico placer y una auténtico viaje sentimental.
Llegó el turno a las 23:00 h. del grupo cabeza de cartel de la 5º edición del Twinpalm, Christina Rosenvinge. Hace mucho del desapego con Warner y de su giro hacia su música anglosajona. Este cambio la llevó a conocer músicos de la talla de Steve Shelley (Sonic Youth) o Chris Brocaw, que acabaron colaborando en su álbum “Tu labio superior” (2008). En su próximo trabajo “La Joven Dolores (2011) colaboraron músicos como Jeremy Wilms, Charlie Bautista o Georgia Hubley (Yo la Tengo). En el 2015 editó su último trabajo “Lo nuestro”, con un toque más electrónico y psicodélico. En definitiva, una auténtica metamorfosis hacia la búsqueda de su yo artístico más escondido desde hace, y se dice pronto, dos décadas.
Respecto al concierto, queremos destacar primeramente a sus acompañantes, músicos inmensos, capaces de crear atmósferas y ambientes extraordinarios, destacando a la baterista. Si hay algún instrumento (de los habituales en en grupo) en el que cuesta ver la figura femenina, ese es la batería, y reconozco que nos sorprendió gratamente no sólo visualmente, también por su calidad, como el resto de compañeros. Christina nos enseñó su lado musical más extravagante, como viene siendo su música experimental, pop de autor rebuscado y conseguido. Se atrevió con dos temas en solitario a petición del público, con resultado dudoso, que se tomó con naturalidad al no recordar parte de sus letras. Un concierto para indagar en la música experimental, sin convenciones ni modas.
Para terminar, se subieron al escenario los locales TheWardenclyffe. Un grupo de música electrónica en formato dúo. Una puesta en escena trabajada, con uniforme, incluso coreografía con luces láser. Agradecimos los teclados en directo, acordes pesados entre ritmos electrónicos escogidos con mucho gusto.
Otra edición del TwinPalm, otro lujo para los espectadores. El porqué es muy fácil de explicar:
Se trata de un pequeño festival y muy íntimo, que contó con 150 asistentes como público. El escenario del Auditorio es de unas dimensiones extraordinarias y el equipo de sonido de una perfección inusual. Puntualidad ejemplar. Las cinco bandas invitadas sonaron escandalosamente bien. Los momentos entre un concierto y otro se hacen verdaderamente agradables, puesto que la Sala Bonet Castella se encuentra en el mismo recinto que el Auditorio, a tan solo cinco escasos metros, y es donde se encuentra la barra, los dj’s, mesas, sillas e incluso algún que otro artista del festival. Un ambiente perfecto para tomarse una cerveza y comentar el concierto que se ha vivido o el próximo en vivir.
Lo dicho, un lujo y un gustazo poder disfrutar de otra edición del TwinPalm, esperamos que no corra la misma suerte que la de su hermano mayor, el ya desaparecido PalmFest. Solo nos queda agradecer y felicitar a la organización por la invitación y el trabajo bien hecho.
Texto: Rafa Calatayud
