El pasado martes, a 24 horas de recibir su Ondas a la trayectoria musical, Coque Malla visitó Valencia para deleitar, disfrutar y charlar con un público entregado y ansioso de su música en directo tras haber lanzado su nuevo disco, Aunque estemos muertos. Abarrotada la puerta de la Fnac, casi una hora antes del comienzo del showcase, asomaban las cabecitas cada vez que las cortinas rojas de aquella sala se movían con el trasiego de entradas y salidas de gente. No les culpo, cualquier fan, o amante de la música, después de 2 años del último disco de uno de sus artistas favoritos, vive ese día y ese encuentro como uno de los mejores de su vida. Y es que Coque Malla es refugio y hogar para diferentes generaciones. Y en las edades de los y las allí presentes quedó demostrado. Bendita música sin límites, ni barreras.
Después de casi 40 años en la música no debería tener más carta de presentación que su música, y como puede ser que haya algún rezagado o alguna rezagada que no sepa de quién hablo, voy a utilizar antes de lanzaros la entrevista una de sus canciones que más me marcaron. La mayoría podemos pensar en la misma canción al escuchar o decir su nombre y utilizarla para decirle a alguien «el que canta…», pero yo prefiero utilizar una que cuando la escuché por primera vez sentí algo que nunca había sentido, y es que para mí las canciones cobran más sentido aun cuando experimentas en tu cuerpo una sensación nueva y te hace remover o querer recuperar algo que considerabas perdido en ti. Y esta, aunque no es de su último disco, no puede ser más perfecta para saber quién es Coque Malla.
Disfrutadla, leed nuestra charla de queridas y, después, reproducid con todos los sentidos puestos, las 10 canciones de su nuevo proyecto. No hay mejor manera de conocer a un artista que prestando atención a su obra.
- ¿Eres capaz de describirte con una sola palabra?
No, no, en absoluto. No soy capaz ni de describirme con un libro de 500 páginas, imagínate con una palabra.
- ¿Ni a nivel personal ni profesional? ¿Una en común?
Si estuviese un mes pensando en ello, a lo mejor encontraría una palabra que se acercaría a algo de una parte de mis múltiples caras y facetas, y no lo digo porque me considere una persona de múltiples caras y facetas, sino porque todos, aunque no lo sepamos o no lo pensemos, como dice el poema de Walt Whitman, Contengo Multitudes, que Dylan también cita este poema. Creo que tenemos dentro mil personalidades, mil facetas, y que depende del momento de nuestra vida. Entonces describirte con una palabra… Esa palabra puede cambiar pasado mañana.
- Teniendo en cuenta que hoy no eres el mismo que fuiste ayer, o que serás mañana, en cuanto a «personalidades» o facetas te refieres. ¿Cómo es formar parte de la música durante casi 40 años, pero sobre todo, mantenerte en esta industria tan volátil?
Pues yo no he seguido ninguna estrategia. No he hecho nada conscientemente, es decir, no he pensado «voy a hacer esto para mantenerme en la industria». Yo lo que he hecho es seguir haciendo lo que sé hacer, que son canciones. En el fondo he sido muy artesano.
Me acuerdo un día que José Nortes, que es nuestro compañero en la producción de los discos y con el que me he tirado horas y horas metidos en el estudio moviendo microsegundos un corito, me decía «todo este trabajo para que luego llegue un chaval y escuche la canción en un teléfono y cuando se canse la pase a otra», y yo le decía que somos como ese taller de zapateros que un día te encuentras paseando por una ciudad, ¿sabes? Rollo, Zapateros Fernández, desde 1845, ¿y te asomas y ves a un viejito cepillando un cachito de madera para hacer un tapón? Pues somos un poco así ya, como viejecitos haciendo nuestro oficio, y eso es lo que hemos hecho y seguiremos haciendo.
- Como bien dices con el ejemplo del zapatero, aquí en Valencia está pasando que están cerrando muchos negocios de oficios artesanos tradicionales, entonces yo me pregunto, ¿te merece la pena embarcarte en un proyecto como un disco? En una época de single, efervescencia, impaciencia incluso.
Sí, sí, merece la pena porque es lo que le da sentido a mi vida. Entonces yo creo que tu vida tenga sentido merece mucho más la pena tener millones de dólares en la cuenta del banco. Y lo increíble son las dos cosas, pero si tengo que elegir, posiblemente elija el que mi vida tenga sentido.
- ¿Recorrerías la música de la misma manera que la has recorrido hasta ahora?
Yo creo que sí. Quizás alguna cosa pudiera decir «hostia, esto lo tendría que haber hecho así o asá», pero digamos que la esencia de la evolución, del proceso, del como yo he vivido mi profesión, sí que lo viviría de la misma manera.
- Bueno, creo que la honestidad forma una gran parte de tu carrera. Este nuevo disco es muy honesto. Honesto y profundo.
Claro que es honesto. Mucha gente que se dedica a esto es honesta, o sea, creo que no hay otra forma de hacerlo o de vivirlo. Incluso los que se dedican al mainstream, se dedican honestamente porque es lo que hacen. Por ejemplo, Shakira no me gusta, pertenece a ese mundo histriónico de la música comercial, pero yo creo que ella lo vive así y es honesta haciéndolo.
- Es su esencia, ¿no?
Exacto. Entonces la mía tiene que ver más con la de Tom Waits, pero la de Shakira, o la de cualquier otro, son honestos también.
- ¿Y a ti no te asusta exteriorizarte o exponerte tanto en un disco o en una canción?
No, porque además no es la verdad absoluta de mi vida lo que yo cuento en las canciones. Yo parto de una verdad, pero luego tiene que haber en toda ficción, y las canciones son ficciones, mentira y fantasía. Todo tiene una parte de biografía y de vivencias, pero luego tiene que entrar la ficción. Yo no estoy contando mi vida, esto no es una autobiografía donde yo doy nombres y apellidos, fechas o lugares, no es así.
- ¿Eres partidario de que cada persona haga suya tus canciones y las adapte a sus momentos o situaciones?
No hago las canciones, ninguna canción, teniendo en la cabeza «quiero que la gente capte esto» o «quiero que la gente lo entienda de esta manera», porque muchas veces ni yo mismo entiendo de dónde salen las canciones. Yo mismo no sé cuál es el significado profundo de la canción, no parto de una verdad absoluta y luego diseño un mapa, yo voy soltando frases y muchas veces es la propia canción la que te revela su significado. Y luego, la gente cuando la escucha, la interpreta a su manera según su universo o vivencias.
Por este motivo me parece tan absurdo entrar al arte, sea en la forma que sea, a juzgarlo moralmente, a perseguirlo, censurarlo o denunciarlo. El sentido real de una canción, o de una película, es abstracto por definición, por tanto no podemos entrar con las normas morales que solemos entrar en la vida real para juzgar la ficción, porque es ficción, es fantasía, y a veces se nos olvida.
- Entonces no eres de los artistas que utiliza la música como altavoz social.
Lo puedo hacer, alguna vez lo he hecho y respeto que haya gente que lo haga. Yo que sé, muchos raperos hablan de su situación jodida en la calle y tal, pero no creo que el artista tenga la obligación de que su arte sea un altavoz social y cumpla con unos criterios morales y éticos. El artista puede ser abstracto y que el bien y el mal se vean desdibujados, y la moral esté del revés, porque el arte es y puede ser, y debe ser yo creo, abstracto.
- En este disco tienes canciones en las que hablas de los sueños, con tientes de misterio. ¿Has sido muy soñador?
No sé si soy soñador de querer conseguir algo. Más que soñador diría deseoso de cosas, de tentaciones, pero soñador de algún día conseguiré tal… Soy de ir trabajando el presente y encontrándome con logos. Soy una persona de perderme en el pensamiento, muchas veces parece que estoy aquí pero no lo estoy. De hecho, tenía una novia «parece muy interesante porque parece que está ahí reflexionando, pero realmente está cantando el jardín de la alegría». Me conocía muy bien y se burlaba mucho de mí.
- ¿Y la muerte qué papel juega en tu vida? Porque también hablas mucho de ella en este disco. Sin ir más lejos, el título, Aunque estemos muertos.
La muerte está presente en el alma de todos. Desde que tomamos consciencia. Yo lo veo en mis hijos, que ya hablan de la muerte. La muerte asusta, impresiona, es un misterio, y no me he inventado nada haciendo una obra artística donde la muerte juega un papel importante. En toda obra artística interesante, de una u otra manera, la muerte está presente porque forma parte de nosotros. El miedo a la muerte, el dolor que provoca, la incertidumbre, la atracción, la figura. Es algo que ha estado presente en la cultura de todos los tiempos.
¿Por qué en este momento he hecho una obra donde la muerte es protagonista? Pues supongo que por varias cosas, la edad, la pandemia que nos ha puesto a todos la muerte muy delante, la paternidad, el miedo a que la vida te pegue un zarpazo. En fin, las cosas de viejo.
- Ahora que mencionas la pandemia, hablando del espectro social. ¿Crees que la pandemia a ayudado a que se valore más la cultura? ¿O se sigue viendo como un hobby?
No lo sé. Fantaseamos mucho con la idea de que con la pandemia nos iba a traer cosas buenas y nos iba a ayudar a valorar muchísimo todo, y a valorar el tiempo, pero no lo sé. Supongo que habrá habido gente que sí, que se verán los resultados positivos de esa mejoría sacada de la pandemia, pero creo que estamos aun en estado de shock, en shock post traumático. Es muy difícil analizar los efectos de la pandemia.
Lo que sí es verdad que durante aquella época muchos periodistas me preguntaban sobre los efectos de la pandemia en las canciones y en aquel momento contestaba «yo qué sé, estamos en mitad del incendio», pero creo ahora este disco sí tiene mucho de post pandemia. Tiene el trauma de una situación aterradora, y de haber sentido la fragilidad de la especie, que viene un bichito y acaba con todo.
- Y a nivel político, ahora que hemos vivido la repartición de las carteras de los ministerios. Imagínate que te hubiese llamado Pedro Sánchez para ofrecerte el Ministerio de Cultura y hubieses aceptado, no tienes otra opción. ¿Qué sería lo primero que harías como ministro?
No tengo ni idea, qué pregunta más difícil. Imagino que primero averiguaría dónde está mi despacho, cómo se enciende el ordenador del ministro, la contraseña y a qué hora es la primera reunión. O sea, quiero decir, que jodido ser ministro. ¿Qué sería lo primero que haría? Porque las subvenciones, las tal… No sé, necesito más tiempo para pensarlo.
- Mezclando lo social con lo político. ¿Ayuda el Benidorm Fest a esta visibilidad de la música nacional? Aunque en el fondo no deje de ser una preselección de Eurovisión.
Estoy muy desconectado de esto, sé que este año está Miss Caffeina, pero tengo que leer más sobre ello. Tendría que coger el ordenador del ministro, preguntarle a Juani, mi secretaría maravillosa que lleva ahí más de 20 años y preguntarle cómo se escribe Benidorm Fest.
- Fuera de bromas, hemos venido a hablar de tu libro. ¿Has hecho el disco que querías hacer?
Sí, absolutamente.
- ¿Qué tiene este que no tienen los anteriores?
He cumplido un objetivo que nunca me había puesto, que es dejar que las cosas fluyan de una manera mucho más orgánica de lo que siempre hago. Es decir, soy muy controlador en mis procesos creativos, y eso no es malo, pero si llega un momento en el que quieres dejar de hacerlo y no lo consigues, entonces sí es malo. Así que en este disco me propuse relajar la situación, que los músicos soltasen sus talentos, sus propuestas, sin interrupciones constantes para llegar a la idea que yo tenía en la cabeza, sino que la idea se formase sola. Y como esto es algo tan nuevo para mí, y los resultados han sido tan excitantes, estoy muy orgulloso.
Y eso me ha hecho que ahora cada vez que pongo el disco, antes siempre entraba en pánico, pero con este estaba seguro de que era el disco que tenía que ser. Es el disco que más orgulloso me tiene.
- ¿Podemos decir que has alcanzado el éxito?
En ese sentido sí. Ahora tengo que conseguir encender el ordenador del Ministerio de Cultura.
La música se valora comprándola. No lo olvidéis.
Apuntaos vuestra fecha más cercana y no dudéis en disfrutar de Coque Malla y su súper banda en directo. Toda la info de fechas y entradas en https://coquemalla.es/web/.
¡Nos seguimos bailando, gramolerxs!
