Jinjer, la banda que enamoró a la 16 Toneladas

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Tras un tiempo de inactividad, volvemos a la carga con otra crónica. Hoy las protagonistas son las mujeres, las front-woman, y es que este pasado Domingo 7 tuvo lugar en la 16 Toneladas una cita obligada para los fans de las cantantes femeninas, ya que los ucranianos Jinjer se dejaban caer por tierras valencianas, con la banda local Synlakross como teloneros.

Por motivos de horario no pude acudir a los conciertos previos a estas dos bandas, que eran nada más y nada menos que A Reason to Breathe con su hardstyle tan particular, y Rise to Fall, un grupo que me quede con muchas ganas de ver, así que otra banda nacional pendiente al bolsillo. Pero ahora vamos a lo que sí que vi:

Si os soy sincero, no me habían hablado muy bien del directo de Synlakross, así que mis expectativas no eran muy altas. Puede que por eso me sorprendiera bastante cuando empezó a sonar “Attack on Train”, seguida por “Cimarron”, con las que la banda dio toda una declaración de intenciones. El registro de Patricia, la cantante, me recordó bastante al de Alissa White-Gluz o al de Angela Gossow. Sí, ya sé, menudo topicazo mencionar a dos de las cantantes femeninas más influyentes, pero al rey lo que es del rey.

No fue sin embargo un directo sin incidentes, y es que a mitad de solo, Ivan, el guitarra, apoyo el pie en un monitor que cayó a plomo desde el escenario a donde estaba el público, con la suerte de que no es una tarima muy alta y salió ileso. “Just One Shot” y “Gold God” vinieron luego, sin dar ni un momento de tregua vaya, debe ser que al grupo no le molan los lloriqueos ni las partes limpias. Si te molaba In Flames, me temo que este no era tu día, porque los valencianos tocaron una versión no muy acertada de Colony, que a los más veteranos les picó bastante.

A partir de aquí la actuación empezaba a ser un poco repetitiva, ya sea por el tono machacón de las canciones en general o porque había ganas de ver a los headliners. Sin pena ni gloria pasaron “Curly Wolves” y “Billy the Kid”, aunque en defensa del grupo diré que el público no estaba muy por la labor, y que en sus mejores momentos, era como mucho soso. Para terminar, tocaron creo que la canción que más me gustó del set, y esa era “Death Valley”, con una duración un poco mayor al resto, y con más variaciones en las estructuras de la canción, lo que movió un poco más a la gente.

Llegaba ya el turno del grupo que de verdad habíamos venido a ver, por el que todo el público estaba expectante, y es que con tan solo un EP y dos discos completos, Jinjer se las ha apañado para conseguir una buena cantidad de adeptos.

Ante la mirada expectante de toda la sala, la banda salió a escena para interpretar “Who Is Gonna Be the One”, para continuar con “Words of Wisdom”. Una vez enamorada toda la sala, empezaba de verdad la presentación del King of Everything”, con “Sit Stay Roll Over” y “I Speak Astronomy” como plato principal. La primera volvió loco al público, que no dudó en montar un buen moshpit a petición del bajista Eugene, y a la que guardo especial cariño porque con esa canción descubrí a la banda. En la segunda, observamos cómo Tatiana elevaba su voz hacia el espacio (véase el juego de palabras tan gratuito) para luego dejarnos atónitos con esos guturales dignos del mismo diablo.

No va la comparación muy desencaminada, ya que después de “Just Another”, venía “Under the Dome”, en la que en palabras propias de la cantante, tocaba adorar a Satán. Después de dar tanta caña, todos estábamos de acuerdo en que era el turno de algo más tranquilito, era el turno de “Pisces”, que nos mostraba que dentro del mundo de metal, también disfrutamos de otros estilos como por ejemplo el jazz, y que Tatiana ha sido bien formada en el arte vocal, que no sólo sabe pegar berridos, para que nos entendamos. Pero no iban a dejar que nos durmiéramos, volviendo a dar buena cera con “I Want It I Get It”, tema que como tonto llevo buscando una hora en su discografía para darme cuenta de que en el disco aparece en ucraniano (imagino que es). Seguíamos para bingo con “Captain Clock” y “Outlander”, otro clasicazo que no podía faltar.

El set ya iba llegando a su fin, sin signos de cansancio no obstante por ningún miembro de la banda, que derrocharon energía en las tres últimas canciones, “No Hoard of Value”,”Cloud Factory”, y “Bad Water”, otra cancionzaca que me alegré de escuchar en vivo. Tan rápido como se despidieron, volvieron a subir al estrado para regalarnos un encore de infarto, “Scissors”, la única perteneciente al primer EP. Y ahora sí, se despedían de escena, aunque según ellos, hasta el año que viene, lo que por lo menos para un servidor son buenas noticias.

Para terminar de daros envidia, al terminar el concierto, Tatiana me dio la mano, y a parte de enamorarme más todavía, creo que no me la voy a lavar en la vida.

Como siempre, espero que os haya gustado, y nos vemos en próximas ocasiones.

Texto: Ángel Martínez Palomares
Fotografías: Carlos Laestadea

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