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sábado, abril 20, 2024

Frenética cuarta entrega del Wachina Wachina (07/02/2015)

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Yaba daba dooooooooo

Así sonó el pasado sábado el despertador del Wáchina Wáchina, cuarta edición (¡ya!)

Festival de rocanrol que año tras año, en el único mes frío en la ciudad, nos trae una dosis de calor con los sonidos más primitivos; garaje, r&b, rockabilly, beat, twist y todos los berridos sesenteros o cincuenteros que nos hagan bailar como salvajes.
Comenzamos, como de costumbre en el Loco Club. El bar de la esquina está haciendo el agosto, la mayoría de asistentes ocultando legañas tras las gafas de sol y ultimando los últimos bostezos…botines relucientes y carmín rojo.
12am ¡que empiece la fiesta!

LAS SULTANAS
Queda inaugurado el Wáchina Wáchina y ¡las damas primero!
En el escenario del Loco, con exóticos atuendos, abren Las Sultanas.
Girl band alicantina con la privilegiada, así como compleja misión de inaugurar el acontecimiento rocanrolero del año.
Y ¡allá van! comienzan aceleradas; quebradiza voz, batería contundente y bases eléctricas que nos hacen pensar en las Continental Co, u otras formaciones de guerreras como las Pandoras o She Trinity. Ésto tiene pero que muy buena pinta y a penas acaba de comenzar.

LAS SULTANAS

Pronto escuchamos “Hindi”, un tema con el que nos van sumergiendo en esa atmósfera tan personal que las caracteriza; un mestizaje de garaje sesentas del Lejano Oriente.
Escuchamos rotundos compases acompañados por aniñados y gamberros coros, imprescindibles en cualquier banda de chicas amantes del rocanrol. Y manteniendo la transición de su disco, se arrancan con el simpático “Rober”; un cover a la española de “Love Me Like Before” de Sam The Sham & The Pharaohns, con audaz originalidad y unos aires ochenteros que obligan a la audiencia a mover pies y caderas.
Pronto retoman sonidos sixties con su “Fucking all over”; coros lejanos y rockeras melodías sicodélicas. A la cual le sigue el turbulento “Jezabel”, con sensuales punteos acompañado de bailes al estilo Bollywood, una conjunción de lo más convincente.
En “Boato”, la guitarra toma protagonismo con una intro pautada que va acelerándose hasta configurar un tema dinámico que nos va acercando al final de la actuación.
Un viaje en alfombra mágica por todo su repertorio, en el que no podía faltar el imprescindible “Hustler”, con ese pegadizo estribillo con el que pusieron el broche final, logrando grabarnos en la mente la espectacular primera actuación del Festival.
Geniales chicas, enorme personalidad y, sin darnos cuenta, el Loco ya está hasta los topes de cabecitas moviéndose al compas.
Parece que ya todos nos hemos despertado; y es que con un desayuno así, resulta inevitable.

KING JARTUR AND HIS LORDS
¡Nos trasladamos al medievo! Seguimos en El Loco con King Jartur & His Lords; quienes se presentan como un terremoto, poniendo todo patas arriba, definitivamente.
Que mejor que “Talula Does The Houla” para calentar motores…
De pronto ha disminuido considerablemente el tímido espacio entre público y escenario, desde donde nos contagian saltos ¡comienza el espectáculo!

KING JARTUR

Una alineación de caballeros medievales, vestidos como tales, y a la cabeza Arturo Mazarro, de los Inmediatos, quien no paró de derrochar su carismática locura hasta el final de la actuación.
Con pentagramas imparables escuchamos “La criatura”, “Garbage feelings” y su “Tentacled octopus”, definido por ese riff acompañado por la intermitente batería de ritmo dominante.
Le sigue “Up in the Battlement”, “Dragon’s heart lair” y un “Horror Hullabaloo” con exhibición de facultades gimnásticas por parte del rey Arturo.
También algunos hits en mayúsculas, como el siempre eficaz “Don’t You Just Know It” de Huey «Piano» Smith; causando uno de los momentos álgidos del show.
Escuchamos “Fatura”, “Medieval Twist” y un “Tikini girl”, con movimientos de reptil por el escenario.
Inclasificables coreografías, saltos al público, buen rollo y unos compenetrados músicos que no ocultaron su complicidad y habilidades instrumentales.
Nos regalan “Torquemada Stomp” y de postre “Hey, hey!” cerraba un ajetreado concierto de garaje, como no puede ser de otro modo, con unos músicos que se dejaron piel y entrañas, regalándonos una divertida actuación y haciéndonos reaccionar con aplausos eufóricos y ganas de más.
¡Pura dinamita!

DEAD ELVIS
Nos hemos mudado a la zona Cedro…tregua para reponerse con un plato de paella en Let’s go bar y presentación en sociedad del ansiado Human Box; un fanzine con palabras de grandes sabios del tocadiscos y dibujos de algunos de los ilustradores más molones y rocanroleros de la ciudad.
Éxito en ventas y aclamos y parece que nos toca desplazarnos unos cuantos locales más allá, a coger sitio en un Club 76 donde, desde su apertura, ya no cabe un alfiler.
Se comenta que Elvis ha resucitado o algo parecido, que ha salido de su tumba con actitud punk y una máscara mortífera de su cara corroída.
La curiosidad causa revuelo cuando de pronto aterriza en el escenario, directito desde DisGraceland, ¡Dead Elvis!

DEAD ELVIS

Se arranca con “Graveyard hop”, sentado como en un trono, rodeado por todos los instrumentos con los que él mismo va a arroparse.
Rueda su Lp “Monster Masquerade”, retomando pronto viejos singles como “Deadest girl in town” o “Shot my woman”.
El músico no para de rascar la guitarra y mover el tobillo haciendo sonar sus percusiones, sin embargo, debemos confesar que el sonido resulta algo extraviado; quizás por la máscara que cubre su anónimo rostro de donde no dejan de salir frases indescifrables, o tal vez por los altavoces que sirvieron de perchero para más de alguna chupa y cazadora.
Un concierto desconcertantemente borroso sonoramente pero de mucho rockabilly, donde la entrega y afán del público resultó clave.
Escuchamos su single “Shake!”, y un imprescindible “Monster under the bed”, aunque a medio gas.
En cualquier caso se palpa la diversión e inevitablemente los juicios acústicos se evaporan para disfrutar de la actuación. Nos regala el archiconocido «Papa-Oom-Mow-Mow» de los Rivingtones, donde se gana al público; así como su personal versión del “She said” de Hasil Adkins, en la cual no podemos dejar de bailar, interactuando con el hombre-orquesta, y arrancándonos con unos coros de lo más eufóricos.
No negaremos que bailamos a base de bien y que fue divertido, si bien es cierto que por las razones que fueran, para algunos el rey del rock no logró brillar tal como esperábamos.
Tras las despedidas del directo, la música no dejó de sonar, ésta vez proveniente de los platos del siempre acertadísimo Dj Machete.
Quien nos regaló una sesión de rocanrol bailongo y nos fue conquistando canción a canción, creando una guateque cálido y espontáneo, con partidas de futbolín incluidas, donde no faltaron unas bolas de plástico de colores que parecieron escaparse de una piscina, y asaltar de pronto la pista como un volcán; revolucionando al personal y dando lugar a un parque infantil de bolas con ambiente ye-ye y olor a cerveza.
Auténticos disparos sonoros, gamberros, tatareables, rarezas y salvajes reliquias ryhtmanbluseras.

KING SALAMI AND THE CUMBERLAND THREE
Cae la noche y corremos a refugiarnos en la Sala Wah Wah, no podemos esperar más para ver al cuarteto londinense ¡King Salami and the Cumberland three! Algo nos dice que va a ser una locura.
Toman posiciones un japonés, un francés, un caribeño y un español, a cual más peculiar, para prender fuego a una bomba del ryhtm and blues, que estaba a punto de estallar.
Screaming Jay Hawkings ha resucitado con sus maracas y su mirada fuera de órbita, lleva un gorro y no da tanto miedo, pero igualmente seduce con su voz de ultratumba: Ladies and gentelmannnnn…
La banda se arranca sin más, mostrándonos su virtuosismo instrumental con el potentísimo “Cotton Pickin”.

KING SALAMI

Wah Wah ya se ha convertido en una salvaje y apretujadísima pista de baile, suena “Bloody Mary” adaptada de Barrence Whitfield & the Savages y ese clásico de Ernie Cast & His Honeycones “Betty Moretti” que la banda recoge en su último Lp “Cookin’up a party”.
Menuda habían cocinado ya…una fiesta por todo lo alto y ancho de la legendaria sala.
Los músicos nos hipnotizan con sus virtudes estilísticas, dominio guitarrero y una batería realmente sorprendente, configurando un cuarteto de originalidad exuberante.
Rescatan un aclamado tema de su primer trabajo “Fourteen blazin’ bangers!!” titulado “Do the climb”, muchos asistentes la conocen y entonan mientras nadie para de saltar y de sudar.
Suena “Jennifer” y otros temas propios con guiños a algunos clásicos como “Just my kind” que nos trae a la mente a Howling Wolf, o su “Big Chief” donde Earl King nos resulta más que familiar.
Canciones cargado por una protagonista fuerza instrumental, perfectamente compenetrada con una voz oscura y desafiante derrochando vitalidad.
Escuchamos también “Juju girl” de su primer album “Fourteen blazin’bangers” y el bailongo “Pineapple mama”. Gritos desgarradores y vuelta a los clásicos como “Shake it wild” o “Sweet Love”
“Howlin for my woman” parece conquistar a los oyentes desde sus primeros acordes, así como “Less bone…more meat!!” ambos recogidos en su último disco.
La carisma y entrega de cada una de las piezas de la banda, dan paso a numerosas interacciones con el público, y momentos cómicos como el del vocalista mostrando el suvenir en forma de chorizo que le han regalado los valencianos anfitriones.
También nos sorprendieron con el siempre eficaz recurso de poner en cuclillas a los asistentes, calmar a las fieras y estallar todos en pie al unísono a medida que va incrementando el volumen de los instrumentos.
Con la velocidad característica de la banda, se arrancan con el “Tiger in the tank” de Jim Nesbitt, donde las casi imperceptibles pinceladas country han quedado envueltas por el torbellino rocanrolero.
Y casi para acabar, el clásico “Mojo workout”, donde vuelven a derramar todo su arsenal de puro r&b con actitud incombustible.
King Salami y su banda son los reyes, y así lo demostraron con creces; haciendo vibrar al público y coronándose, a mi humilde juicio, como los reyes del Festival.

LOS MAGGOTS
Por si no estuviéramos lo suficientemente satisfechos y hechos polvo, toca devorar la cabeza de cartel, los inconfundibles e incombustibles ¡Maggotts!
Viejos rockeros con camisas hawaianas de calaveras y similares, despilfarrando genialidades, experiencia y actitud.
Arrancan la tormenta con una batería que nos resulta familiar, suena “Ain’t Nothin’ But A Maggot”; a la cual se van sumando los ágiles instrumentos con una voz que mantiene frescura teenager, regalándonos algún que otro grito para ir entrando en calor.

MAGGOTS

A continuación nos presentan una reliquia de su disco “Get Hooked”, se trata de “Don’t Stand In My Way”, un tema oscuro convertido en clásico al cual sigue “What you really need”, recogido en el mismo álbum.
Escuchamos “Bring me down”, “Go away!” y un gamberro “Gonna make you pay” in crescendo dando lugar a algunos solos apetitosos y distorsiones guitarreras.
Pronto suena su particular homenaje a los Custom Five, con ese “Let’s go in 69”, que conquista a los oyentes convirtiéndose en uno de los más tatareados del espectáculo.
Continúan viajando por su historia discográfica con temas como “I know your name”, “Alone with you” o el macabro “Evil ways”.
Los músicos no dejan de sorprender, subiéndose a los altavoces, regalándonos más de una delicia sicodélica y marcándose unas modulaciones de guitarra a base de botellín de cerveza (al puro estilo Mississippi) la cual iba deslizando y frotando por las cuerdas logrando un sonido de lo más curioso y veraz.
Entre sus contundentes temas propios, dejaron hueco para otros covers como “Nobody Loves The Hulk” de los Traits o uno con el que fueron marcando el final de la espectacular actuación, nada menos que “I want you to leave me” de los Crimson Shadows.
Un espeluznante concierto de rocanrol, puro y duro, donde tantearon las diferentes vertientes e intensidades del género, con esa personalidad y esa brutal habilidad instrumental que caracteriza a la banda sueca.
¡Enormes!

CHARM BAG
Por si alguien no tiene suficiente con quince horas de juerga, la fiesta continua en 16 Toneladas; y fueron bastantes las almas insaciables que apareciendo en el local, con pocas ganas de irse a dormir.
Turno del último concierto de la jornada, programado para las 3:30h de la madrugada, y comenzando con el retraso de rigor…desde Sevilla, los Charm bag.

Un dúo formado por  Fernando Jiménez y Ana González, ambos componentes de los Smoggers.
La banda comenzó fresca como una rosa, con su tema “Duo-Jet Stomp!”, entregándose al máximo durante toda la actuación.
Nos trajeron una alta dosis de garaje sucio en un repertorio donde brillaron con una conjunción de temas propios y valiosas versiones; en el que no tardaron en hacer referencia a su propio nombre con el tema de los Gories con el que se bautizaron. Así como diamantes en brutos, tales como el “New Kind of Kick” de los Cramps.
Mucho punk y contundencia en un concierto en el que los espectadores no disminuyeron su vitalidad, tal vez contagiados por lo que en el escenario se estaba cociendo.
Gran actuación por parte del dúo y un enérgico feedback por parte del público.

Una vez finalizado, los Djs vuelven a la carga, y siguen las pinchadas en 16 Toneladas hasta que parece que vuelve a salir el sol…un punto final más que satisfactorio para un Festival redondo de ¡éxito absoluto!
No podemos concluir sin añadir que es un infinito privilegio que eventos de este tipo se produzcan en nuestra ciudad, por lo que cabe mencionar y dedicar los más sinceros agradecimientos y piropos para los organizadores, que hacen palpable el cariño con el que se crea el festival; para las salas, encargadas de acoger tales torbellinos de locura; los dj’s, por mantenernos eufóricos en todo momento; y sobretodo, a las impecables bandas por hacernos disfrutar tantísimo y regalarnos una jornada de sábado tan intensa, y un domingo de penurias y agujetas infrahumanas.
Brindis por la próxima edición y ¡por que cumplan muchas más!
Experiencia rocanrolera digna de vivir y de bailar.
¡Hasta el año que viene!
Wáááchina Wááááchinaaaaaa

Texto y fotos: Claudia Torán

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VikPamNoxhttp://www.facebook.com/VikPamNox2
Fotógrafo, cronista y ser humano. Beer Brother a tiempo parcial y pastor a tiempo total de la Primera Iglesia Presleyteriana de L'Eliana. Comprador y coleccionista compulsivo de discos. Enfermedad pura. Rock 'n' Grohl.
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