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martes, abril 16, 2024

Proyecto Waikiki: Segundo asalto con His Majesty the King y Fuckaine.

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Proyecto Waikiki organizaba su segunda fiesta el pasado sábado en Wurlitzer Ballroom para continuar con una iniciativa que está sirviendo de escaparate para bandas esas que están destacando en el panorama underground de la capital y quieren seguir alargando su sombra. Para esta edición contaron con His Majesty The King y Fuckaine como reclamo, dos bandas distintas que comulgaron en el derroche de actitud y personalidad sobre el escenario de esta céntrica sala.

El dúo His Majesty The King eran los primeros en ocupar el escenario para dejarnos el primer recado de lo que saben hacer con BS, dejando de lado las voces, este tema que incluyen en su último LP, sirvió a modo de introducción para que la guitarra y la batería de Clara y Nacho marcaran la tónica que marcaría la tesitura a lo largo de su actuación.

La primera parte de la actuación continuaría con Imbécil, para la que su cantante y guitarrista se deshacía de su chupa de cuero y empezara a cantar en castellano, idioma que compaginan con el inglés y que demostrarían justo después con Australía y This is Love. Con ellas pudimos apreciar las dos caras de hacer el garage rock de los madrileños, una mas contenida que otra, pero con la contundencia siempre por bandera. Tanta que parecía inevitable que clara no se acercase alguna vez a su amplificador de bajo para darle un punto mas, a lo que sólo cabía decir: oh yeah!

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Volvieron al castellano con toda una oda a la negación que se resume, no podría llamarse de otra forma, en No, con la que rozaban el punk en uno de esos riffs potentes y claros que parecen no abundar últimamente y que se empapaba de la rabia que infunde el argumento de este tema.

En el grueso de su actuación se hacía un hueco algo de luz y bajaban el ritmo con NaNa con esa voz que parece venir de muy lejos entre el brillo de sus acordes. Poco duró esta postura, que se borraba de un plumazo con Despabila! en lo que parecía un atracón de café y Red Bull que no llega a los dos minutos que se recibió con energía para hacernos coger de nuevo el compás.

Para el último tramo del concierto se hacían reservado dos temas de Long Story Short. En orden, Steve volvía aplacar de nuevo el sonido de este power dúo madrileño en un tema de mas duración de la que acostumbran para contar una historia, pero que inevitablemente se volvía mas dura en directo. Así se reafirmaban con Beat Around The Bush en la que el cabalgueo a la batería de Nacho marca la diferencia esta vez, llegando a pensar que esta canción podría estar incluida sin ningún complejo en cualquier disco de The White Stripes.

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Para terminar su actuación llamaron a su gente que les acompañaran sobre el escenario para también convertirlo en una fiesta. Eran mas que necesarios para corear la estrofa de Very Cheap. Very Druck. Very Fast y rematar el trabajo de la noche y terminar por todo lo alto entre el buen rollo que ocupó el escenario durante toda su actuación.

His Majesty the King había dejado calentito el escenario de la Wurli para que Fuckaine tomase el relevo con una apuesta complicada que supone llevar su Totally Contaigous sin perder esos detalles que plantean en el estudio y que realza ese toque psicótico que muestran en un espectro musical qu abarca desde el postpunk al indie, siempre con altas dosis de watios y electrónica.

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Desde el principio salieron a degüello con Cristales y Thnk U. Loops de guitarra, voces que se parecen acercarse y unas bases potentes con las que derrocharon actitud desde el minuto cero y con los que empezábamos a vislumbrar sus registros saturados, pero también mas minimalistas y armónicos en los que las líneas de voz tienen un rol princpial en esa vorágine de graves, guitarras y synthes.

Pero también tenían preparado en su repertorio un apartado mas bailable, algo que hiciera moverse a ritmo al respetable. Lo consiguieron al son de Style y Fuckaine (canción homónima), temas que recogen en Summer Songs For Kids, con las que se acercaban a un sonido mas indie, mas bailable y con un ritmo mas contagioso.

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De contagioso a desconcertante Fuckaine daba un golpe sobre la mesa nada mas empezar Playground. Un inicio que hace recordar por momentos a Transmission de Joy Division en la cadencia y el sonido del bajo que avecinaba un tema frenético con el que la banda terminaría sacando músculo.

Completando el ecuador de la actuación se tornaron mas claros y no tan incisivos, dejándose llevar tanto como nosotros aíi abajo gracias al estribillo de Aitork y encadenando con Get Fit para llenar de ritmo y electrónica la sala madrileña sin irse por las ramas y mostrando, en mi opinión, su mejor concepto junto con Hooray! expresión que define prácticamente la esencia de esta banda que daba otro zarpazo mas con el riff garagero de este tema.

 

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Se despedían de la sala con Tronquito de Brazil y la escogieron acertadamente. Además de dejar al público satisfecho y ser la última impresión que da una banda en directo, un cierre debe definir adecuadamente a una banda, por lo que hay mucho en juego en los momentos finales de una actuación, sobre todo cuando es difícil encasillar a una banda como Fuckaine en un estilo determinado. Así mostraron todas sus caras en este corte que empezaba con luz y brillo y culminaba en una segunda parte cargada de noise que terminaba por convencer a los asistentes al evento.


Así daba por finalizada la segunda noche de Proyecto Waikiki, que volverá a la sala Tabóo (C/San Vicente Ferrer, 23) el próximo 9 de Mayo para acoger el tercer asalto de estas sesiones de conciertos en las que descubrimos bandas tan alucinantes como las del pasado sábado. Ya podéis ir reservando vuestra entrada porque para esta nueva edición contarán con Jack Knife, The Saurs y Rick & Vera.

 

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Pablo Quejigo
Pablo Quejigo
Mente inquieta y melómano forjado a base de viajes en el coche y mañanas dudosas de domingo.
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