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miércoles, abril 24, 2024

Primavera Sound 2018, un festival para todos los gustos. Edición música urbana

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Un festival no es solo su cartel, pero un cartel dice mucho de un festival. Y el de Primavera Sound 2018 es estelar, completo, con firma y con flow, en femenino y en presente, para fieles, sin letra pequeña y bailable, muy bailable. Un cartel que son muchos carteles en uno. En esta ocasión os presentamos tres propuestas del género pop-rock.

The Blaze. Igual que hay canciones conectadas a personas, lugares e incluso estados de ánimo, hay composiciones que no se entienden del todo simplemente escuchándolas. Las del dúo francés THE BLAZE (Jonathan, estudiante de cine; Guillaume, músico antes conocido como Mayd Hubb) son así: un todo audiovisual para la era de las pantallas. No solo cautiva su pop electrónico sombrío de reminiscencias house, sino que la historia de los vídeos de Virile y Territory, las dos piezas capitales de su EP de debut, funcionan como una buena banda sonora lo hace en las películas: maximizando la conexión. En directo la idea y el resultado son los mismos: The Blaze entran con la misma fuerza por los oídos que por los ojos.

Migos. Childish Gambino lo dijo alto y claro cuando recibió el Globo de Oro por su serie Atlanta en 2016: Bad and Boujee es la mejor canción… de la historia”. Luego lo “matizó”: “Creo que Migos son los Beatles de esta generación”¡BUM! Migos no acababan de llegar (se formaron en 2009 y su primer hit, Versace, llegó en 2013), pero el shout-out de Glover les sirvió para dar el pelotazo: Bad And Boujee, antihit de digestión lenta y penetración implacable, ya va camino de los 1.000 millones de plays, y Culture fue recibido con honores de clásico tras un reguero de mixtapes y singles. HEY! Quavo, Offset y Takeoff, curtidos en Atlanta, son la punta de lanza de la regeneración del trap en Estados Unidos, hablando de tú a tú a sus colegas Gucci Mane, Future y Travis Scott. Son fundamentales para entender por qué un movimiento tan global sigue siendo tan auténtico. Son barrio, Rolex, fraseos inalcanzables, GRRAH!, swag, auto-tune, volantazos, FLESH!, trenzas, humo, oro, PRRRR!, Lambos, bitches, cadenas, YEAH!braggadocio, calle, ad-libsslang. Son familia, cocaína y Versace, SKRT SKRT! Pisarán el escenario y ya se lo habrán comido. Los fucking Migos.

 

Fever Ray. Las bombas H caen en Wanna Sip. Los sintetizadores emulan el sonido zumbante de los proyectiles en la apertura de Cry Cry Cry (primer disco de Fever Ray en 8 años), pero aquí no hay arma de destrucción más masiva que la propia voz de Karin Dreijer. Algo de veneno ya había chupado y escupido la sueca en lo último de The Knife, pero el exorcismo llega ahora: en cada esquina de este laberinto un pitch alterado y alterante, en cada rincón un nuevo minotauro al que enfrentar y vencer. Guadaña política, feminismo y sexualidad perturbadora donde lo pop no quita lo desasosegante.

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Alexandre Zaragozà
Alexandre Zaragozà
Profesor y proyecto de investigador en una vida dirigida por David Lynch. Si se me permite el ácido oxímoron, indiependientemente mainstream.
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