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miércoles, abril 24, 2024

Veintiuno inyectan dopamina a la Joy Eslava

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El pasado viernes 26 de abril Veintiuno subieron al escenario de la Joy Eslava para celebrar los seis meses de puro crecimiento que llevan recorridos con Gourmet (Warner Music Spain | 2018).

A principios del mes de abril charlábamos con Veintiuno sobre el riesgo -—y la importancia— de asaltar una sala con el doble de aforo de la que acogió la presentación de su segundo largo Gourmet. Veintiséis días después se adentraban en la Joy Eslava para inyectar dopamina en el organismo todos sus fans.

La noche arrancó con energía con ese grito al cielo de su repertorio llamado El Baile, con el cual se empezó a ver la actitud que iban a derrochar durante la hora y media de actuación y que sin duda fue la clave de la misma. Diego (voz principal, guitarra), insistía en uno de sus monólogos en cómo un concierto es similar a una noche en el teatro, en la que el público es otro de los personajes: «nosotros salimos a interpretar y vosotros hacéis como que os lo creéis«. Y pese a que ya llevan años rodando por distintos escenarios de España, sus caras eran las de una banda novel que llena su primera sala de 100. La diferencia es que la razón no era la incredulidad, Veintiuno ya empiezan saber y creer en lo que hacen, sino de agradecimiento y amor hacia sus espectadores.

Y de agradecimiento, trabajo y creencia en uno mismo hablaba justo otro de los monólogos de la noche. El trato de la industria musical al artista auto-gestionado y los vaivenes emocionales que trae cada una de las giras a las que se lanza una banda que no tiene una estabilidad. Miedo del que hablan en Delicadeza, que abrió el tercer bloque del show; y esfuerzo que remarcaban con piano lontano, el minuto de poesía del concierto para expresar que «poco a poco, se va lejos».

Veintiuno en la Joy Eslava /// David Left

La noche tuvo hueco para el pop, líneas de guitarra en clave de rock y baladas muy arropadas por la arquitectura y belleza de la Joy Eslava. Las paredes del teatro acogieron a mitad concierto uno de los momentos más íntimos de la banda en directo: la aparición de Zahara en el escenario para interpretar Tu Nombre, versión a dúo que lanzaron en las plataformas digitales el pasado 4 de abril y que hizo al público estallar en vítores después de haber escuchado en completo silencio un acústico a piano de Los Santos Imprudentes.

Veintiuno y Zahara /// David Left

Para sorpresa de muchos, la de Úbeda no fue la única colaboración, sino que a los Veintiuno aún les quedaba un as bajo la manga que llegó en los bises. Antes de derrumbar la Joy Eslava, llamaron a Zetazen para dar un extra de color a Cabezabajo. El cantante, agradecido, dio un toque urbano a la noche de pop.

Y tras este momento fraternal, llegó la hora concluir la velada de la misma manera que comenzó: bailando. Los pies de los asistentes se hicieron fosfatina con los primers acordes de Dopamina, que convirtieron la sala en aplausos enérgicos y plasmaron una sonrisa de oreja a oreja en cada uno de los rostros de Veintiuno.

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