El pasado sábado nos pasamos por el Thundercat para acompañar a Monteavaro en la presentación oficial de Contra, el primer disco de esta banda madrileña. Para ello contaban con Spheniciscidae apoyando una noche mas de música, hacerlo todo mas redondo con este tándem madrileño-valenciano y seguir dando forma a Animal Iceberg, su propia iniciativa cultural.
Pasadas las 22:00H, entre focos rojos y sombras, Spheniscidae subía al escenario para empezar a reflejar el contenido de Nuevo Espacio, el cual vienen interpretando desde que se editara en enero de este año y que toma el relevo a a Una Historia Inmepezable (2012), para el que también hubo hueco en el repertorio.
La luz de los valencianos se empezaba a vislumbrar con Mi Casa. Con ella instauraban desde el principio esa clara tendencia a crear atmósferas de las podemos respirar con su indie-rock en castellano (sin tener en cuenta Anem a cremar la fusta, siendo de lo poco que se dejaron en el tintero de Nuevo Espacio).
Tras el aplauso de bienvenida al grupo, rompía el silencio de la sala la voz de Iñigo Soler con las primeras notas de Un Comienzo Impronunciable, con la que poco a poco fueron destapando un lado mas directo. El tema encajó perfectamente gracias una segunda parte de la canción realmente melódica que enlaza a un final épico en el que se incorporan los coros de Alejandro Gómez-Lechón, Javier Marcos y Sergio Devece (frecuentes en casi todos los cierres de canción) dándole un plus de fuerza y empaque para terminar enganchar al público.
Continuarían con Preguntas frecuentes y con ella llegaba un tono agridulce. Sin embargo, si algo caracteriza a este grupo es su capacidad para poder convertir un tema en un camino ascendente, en los que a pesar de tener un tono visceral y reflexivo los finales tornan a modo de ave Fénix, haciendo que siempre jueguen a favor.
Remedio y Te llevo seguían haciendo camino por un setlist que recogería casi al completo los cortes de Nuevo Espacio, dejándonos llevar en los cambios de ritmo a la batería de Javier mientras Alejandro encierra el sonido con la guitarra y su pedales. El resultado nos llevaba hacía una recta final en la que no podía faltar su single, Los Mas Felices. Pegadizo desde el principio, la entrada de la caja te hacía coger el ritmo y no soltarlo hasta el final, con los músicos creando un círculo y compenetrándose en las partes instrumentales para dejarlo todo sobre el escenario del Thundercat.
Pero como ya os había dicho, los minutos finales fueron para dos temas de su primer LP: Acantilado y Nuestra Lucha. Ambos temas se empaparon en directo del sonido que ofrecen en su nuevo disco, lo que nos hace ver que el sonido de Spheniscidae está en evolución y se encuentran en un momento dulce y sacar conclusiones de su despedida.
El escenario quedaba ahora a disposición de Monteavaro, que tramaron un plan tan bien orquestado como Contra, el LP con el que han aparecido como grupo y que les serviría de guía para todo el repertorio, respetando el orden de su formato físico e interpretándolo íntegramente. Por tanto, la presentación oficial de los madrileños se convertía en un buen momento para ver como funciona su propuesta en directo, a la que aportaron pocos cambios, pero sí matices que fuimos encontrando teniendo a los artistas de frente.
De principio mostraron un cara mas indie-rock con Crónicas, Coma, Contra y Ela demostrando que saben jugar con las las líneas de voz y guitarras que van a cuchillo en los estribillos. El bajo de Ela marcaba la pauta para soltarnos un poco mas con ellos, no sin habernos fijado antes en las grandes influencias de estos chicos, que van desde Pete Doherty a The Strokes pasado por un filtro de grandes figuras del rock de los 60 y 70’s (esto último en gran parte debido al carácter que le da a la guitarra Adrian Martín).
Con Todos los que fuimos se dictaban toda una declaración de intenciones con un sonido tan directo como su argumento, haciéndose dueños de sus canciones, defendiéndolas con uñas y dientes mientras el resto estábamos pendientes de lo que pesaba sobre el escenario y nos arrancaban el aplauso que se cortaba para que siguieran con Tu, quedate. Bajaron la intensidad por unos momentos para ir hacia otra tesitura mas ligera y afrontar un final que dejaría a mas de uno con la boca a la altura de los tobillos. Así nos sentimos con La Comodidad, uno de los temas con mas personalidad de Monteavaro, una canción redonda que se acerca comedidamente al folk, que ganó presencia en vivo llegando a un punto abrumador en los momentos finales.
Entre canción y canción quedaba aliento para unas palabras de Sergio Monteavaro (cantante y guitarra rítmica) agradeciendo la acogida en la puesta de largo en este nuevo proyecto y ponían a punto las afinaciones para poder continuar con 19, Himno para una Adolescente y Hasta que Recuerde/s con las que aproximan a un sonido raíces pop. Pero El Rey en su Funeral supuso después una vuelta de tuerca (en el disco se presenta como un tema a dos guitarras y voz) y dejaba una de las imágenes mas memorables de la noche en la que Sergio y Adrian estaban sintiendo el tema, el uno cubriéndole la espalda al otro mientras el resto nos deshacíamos con el tono solemne y rotundo de esos instantes y sabiendo gestionar los tiempos de la actuación
Los madrileños pondrían el broche final con Bendita S. otro de los temas que mas personalidad propia aporta al grupo y que goza de partes instrumentales a las que la voz de Sergio ponían una calma que desaparecía de repente a golpe de guitarrazos y acoples, que se cristalizaban en un estallido de sonoridad que avecinaban un garantizado cierre de excepción.
En el resumen de la noche cabe mencionar la despedida de Raúl Santos como batería y productor en este disco, al que tanto sus compañeros de Monteavaro como La Gramola de Keith le desean todo lo mejor.
Texto y fotos: Pablo Quejigo
