Abriendo la noche, Alexander Wolf salió armado únicamente con una guitarra acústica, una armónica colgada al cuello y una pareja de pedales, emparejados a un bombo y una pandereta, respectivamente.
A lo largo de su actuación fue disparándonos temas puramente folk como su “Lazy boy”, toques de country de carretera americana en “Little Bird”, e incluso versionó con acierto el “It takes a lot to laugh, it takes a train to cry” de Bob Dylan.
Con muchas reminiscencias (llámalo homenaje, llámalo influencias) al bardo de Duluth, Alexander Wolf nos presentó 5 temas, de los cuales 4 estarán en su primer EP, que saldrá próximamente y que tiene como título “Right where I belong”.
Seguiremos atentos a esta artista, que tiene mucho que aportar a la incipiente escena country-folk y que seguro dará mucho que hablar.
Y llegó el vendaval: Juan Zelada subió al escenario junto a Carlos Murillo a la guitarra solista (que fue el comodín de Zelada para los “silencios incómodos”), Javier Gómez a la batería y Sergio Fernández al bajo.
Hacía un par de años que no pasaban por la capital del Turia y salieron con ganas de dar espectáculo, y vaya si lo dieron.
Presentando los temas de su nuevo trabajo “Back on track”, producido por Carlos Jean, comenzaron el concierto con el tema que da nombre al disco. Tras este tema, el concierto fue subiendo de intensidad y la banda fue aumentando su afinidad con el público, que comenzó algo tímido únicamente haciendo palmas en ciertos temas.
Con “Breakfast in Spitalfields” se ganó a la mayoría del público, que acabó bailando definitivamente al llegar a “The Blues Remain”, corte con el que empieza su primer disco “High Ceilings & Collar Bones” y que es buena muestra del estilo musical del madrileño, blues & soul con alto contenido bailable.
Pese a todo, Zelada no acababa de ver todo el entusiasmo que deseaba ver en el público, por lo que invitó a acercarse más al escenario, justo después de tocar el que será primer single del nuevo álbum, “Dreaming away”, y nosotros obedecimos como autómatas, hipnotizados por su excelente calidad tanto vocal como a la hora de tocar el piano.
Después de su conocido tema “What do I know”, la banda al completo se retiró al camerino, mientras el público aplaudía y pedía los ‘bises’. Pasados unos minutos, salió Juan Zelada, que cogió su guitarra y tocó un íntimo “Like this”, al que siguió un tema de su EP “Follow the river” con mucho ritmo, “Boat out”.
Y como un Stevie Wonder blanco y con bastante más visión, Zelada y su banda interpretaron “Don’t you hold me down”, que sería la última canción del concierto, en la que ya tenía al público ganado, hasta el punto de acompañar toda la canción con palmas, bailando y cantando junto a él, acabando el concierto por todo lo alto.
Tras una noche con una calidad musical altísima en Loco Club (como viene siendo costumbre) nos quedamos con ese “Ain’t got no sunshine, ain’t got no rain, ain’t got a worry in the world but the blues remain” de Zelada, ¡el blues siempre estará ahí cuando lo necesites!
Texto y fotos: VikPamNox
