Ángel Stanich y su banda presentaron el pasado sábado 26 de enero «Antigua y Barbuda» en la Sala Zero (Tarragona), su segundo disco de estudio que ha consagrado al artista y con el que ha dado un salto cualitativo musical, y cuantitativo en cuanto a seguidores se refiere.
Hacía justo 2 años del último concierto de Ángel Stanich en la Sala Zero (Tarragona) en el que presentó su primer largo «Camino Ácido (2014)». Por aquel entonces supuso una gran sorpresa para muchos de los presentes. Esta vez vino como un artista consagrado en el que ya lleva a sus espaldas un segundo disco con el que ha girado por todas las salas y festivales veraniegos más importantes del país. «Antigua y Barbuda (2017)«, un disco más maduro que el anterior, y con muchas sorpresas sonoras, pues ha sabido encajar su música cíclica y psicodélica con sonidos más actuales con sintes y teclados.
Empezaron con el sonido ochentero de «Golpe en la Pequeña China» seguida de «Escupe Fuego«, un tema que podría haber salido de cualquier disco de «Loquillo«, guardando las mil y una diferencias entre ellos. Continuaron con «Más se perdió en Cuba«, y uno de los hits de su primer álbum, «Mezcalito«. Siguieron con «Mañana», la lenta «Galicia Calidade» con su final cantable, «Que será de mi» y «Le Tour 95» con la que se llegó al ecuador del concierto. La sala rozaba el sold out y el público lo pasaba en grande con el enganche del santanderino y un Victor L. Pescador desatado en «Salvad a las Ballenas«, con el ritmo bailable de su guitarra y sus segundas voces.
Llegaron a la parte final del espectáculo con el hit «Hula Hula» con el que el público arrancó a cantar antes de tiempo por pura ansia de disfrutarla. Otra de las canciones que corrobora que estamos ante un disco y un directo diáfano y lejos del hermetismo, dejando atrás algún que otro clixé sonoro y abriéndose a nuevos mundos rítmicos y sonidos que recuerdan a pinceladas de Rufus T. Firefly o Jero Romero, por nombrar algunos.
Acabaron con un final más que apoteósico con «Un Día Épico» «Carbura» y las grandes «Metralleta Joe» y «Mátame Camión«, un final más que digno, con baño de masa incluido por parte del santanderino y con palabras de agradecimiento a su público, que se siente feliz y nada le cuesta entrar en calor y delirio ante tal derroche de energía y sobretodo, ante un nuevo camino más abierto. Solo cabe esperar que Ángel y su banda vuelvan pronto, al menos que no vuelvan a pasar otros 2 años para que nos vuelvan a sorprender con su directo.
Texto: Rafa Calatayud
