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viernes, marzo 29, 2024

Cronica #Arctic Monkeys en Madrid 5/2/10

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Ya han pasado 34 horas desde que atravesaba la puerta del Palacio de Vistalegre con una sensación un tanto extraña porque acababa de ver a una de mis bandas preferidas por un lado pero por otro esperaba un poco más de ellos. A ver, no me entendais mal, el concierto estuvo más que bien, de hecho no esperaba que sonaran tan bien en directo y consiguieron algo que yo pensaba que nunca conseguirían: que acabaran gustandome algunas canciones de Humbug, su último disco, que hasta el momento pasaba en mi ipod y es que temas como Cornerstone o Potion approaching suenan muy bien en directo y si les das una oportunidad y te mentalizas de que Humbug es un disco más maduro, llegan a gustarte las canciones aunque en mi caso al menos, no tanto como las de los dos primeros discos que me parecen geniales. Mi sensación de desencanto llega por la ausencia en el repertorio de canciones que yo consideraba básicas como D is for dangerous, Teddy Picker o Dancing shoes. Pero bueno, contemoslo desde el principio.

Tras una espera interminable haciendo cola alrededor del Palacio de Vistalegre, una cola llena de niños de entre 16 y 19 años (me impresionó realmente aunque me agrada saber que para los niños/as hay esperanza en el mundo del rock y no todos pagan por ver a Jonas Brothers y Hanna Montana) abrían sus puertas a eso de las 7.35 de la tarde, con un poco de retraso pero ese fue solo uno de los fallos de una imperdonable organización de la que no daré más detalles. Al entrar en el recinto se podía ver en el escenario una pancarta gigante con la portada del último disco de los que iban a abrir el concierto, los Mystery Jets. A eso de las 8.45 se apagaban las luces y comenzaba la actuación de unos teloneros que fueron de más a menos pero que el aprobado raspado si que se lo ganaron. El cantante de la banda apareció en el escenario con unas muletas y permaneció sentado toda la actuación. Tan solo tocaron 8 temas, algo que el público, quizá un tanto egoista y emocionado por lo que iba a venir después, agradeció.

Un gran telón rojo cubrió el escenario para incrementar así el efecto sorpresa cuando comenzara la actuación de los Arctic Monkeys y eso ocurrió unos 7 minutos pasadas las 10 de la noche. La banda comenzó la actuación con Dance little liar como avisando de que la presencia de canciones de su último disco iba a ser algo bastante habitual en la actuación, algo que yo considero normal pero que sinceramente había deseado que no sucediera. Sonaron los primeros acordes con el telón todavía cubriendo el escenario y este se fue abriendo dejando ver tan solo la silueta de los miembros de la banda ya que un humo denso cubría todo el escenario. La segunda de la noche fue el primer single de su segundo trabajo, Brianstorm, uno de esos imprescindibles que no esperaba que tocaran tan pronto la verdad pero que sonó genial en directo. La tercera fue una de mis preferidas de su segundo disco, This house is a circus y casi sin dejar ni un segundo de silencio entre canciones comenzaba Still take you home, una de esas canciones en las que el público se convierte en uno más de la banda gritando aquello de «What do you know? you know nothing!!». Y de vuelta a Humbug con Potion approaching, uno de esos temas que no me gustaban hasta que lo oí en directo. Le siguió la primera versión de la noche, Red right hand de Nick Cave, una canción que me costó horrores reconocer y es que hacía muchos años que no la oía pero que fue bastante digna, la verdad. Siguieron con su último trabajo y tocaron dos de las que si que me gustaban seguidas, My propeller y Crying Lightning, con la que la gente se volvió completamente loca y es que me dio la sensación de que muchísima de la gente que había allí fueron al concierto a escuchar los temas de Humbug, es decir, los habían descubierto con ese disco y los dos anteriores solo eran dos disco más del maravilloso grupo que había editado Humbug. Siguieron con una de mis preferidas, If you were there, beware y The view of the afternoon, canción que parece hecha para el lucimiento de Matt Helders, el batería de la banda que por cierto lleva un pelo casi al estilo afro que a mi me impactó.Y llegó el momento de la noche, llegó I bet you look good on the dancefloor, la canción que les dio a conocer ya que fue su primer single y que sigue volviendo loco a todo fan de los Arctic Monkeys. El Palacio de Vistalegre explotó a eso de las 10.45 de la noche. Y vuelta a Humbug con Cornerstone, que la verdad es que fue de las que más me gustaron del concierto. Siguieron con Do me a favour y le tocó el turno a mi canción favorita de los Arctic Monkeys (que no se como me pude dejar al escribir este post originalmente y que menos mal que Turner me lo recordó en un comentario, gracias tio) When the sun goes down que volvió loca a la gente casi tanto como I bet… coreando casi toda la canción ante la sorpresa de Alex Turner y los suyos y tras ese gran momento compartido entre la banda y el público llegó Secret Door que vino con sorpresa ya que a mitad canción sonó como una explosión y empezaron a volar tiras de confeti blancas y doradas por todo el Palacio de Vistalegre, algo que anunciaba el final del concierto. Pero como es evidente llegaron los bises, dos para ser exactos, Fluorescent adolescent y 505.

Fue una gran noche que personalmente tendré la oportunidad de repetir en apenas 6 días en el MTV Winter y que intentaré grabar con mi camara y colgar aquí los videos. En el de Vistalegre no pude así que os dejo con un par de videos de un aficionado que estuvo allí tambien y con algunas fotos que pude hacer.


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Mike
Mike
Director y fundador de La Gramola de Keith. Apasionado de la música y camarógrafo y editor de video a tiempo parcial en Nanuk Audiovisual Studio.
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