La segunda jornada del festival amanecía para mi con la emoción de ver a uno de los auténticos maestros y es que Bob Dylan siempre ha estado en mi top 5 junto a Stones, Beatles, Led Zeppelin y The Who pero anoche me decepcionó y es que de las 7 u 8 canciones que tenía ganas de oirle tocar (Knockin’ on heaven’s door, Blowin in the wind, Hurricane…) tan solo tocó Like a Rolling Stone, para muchos la mejor canción de la historia eso si, pero para la mayoría de los presentes anoche no era suficiente y es que hay que tener en cuenta que la mayoría de la gente con abono apenas supera la treintena y las canciones que han escuchado de Dylan, salvo los auténticos fans, no eran las que ayer formaban su repertorio. Aparte, y no sé muy bien por qué, no permitió el uso del foso de prensa para hacerle fotos y en las pantallas gigantes a lo largo de todo el concierto permaneció un plano bastante lejano y ni un primer plano. Todo esto no quiere decir que fuera un mal concierto ni muchísimo menos. La banda sonó espectacularmente bien y Dylan estuvo más que correcto pero eché de menos esos himnos que forman parte de la banda sonora de mi vida.
Foto: FIB
Pero volvamos atrás y es que Dylan se subía al escenario Maravillas a eso de las 21:50 y antes ya habíamos estado en tres conciertos. El primero, el de Klaus and Kinski en el escenario Trident Senses. Aún no había tenido el placer de verlos en directo y eso que han pasado por Valencia en varias ocasiones en el último año (la última vez por partida doble ya que tocaron en Loco Club y Fnac) y la verdad es que me gustaron bastante. Me llamó la atención que Marina, la vocalista de la banda, llevara un atril con un libro/libreta en el que supongo que llevaría letras de alguna canción nueva.
De allí nos íbamos al escenario Maravillas a disfrutar de uno de los platos fuertes de la jornada y para mi de todo el festival, Miles Kane, a quien ya habíamos visto en directo en Madrid cuando compartían escenario con Arctic Monkeys (hay que recordar que Miles Kane y Alex Turner forman Last Shadow Puppets). Eso si, ambos directos fueron diferentes en algunos aspectos, ayer, no sé si por la confianza que le daba el estar tocando para miles de paisanos británicos, Kane abusó del postureo, saltos, miradas desafiantes… todo ello aderezado con esas maravillosas canciones que forman parte de Colour of the trap, primer y único disco de un artista que, con la apariencia de un Paul Weller de menos de 30 y un talento innegable, seguro va a dar grandes conciertos como el que dio ayer.
Antes de que acabase Miles emprendimos camino de nuevo al Trident Senses para ver a nuestros paisanos La Habitación Roja, grupo del que no nos cansamos y es que yo al menos soy más fan cada día y muchísima culpa de ello tiene ese Fue Eléctrico, un disco guitarrero con el que la banda se aleja un poco del pop que desarrollaron en algunos de sus anteriores trabajos y regresan a sus orígenes más rock. Y eso se nota en sus directos, de hecho suelen abrir sus conciertos con tres temas de ese nuevo disco y pocas del mismo se dejan sin tocar y es que temas como Indestructibles, Ayer o La Segunda Oportunidad están destinados a convertirse en clásicos. Pese a que coincidían con Kane en la mayor parte del horario fue agradable darse la vuelta y ver a tanta gente frente al escenario Trident Senses. Pocos grupos nacionales habrían conseguido algo así.
Django Django consiguieron desde el escenario FIB Club, algo que parecía impensable a priori, robarle público a Bob Dylan y es que, los escoceses fueron de lo mejorcito de la jornada con un sonido perfecto y un repertorio sin altibajos, directo y al grano. El rock electrónico es el género de moda en los últimos años y sin duda podríamos considerarlos alumnos aventajados de los también escoceses Franz Ferdinand.
Volvíamos al Maravillas para ver a Maccabees, otro plato fuerte que no defraudó. Abrieron con Child y la cosa fue de menos a más, explorando sus tres álbumes y consiguiendo animar a la gente (aún de bajón por lo de Dylan) con temas como First Love, Love you better o Grew up at midnight con la que cerraron los de Brighton un concierto más que notable.
Y ahí acabó nuestra jornada ya que nos invadió el cansancio y nos perdimos a los Bombay Bicycle Club. Si alguno de los que ha entrado en nuestra web con esperanzas de leer algo o ver fotos de la banda en directo sentimos no haberlos incluido y sentimos el retraso en la publicación de esta crónica de segunda jornada pero es que hoy no hemos parado y apenas hemos tenido tiempo para pasar por la carpa de prensa. Mañana más y prometemos tenerla antes de las 18:30h.
