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viernes, marzo 29, 2024

Amena clausura del «Live the Roof» en el Barceló. Crónica de El Kanka el pasado sábado.

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Todo acaba. Y en este caso, por desgracia, era el turno del ciclo «Live the Roof» en las alturas del Hotel Barceló.
Llevado a cabo en los últimos meses por Licor43, ha sido una oportunidad de lujo para disfrutar a grandes artistas en un formato íntimo, con un aforo limitado, acercando así también a los artistas con su público.

Por su pequeño tapete rojo («escenario» donde actuaban los artistas) has pasado figuras tales como Sr. Chinarro, Carlos Sadness, L.A., Zahara, Carmen Boza… hasta llegar a el artista encargado de poner punto y final a esta edición, El Kanka.

Apertura de puertas a las 20. A las 21:15 escuchamos que empezaría en breves. Poco antes de y media aparecía por la parte posterior del público con sudadera El Kanka, acompañado de El Manin, quien le acompañó en la percusión y coros.
No diremos que hacía frío, pero a esas alturas no viene mal echarse algo por encima, aunque poco le duró: no había tocado su segunda canción, «No jodan la marrana» y ya se había deshecho de la prenda.

Aún no conocíamos su directo, y teníamos entendido que no destacaba por su seriedad y su estar serio delante del micrófono (y menos mal) y así fue.
Una cosa que nos encantó es que puede que no conozcas a la perfección su repertorio, pero seguro que sales del concierto con una sonrisa de oreja a oreja. Este malagueño es un salao‘. Como es habitual, los principios son fríos, pero al paso de los temas, el público se acabó soltando, igual que ellos, y esto dió momentos muy agradables.

Ya con «Me alegra la vista«, El Manín soltó las baquetas y nos sorprendió con un beat box que servía de base al tema, cosa que le dio aires rumberos hip-hoperos. «Ahá ahá», palmas… las sonrisas cada vez más dibujadas en la cara.

El kanka live the roof
Si algo me sorprendió y agradó a partes iguales fueron los múltiples comentarios y conversaciones que tenían en medio de las canciones, sin perder el tempo, ni el ritmo ni nada. Además, por cada anotación inter-tema, la música enmudecía detrás de las carcajadas de los asistentes. el kanka live the roofEn este concierto además, nos presentó varios temas que estarán incluidos en su nuevo disco, el cual se encuentra ya en su recta final de camino a ver la luz.
La primera de ellas fue «Con las ganas«. Bueno, más que un estreno se trató de una «recuperación» del tema, que por razones pasó a segundo plano, y en este nuevo álbum re-saldrá a la luz para el deleite del público,
Justo después fue el turno de uno de sus temas más conocidos, «Que bello es vivir«, que con ese estribillo nos hizo estar tarareando hasta llegar a casa por la noche.
Y por si con esto no teníamos bastante, a continuación, ukelele en mano, nos tocó una versión de «So Payaso«, de Extremoduro. Solo faltó que apareciera El Niño de la Hipoteca para hacerlo perfecto (la versión de este tema está en Youtube y colaboran El Niño y él, como en muchos otros temas).
Otro de los nuevos temas, este si nuevo, trata de un manual cantado para saber bailar «El Vals«, título de esta canción. Después de oír este par de temas, las ganas de descubrir su nuevo trabajo aumentaron considerablemente.

el kanka live the roofEn un momento a mitad de la actuación, El Kanka cedió el micro a su acompañante, este también artista, que nos cantó una de sus canciones, preciosa a mi parecer, «El Adoquín«, donde con el malagueño a la guitarra y sentado en el cajón y él levantado cantando dio un toque más íntimo (ya que la canción también lo exigía) a la noche.

el kanka live the roofY qué decir de «Refunk«. No se bien por donde empezar, la verdad, porque aquello fue un show. No podías estar quieto, el ritmo te llevaba con él, el pie marcando ritmos, bailoteos y risas. Para mi, el mejor momento de la noche, sin duda.

El concierto continuó en esa misma línea: amistoso, gente cantando, participación del público… El Kanka, al fin y al cabo. Sonaron sus mejores temas, e incluso al final, el artista mantuvo un diálogo con el público, el cual le proponía una canción tras otra para tocar en el bis.
Se respiraba una complicidad en el ambiente que hacía tiempo que no experimentaba.

Y esto es un pequeño resumen de las sensaciones de aquella noche despejada en las alturas de un hotel, con una ciudad encendida como telón de fondo, y donde El Kanka nos deleitó con su música.

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Primero de todo quiero saludar a mi madre. Beer to believe. En ocasiones meo en huertos. Ingeniero industrial un tanto perdío' en la vida.
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