Ana Bravo es una cómica madrileña con complejo de Casandra. Colabora habitualmente en los podcasts Me duele la Cabeza y Apocalypso de Phi Beta Podcast, produce las grabaciones de comedia Chistes en Fase 1, hace stand up donde la dejan y estudia guion mientras sueña con ser como sus referentes femeninos televisivos: Leticia Sabater, Terelu Campos y Espinete. Aquí os dejamos sus 5 😉
Hola, querides. Me han pedido que haga una selección de 5 canciones con un significado común para mí. ¿Una oportunidad para abrirme y compartir un mundo de ideas? No, el momento ideal para reforzar mi imagen de eterna adolescente. 29 años tengo y así me va. Cuando nos encerraron yo iba con ventaja sobre vosotros. Llevo muchos años preparándome para revolcarme en mi miseria como si no hubiese mañana. Pero esta cuarentena ha sido decepcionante, ya que, ante el augurio de una autodestrucción rápida, dolorosa y fugaz, decidí dosificar mis sentimientos (sin ser yo nada de eso) para acabar comportándome como un funcionario del confinamiento: horarios, hastío y tiempos muertos, pero de locura transitoria nada.
¿Y cómo sobrellevé este periodo de pausa? Pues en parte montándome PELÍCULAS con temazos de esos que te hablan a la cara, pero sin ponerse muy serios. Vamos a escucharlos, que a eso hemos venido.
1. El amor en los tiempos del Covid.
En la vida me he puesto muchas excusas rechazar el amor, pero una pandemia mundial hasta a mí me parece demasiado. Esta canción es la que más me puse al principio del confinamiento cuando echaba de menos al ‘crush’ con el que acababa de conectar días antes de la cuarentena, y con el que había tenido pocos momentos que recordar pero muchos que imaginar.
Melancolía, campanitas y sentimientos encontrados en la voz y letra de esta canción de Casero, que habla con cariño y sabiduría de un lugar común un tanto oscuro.
Cuanto más – Casero
Pd: la versión remix de Vizzen es increíble para bailarla en patines en línea (creo, porque yo no tengo).
2. Encerrada pero caliente.
La música de Bad Gyal saca la zorra macarra que llevo dentro y que necesita salir a guarrear de vez en cuando, aunque sea entre las 4 paredes de mi habitación. ¿Y qué mejor que un temazo que te habla de la vida nocturna de jovencitas despreocupadas y de sus maneras, vicios y costumbres?
Esta canción me produce sinestesia, y me traslado a una fiesta en un club pequeño, petado y con olor a la colonia barata del resto de gente, mientras bailo haciéndome falsamente la chunga con las medias rotas.
Bad Gyal – Hookah
3. El himno de una generación.
Todo lo que siente media España. El espíritu millennial condensado en una canción con autotune, cariño y almendras. El agradecimiento a Fernando Simón y su repercusión mediática lo han convertido en el ídolo de masas que necesitábamos en este confinamiento con las esperanzas a medio gas. Un hombre bueno al que Christian Flores le ha hecho la canción que todos necesitábamos para tararearla por la calle, o cuando sale en la tele. O a ti misma antes de dormir, vaya.
Con obras como estas es para lo que descubres que sirve el arte y los artistas: para plasmar en físico un sentimiento común al que poder aferrarte.
Fernando Simón TKM – Christian Flores
4. Ah, ¿esto era sentir?
Pues mira, un poquito de Rosalía en cuarentena no le hace daño a nadie. Y si es con un temón nuevo a media voz en el que entiendes frase sí/frase no pero que puedes acabar gritando mientras friegas el baño, pasas el aspirador o tienes la suerte de sacar al perro en un confinamiento estricto, pues ponme 3 palés. Y que una es muy sufrida, yo tampoco sé por qué no puede dolerme. Y no está mal que la diva de masas de tu generación lo cante y te lo recuerde para que sientas que sigues viva, y sobre todo que es natural dejarse sentir (o no).
Rosalía – Dolerme
5. Yo también quiero hacer “música”.
No es por ser egocéntrica, que lo soy. Y aunque la canción es un desastre a nivel calidad, cosas como ésta (en la que hice humor con todo lo que estaba sintiendo) me ayudaron a
pasar el confinamiento. De vez en cuando me la pongo porque me tranquiliza y me da risa ver y escuchar mis neuras con distancia, porque saber que todos estábamos pasando por procesos similares y que yo podía poner un granito de arena fue muy divertido.
Viva la autocompasión y crear cosas con ella. Y si alguien quiere que montemos un grupo de millennials melancólicos y un poco autoparódicos SOY SU CHICA.
Stickers’ Song – Ana
EPÍLOGO: Gracias por llegar hasta aquí, espero que hayáis disfrutado de esta banda sonora confinada. Y sobre todo espero que, si os habéis autocompadecido mucho durante el confinamiento, hayáis sido capaces de aceptarlo y reíros de ello lo más grande (después de llorarlo todo). Mucha suerte para lo que viene.
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