Las noches en Ídolo Club (Sala Alevosía, Madrid) siguen imparables con una programación donde apuestan por bandas noveles. Ya lo pudimos comprobar un par de semanas antes disfrutando del directo de Blanco Palamera. Y unos días después, la pasada noche del 12 de abril, teníamos una propuesta de lo más llamativa, el pop frágil y emocional de Fatal Tiger.
Sin aún sacar su álbum debut, Paula Ruiz, la artista alicantina que hay detrás de este proyecto, nos cautivó a todos con su solidez sobre el escenario. Siempre va acompañada del guitarrista Bruno Thevenin pero por motivos ajenos, para esta ocasión contó con Javier Oleaga, guitarra y teclista en Ambre. Un poco antes de las 23:00 horas y con la sala llena, comenzó repasando el EP que lazó el año pasado ‘Burning Bright’.
El dream pop crudo y dulce a partes iguales estaba presente en canciones como ‘Breeders of Dreamers’, y la contundencia roquera en ‘Fucking Down’. El sonido de su bajo se entrelaza con su voz haciendo una mezcla hipnótica y cautivadora. Paula se mostró muy agradecida y emocionada con todos los asistentes que la acompañaron allí esa noche. Entre canción y canción le dedicó unas palabras a todos aquellos que la apoyaron en este proyecto, en especial a su familia.
Tampoco faltaron canciones como ‘Ghost’ que fue galardonada como la mejor canción del 2017 en los premios Soundies. Nos contó los entresijos de alguna de sus canciones. De cómo alguna de ellas le pedía consejo a su profesora de inglés para que comprobase que estaba correctamente escrita, y también nos habló de su primer amor, su violín.
Para finalizar, cantó un tema más que no tenía incluido en su setlist. Dejó su bajo y con una base de fondo interpretó una nueva canción con la que nos cautivó a todos con su preciosa voz con la que cerró un bolo de lo más agradable y elegante. Nos quedamos con ganas de escuchar nuevos temas de esta artista que dará mucho que hablar.
